“Por aquí si eres gay”: Activistas suecos instalan “propaganda gay” bajo el mar para repeler submarinos rusos
Tras la tensión vivida hace unos meses ante la sospecha de la presencia de submarinos rusos en aguas suecas, una organización pacifista ha dado con la manera perfecta de ahuyentar estas visitas: darles las bienvenida con la imagen de un sugerente marinero que tiene un mensaje que transmitirles… La Sociedad Sueca por la Paz y la Mediación (SFSF,en sus siglas en sueco), una organización no gubernamental anti belicismo, ha instalado bajo el mar un “sistema de defensa” al que han llamado “Singing Sailor” (el marinero cantante), y que consiste en un mecanismo que utiliza la “propaganda gay” para repeler a los submarinos rusos.
En octubre del año pasado, las autoridades del país daban la voz de alarma tras avistar supuestamente un submarino extranjero, probablemente ruso, en aguas territoriales suecas. Una gran operación militar de búsqueda e identificación se puso en marcha, sin que finalmente pudiera confirmar la procedencia del objeto. El episodio, unido a la desconfianza generalizada a raíz del conflicto en Ucrania, llevó al Gobierno sueco a anunciar un incremento de 10.200 millones de coronas (algo más de 1.000 millones de euros) en el presupuesto de defensa en prevención de un posible ataque ruso.
La Sociedad Sueca para la Paz y el Arbitraje (SPAS), que lucha por la solución pacífica de los conflictos y el desarme, ha encontrado sin embargo un método mucho más barato y divertido: la instalación de un sónar subacuático en el área donde se detectó el supuesto submarino para “disuadir” con garantías de éxito a los militares rusos. Y es que el aparato diseñado por la SPAS muestra la imagen de un marinero en luces de neón que baila y muestra la indicación “Bienvenidos a Suecia. Gay desde 1944” -en referencia al año en el que se despenalizó la homosexualidad en el país-. El sónar emitirá además un mensaje en código morse: “This way of you are gay” (“Por aquí si eres gay”).
El artefacto fue instalado el pasado 27 de abril frente a la costa este de Suecia, en un punto cercano a un lugar donde el Ministerio de Defensa sueco planteaba en octubre que había detectado la presencia de un submarino ruso en sus aguas territoriales, según le informaban “fuentes fiables”, si bien la información nunca fue confirmada.
Se trata de una pantalla de aproximadamente un metro por dos, en la que aparece la silueta con luces de neón, en la que se ve un marinero en calzoncillos. En él se puede leer, en ruso y en inglés “Bienvenido a Suecia. Gay desde 1944”, año en que Suecia legalizó la homosexualidad. El sistema es un sónar submarino que envía en código Morse el mensaje “Por aquí si eres gay”.
El Singing Sailor, como han denominado al artefacto “disuasorio”, contiene una crítica nada velada a la ley rusa contra la “propaganda homosexual” aprobada hace dos años. El propio responsable de comunicación de SPAS, Daniel Holking, ha abundado en la broma: “si hay un submarino por ahí bajo las olas del Báltico y la tripulación viera u oyera por casualidad al Singing Sailor, están invitados a unirse a nosotros en el desfile del Orgullo de Estocolmo el 1 de agosto”, declaró. En tono más serio, la presidenta Anna Ek hizo un llamamiento al desarme y se mostró convencida de que “si las acciones militares y las armas hubieran servido como métodos de resolución de conflictos, hace ya mucho tiempo que habría paz en el mundo”. “En tiempos de agitación, el amor y la paz a través de fronteras es más importante que nunca. Queremos acabar con la violencia. Nuestra invitación se extiende también a los submarinos suecos y el personal militar, y todos los demás que quieran unirse a nosotros”, añade.
Rusia tiene prohibida toda manifestación pública sobre la diversidad sexual desde junio de 2013, cuando se aprobó la ley conocida como “anti propaganda homosexual”.
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