El Cardenal de Viena Schönborn carga contra un obispo que comparó las relaciones homosexuales con los campos de concentración… y el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput responde furioso
En cuanto a la bendición de gays la Iglesia “no tiene fórmulas ciertas”
Anima a “encontrar respuestas cuidadas que mantengan a la vista la dignidad” de los homosexuales
“Es y seguirá siendo incomprensible que uno pueda hacer una conexión entre crímenes sistemáticos contra la humanidad y las formas de vida de las personas homosexuales”
Chaput: “Cualquier bendición de uniones homosexuales heriría a la Iglesia”
(Cameron Doody).- “Inaceptables“. De esta forma ha calificado el cardenal Christoph Schönborn los ataques de los elementos más conservadores del catolicismo a la idea de que la Iglesia pueda llegar a bendecir a parejas del mismo sexo. Una cuestión -la del matrimonio homosexual- para cuyos “retos” la Iglesia “no tiene fórmulas ciertas”, ha añadido el purpurado, y como tal está llamada a “encontrar respuestas cuidadas… que mantengan a la vista la dignidad y la salvación de las almas a los que les conciernan”.
El arzobispo de Viena publicó un comunicado este martes en Kathpress en el que lamenta la polémica levantada por los comentarios recientes del cardenal arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, en los que éste afirmó que podría imaginar una forma de bendecir a parejas homosexuales en la Iglesia católica. Polémica que ha llevado demasiado lejos, según el cardenal Schönborn, el obispo auxiliar emérito de Salzburgo, Andreas Laun, quien llegó a comparar las propuestas bendiciones de personas del mismo sexo con la bendición de los prostíbulos, las armas, la mafia o los campos de concentración.
“No es para nada aceptable mencionar el valor de las relaciones de personas del mismo sexo a la vez que se menciona la mafia o los campos de concentración, como ha ocurrido ahora, por desgracia“, manifestó el cardenal Schönborn. “Estas cosas no se comparan. Hablar así es inaceptable”.
El actual arzobispo de Salzburgo y vicepresidente de Schönborn en la Conferencia Episcopal austriaca, Franz Lackner, también cargó contra Laun por sus comentarios lamentables.
“La elección de palabras y comparación son totalmente inapropiadas”, denunció Lackner a Kathpress. “Es y seguirá siendo incomprensible que uno pueda hacer una conexión entre crímenes sistemáticos contra la humanidad y las formas de vida de las personas homosexuales”, añadió.
El respaldo del cardenal Schönborn al cardenal Marx representa un importante paso más en el debate sobre la cuestión del cuidado pastoral de los homosexuales al que llamó el purpurado alemán. Aunque ha habido algunas “voces en el desierto” -como las de Laun o del arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput– que han rechazado la propuesta de Marx en términos homofóbos “inaceptables”, estas voces han sido minoritarias, lo que demuestra la oportunidad de las palabras de Marx animando a reconsiderar cómo la Iglesia “puede enfrentar los desafíos planteados” por los matrimonios homosexuales y las demás “nuevas circunstancias de la vida de hoy”.
Después de que algunos obispos alemanes se manifestaron a favor de la bendición de parejas del mismo sexo, el arzobispo de Filadelfia, Charles Joseph Chaput, lanzó una andanada ante cualquier paso en esa dirección, recalcando que la bendición de uniones gay “minaría gravemente el testimonio de la Iglesiasobre la naturaleza del matrimonio y la familia”.
En una carta a los sacerdotes de su diócesis, y en respuesta tanto al cardenal Marx como al vicepresidente del Episcopado alemán, Franz-Josef Bode, quienes subrayaron esta posibilidad, Chaput resaltó que “la imprudencia de estas declaraciones públicas es preocupante”.
“Cualquier rito de bendición de parejas homosexuales, cooperaría a un acto moralmente prohibido, sin importar cuán sinceras sean las personas que buscan la bendición“, advirtió el prelado estadounidense, quien advirtió que cualquier bendición “confundiría y desorientaría a los fieles, y heriría la Iglesia“. “Lo que sucede en la Iglesia en Alemania sobre un tema tan significativo resuena inevitablemente en la Iglesia, y eventualmente aquí”, añadió el arzobispo de Filadelfia, para quien “cualquier rito de ese tipo iría en contra de la Palabra de Dios y de la constante enseñanza y creencia católica”.
Chaput concluyó su carta al clero local reiterando que “bajo ninguna circunstancia ningún sacerdote o diácono puede tomar parte, atestiguar u oficiar cualquier tipo de unión civil de personas del mismo sexo; o cualquier ceremonia religiosa que busque bendecir tal acto”. Esta medida, explica, no significa un rechazo a las personas, sino que busca “sostener con claridad lo que sabemos es cierto sobre la naturaleza del matrimonio, la familia y la dignidad de la sexualidad humana”.
Mientras tanto, el presidente de los obispos alemanes, cardenal Reinhard Marx, ha confesado la existencia de una comisión dentro de la Iglesia alemana encargada con “preparar” una discusión futura sobre la bendición de parejas gays.
Tal y como informó el Süddeutsche Zeitung, el arzobispo de Múnich y Frisinga descartó que esta cuestión formara parte de las conversaciones entre el episcopado en su asamblea primaveral en Ingolstadt que echó a andar ayer y durará hasta el jueves. Si bien no está en la agenda para estos días, no obstante, el purpurado sí reveló que un grupo ya está investigando la posibilidad de ofrecer ritos especiales a personas homosexuales, pero eso sin un mecanismo ya establecido ni un plazo específico para llegar a sus conclusiones.
El pasado 3 de febrero el cardenal Marx declaró que en la Iglesia “no tenemos reglas” a la hora de decidir si bendecir a las personas y parejas gays, con lo que no valen las “soluciones generales” y “tengo que dejarlo al pastor sobre el terreno, acompañando a un individuo con cuidado pastoral”.
Las confesiones del purpurado -miembro de consejo de cardenales asesores del Papa Francisco (el conocido como G9) y como tal uno de los hombres más cercanos al pontífice- vinieron después de que el obispo de Osnabrück, Franz-Josef Bode, sugiriera en enero que la Iglesia podría “pensar en una bendición que no debe confundirse con un enlace matrimonial“, ya que “el silencio y los tabúes” sobre la homosexualidad “no conducen a nada” y solo “crean confusión”.
Fuente Religión Digital
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