Los padres gais se involucran más que los heteros en las vidas de sus hijos
El investigador Andrew Leland refuerza la idea de que los padres homosexuales se involucran más en la vida social y escolar de sus hijos.
Los niños, eso sí, no muestran diferencias en su desarrollo al compararlos con los de familias heterosexuales.
Andrew Leland es un estudiante a punto de sacarse un doctorado en Educación por la Universidad de Rutgers que después de haber estado mucho tiempo trabajando, investigando y haciendo cosas de científicos ha llegado a dos conclusiones importantes sobre las familias formadas por dos hombres gais: los niños crecen igual que en una familia heterosexual y los padres están más involucrados en la vida y el rendimiento escolar de sus hijos. Aclaramos que Leland habla de “padres gais” porque ha estudiado eso, no es que nosotros estemos siendo misóginos.
Vamos, como los heterosexuales. De hecho en casos de parejas en los que ambos miembros trabajan a jornada completa recurren a los mismos recursos de ayuda que las parejas heterosexuales (guarderías, familiares, canguros…). Aunque hay una diferencia importante: cuando reparten las responsabilidades estas parejas no lo hacen según el molde social de quién es el “padre” o la “madre” sino que lo hacen según sus propias habilidades.
El motivo, eso sí, no es porque esos padres sean “mejores” o quieran más a sus hijos que los heterosexuales, sino porque es su forma de luchar contra los prejuicios y de proteger su familia frente a reacciones negativas. Abbie Goldberg, de la Universidad de Clark, realizó un estudio con el que Leland coincide que demostraba que esa mayor presencia de padres gais en las actividades escolares se debía a la necesidad de erradicar prejuicios sobre sus roles parentales y asegurar la visibilidad e inclusión de los hijos de parejas homosexuales; además de adelantarse a posibles encuentros negativos con otras familias o el personal de las escuelas.
En resumen: no es que los padres gais sean mejores que los heterosexuales, pero dado que en la inmensa mayoría de casos los hijos son buscados (en el caso de parejas heterosexuales hay un alto porcentaje de embarazos por accidente) el sentimiento de protección y la necesidad de involucrarse activamente en la vida del niño es mayor. Además las familias homoparentales suelen adelantarse a posibles discriminaciones o prejuicios a base de demostrar sus habilidades como padres, algo que curiosamente no se le exige a ninguna pareja heterosexual.
Fuente | Daily Mail, vía EstoyBailando
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