Un popular cantante de rock cristiano sale del armario
Por su interés, ampliamos la noticia que ya adelantábamos hace unos días:
El rock cristiano tiene numerosos seguidores en los Estados Unidos. Buena parte de sus seguidores son cristianos evangélicos conservadores. Por esta razón, la salida del armario de una de sus estrellas ha causado especial impacto. Hablamos de Trey Pearson, de 35 años, líder de uno de los grupos de rock cristiano de mayor éxito. Tras varios años luchando consigo mismo, incluyendo un matrimonio con una mujer y dos hijos, Pearson ha decidido afrontar su realidad y hacerlo pública.
La importancia de la salida del armario de Pearson se entiende mejor comprendiendo el contexto. El rock cristiano es un género en sí mismo, prácticamente desconocido en Europa. En Estados Unidos, sin embargo, tiene un público numeroso, varios canales de radio emiten sus canciones y cuenta con un amplio circuito de conciertos. Su público principal son las iglesias evangélicas, sobre todo las baptistas y de carácter conservador. Y Trey Pearson ha sido precisamente una de sus voces más importantes. Lleva tocando desde 1997, y durante los últimos 15 años ha sido el cantante principal de la banda Everyday Sunday. Se trata de un grupo que desde 2001 ha vendido 250.000 álbumes; su tema Wake Up! Wake Up! fue la canción cristiana más reproducida en 2007. Asimismo, ha tocado en todos los estados del país y en 20 países fuera de Estados Unidos.
Try Pearson hizo declaración pública de su sexualidad en una carta abierta publicada primero en Religion News Service, luego reproducida junto con una entrevista en 614 Columbus. Más tarde ha sido también entrevistado en televisión. No le ha resultado precisamente un proceso fácil: Pearson creció en una familia cristiana conservadora, donde recibió el mensaje de que ser gay era una elección, y por supuesto pecaminosa. Por ello, el cantante, que intuyó su sexualidad en la adolescencia, hizo todo lo posible por suprimir su atracción hacia los hombres. Llegó incluso a casarse con una mujer, Lauren, hace ocho años, y ha tenido dos hijos con ella. Pensó que podría satisfacer su necesidad de intimidad con hombres mediante la amistad. Sin embargo, esa expectativa no se cumplió; peor aún, llevó a que algunos amigos se alejaran de él.
Con el tiempo, Pearson fue asumiendo su realidad. En el proceso buscó ayuda en otros líderes cristianos de Estados Unidos. Acudió al pastor Jonathan Martin, autor del libro How to Survive a Shipwreck, así como a Rob Bell, un antiguo pastor y actualmente uno de los autores cristianos “progresistas” más conocidos del país y autor de otro libro, How to Be Here. Ha contado también con el apoyo de su esposa, quien fue la primera en conocer sus reflexiones y en saber que se había aceptado como gay: “Lauren ha sido la persona más dispuesta a apoyar, la más comprensiva, amorosa y llena de gracia que hubiera podido pedir cuando he tenido que afrontar esto. Y ahora estoy tratando de ver cómo compartir la paternidad de nuestros hijos con ella y cómo educar a nuestros hijos”.
Ahora, Pearson afirma que ya no seguirá viviendo una mentira. Sin embargo, tampoco abandona su fe. Según cuenta, sigue rezando y leyendo la Biblia con regularidad. De hecho, ha sido su fe la que finalmente le ha ayudado a aceptar su sexualidad. Se convenció de que los pocos pasajes bíblicos que tocan el tema no se aplican a las relaciones de pareja comprometidas entre personas del mismo sexo: “No hay ningún conflicto entre aceptar quién soy y seguir a Jesús… Dios me quiere sano, auténtico, completo, integrado y en mi verdad más genuina”.
Además, Trey está convencido de que con su gesto ayudará a muchas más personas en situaciones similares a la suya: “Sé lo duro que ha sido ser capaz de aceptarme a mí mismo, y lo mucho que me ayudaron las voces e historias de otras personas. Sé que hay cada vez más cristianos que se dan cuenta de lo importante que es y espero poder unirme a ellos en ver cómo todo esto cambia”.
Reacción en su entorno
La reacción del entorno de Pearson ha sido en general positiva, aunque dado el ambiente cristiano evangélico conservador que lo rodea no ha estado exento de dificultades. Su mujer, como ya hemos comentado, ha sido la primera en aceptarlo tras acompañarle en su proceso. Su familia cercana también lo ha aceptado y le ha manifestado su afecto, incluido un emotivo encuentro con su padre, quien, según cuenta en la entrevista televisiva, le abrazó durante minutos, repitiéndole que le quería.
Entre sus compañeros de comunidades religiosas las reacciones combinan aceptación y afecto con no saber bien cómo situarse, pues muchos siguen ateniéndose a sus discursos condenatorios sobre la homosexualidad. Con todo, también Pearson sabe que habrá reacciones más negativas, con probables consecuencias para su carrera: “Sé que muchos con poder en esa industria [el rock cristiano] no querrán que toque más mis canciones, por miedo”. No obstante, tiene planeado sacar un sencillo en agosto y un álbum en otoño. Asimismo, tocará en el Orgullo de Columbus (Ohio), su ciudad natal, el 17 de junio.
Trey Pearson se une, con su gesto, a otros cantantes cristianos de Estados Unidos que han ido saliendo del armario en los últimos años. Ray Boltz, muy popular en iglesias evangélicas en los 90, lo hizo en 2004. Anthony Williams, que obtuvo una nominación a los Grammy, fue el primer artista gospel abiertamente gay en salir del armario en 2009. Jennifer Knapp, también nominada a los Grammy, declaró ser lesbiana un año después. Igualmente, en 2014, Vicky Beeching declaró igualmente ser lesbiana, contando igualmente cómo la tensión de mantenerse en el armario le había acarreado problemas de salud en forma de síndrome de fatiga crónica. Todos estos artistas tuvieron que pagar un alto precio por su honestidad: se vieron en gran medida apartados de los canales de radio habituales para su música y dejaron de recibir invitaciones para ir a numerosas iglesias.
Ahora, Trey Pearson es consciente de que puede afrontar dificultades similares, aunque también es cierto que incluso en el cristianismo evangélico hay movimientos hacia una mayor inclusividad. Como señala Randy Potts en The Guardian, la salida el armario de Pearson ha sido muy distinta de la suya, años atrás también en un entorno cristiano evangélico. Entonces, su mujer le gritaba “maricón” por la calle e intentaron afirmar de él que no podía estar cerca de sus hijos. “Hablando con Trey ayer (…) sentí un inmediato afecto y afinidad por un compañero de viaje que, 10 años después, parece estar a años luz de mi trayectoria”, afirma.
En cualquier caso, en medio de una auténtica guerra cultural —donde el cristianismo conservador ha tomado la realidad LGTB como una de sus grandes batallas— resulta esperanzador que, dentro de ese mismo campo evangélico, salgan voces que dejen claro que las personas LGTB, en realidad, están en todas partes. Sea como sea, Trey ya es libre: “No estoy preocupado. Soy libre. Me siento como si no hubiera nada que ocultar, y ya no queda nada que temer. Nadie puede hacerme nada porque he experimentado esta libertad, y es el sentimiento más maravilloso del mundo”.
Funte Dosmanzanas
Cristianismo (Iglesias), General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia., Iglesias Evangélicas, Música
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