Por si no fuera suficiente el ataque a los derechos humanos y a la igualdad de las personas que supuso el veto al matrimonio igualitario la pasada primavera, Eslovaquia celebrará un referéndum LGTBfóbico con el pretexto de “proteger a la familia”. La consulta ciudadana previsiblemente se producirá el 7 de febrero de 2015, según ha anunciado el presidente de la república, Andrej Kiska. La organización católica Alianza por las Familias (en eslovaco “Aliancia za Rodinu”) ha sido la principal promotora de esta iniciativa discriminatoria. Para sus integrantes “el cambio de la Constitución no es suficiente” ya que “nos negamos a que Eslovaquia permita experimentos sociales con niños y familias”, en alusión a la adopción homoparental.
La LGTBfobia sigue avanzando en el seno de la Unión Europea. Eslovaquia, país miembro desde 2004, aprobó en junio de este año un artículo en su Constitución que impide el matrimonio a toda pareja no heterosexual. Ahora, planea la celebración de un referéndum para principios de 2015 a instancias de Alianza por las Familias (una asociación similar a la española Foro de la Familia). En un principio, la consulta contemplaba cuatro preguntas, aunque una de ellas fue considerada inconstitucional en octubre. Las tres que han superado el “análisis” constitucional son: “¿Cree que el matrimonio debe considerarse exclusivamente como la unión de un hombre y una mujer?”, “¿Cree que debe prohibirse que las parejas o grupos de personas del mismo sexo puedan adoptar hijos?” y “¿Cree que la escuela no debe poder obligar a los niños a asistir a clases de educación sexual o sobre eutanasia sin que sus padres estén de acuerdo con lo que se les va a enseñar?”.
La única de las preguntas que ha sido excluida perseguía prohibir el reconocimiento de cualquiera de los derechos que tradicionalmente se consideran propios del matrimonio a otras formas de convivencia alternativa, lo que en la práctica cerraba la puerta al reconocimiento jurídico de uniones civiles o incluso de parejas de hecho. El propio presidente de la república, Andrej Kiska, se había opuesto previamente a esta cuestión.
Alianza por las Familias, a través de su página web, ha recogido hasta el momento 420.000 firmas de apoyo a esta consulta discriminatoria (sobre una población de aproximadamente 5.425.000 habitantes). “Nos complace que la enmienda a la Constitución fuera un primer paso necesario para proteger a la familia. Sin embargo, es necesario ir más allá, para evitar el escenario de Croacia, donde después de definir el concepto de ‘matrimonio’ se introdujeron las uniones civiles”, abiertas a parejas del mismo sexo. Así, sin ningún tapujo a la hora de defender una postura tan cargada de odio homófobo, Alianza por las Familias justifica la “necesidad” del referéndum.
Activistas LGTB fomentarán la abstención
Para Romana Schlesinger, directora ejecutiva de la asociación LGTB eslovaca Queers Leaders Forum, “el hecho de votar sobre cuestiones relativas a los derechos humanos, como el derecho a la familia, solo ilustra lo absurdo de la situación”. En este sentido, Schlesinger ha añadido que “vamos a apelar a la gente a no participar en el referéndum. El motivo particular de esta decisión es el principio de que los derechos humanos no se deben votar”. Del mismo modo se ha expresado Martin Macko, perteneciente a Iniciatíva Inakosť, otra agrupación LGTB: “animamos a la gente a no participar en el referéndum”. Este activista, planteaba una pregunta, “si los problemas de las familias eslovacas se resolverán tras la prohibición de adoptar niños a la comunidad LGBT”.
Quien sí ha anunciado su movilización a favor del referéndum es la Conferencia Episcopal de Eslovaquia, ya que “son temas por los que trabaja la Iglesia”. Por su parte, el presidente de la república, Andrej Kiska, ha anunciado que acudirá a las urnas. Sobre la fecha anunciada, el 7 de febrero de 2015, Kiska cree que es una buena opción porque no coincidirá con vacaciones. Asimismo, el presidente espera que los debates durante la campaña y el proceso de referéndum sean “tolerantes” y “respetuosos”. Cabe recordar que Andrej Kiska asumió la presidencia el pasado 15 de junio. A las elecciones se presentó como independiente, compitiendo directamente contra el homófobo primer ministro Robert Fico.
La difícil realidad de Eslovaquia
La situación tanto jurídica como social de las personas LGTB en Eslovaquia, por lo demás, sigue siendo difícil. Las relaciones homosexuales en Checoslovaquia fueron despenalizadas en 1962, y desde 1990 la edad de consentimiento es la misma que la de las relaciones heterosexuales. La incorporación de Eslovaquia a la Unión Europea les llevó a implementar una legislación antidiscriminatoria. Por lo que respecta al reconocimiento jurídico de las parejas del mismo sexo, hasta ahora se han producido tres intentos de regular las uniones civiles, en los años 1997, 2000 y 2012, ninguno de los cuales ha prosperado; tampoco es posible la adopción conjunta.
Eslovaquia forma un bloque con otros países de Europa central y oriental como Polonia, Hungría, Croacia, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia, cuyas constituciones prohíben el matrimonio igualitario.
Fuente Dosmanzanas
General, Homofobia/ Transfobia.
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