La Iglesia de Inglaterra ha puesto finalmente por escrito y ha aprobado formalmente su compromiso para luchar contra la homofobia en las 4.700 escuelas que administra en Reino Unido y que dan servicio actualmente a uno de cada tres alumnos del país. La nueva directiva de enseñanza oficial de la iglesia seguirá estableciendo que la homosexualidad está fuera del ideal marcado por Dios y que por lo tanto es un pecado, pero no permitirá que se hable de manera negativa de la homosexualidad más allá de este concepto, así como vigilará especialmente que no se discrimine o ataque a ningún alumno por su orientación sexual. La homosexualidad estará incluida además como una realidad en el plan de estudios, que reconocerá la variedad de familias posible, y también se mencionará en las clases de educación sexual para los alumnos de secundaria, que contarán con material educativo de colectivos LGBT como Stonewall. Las nuevas directivas ya han sido presentadas por la cabeza de la Iglesia de Inglaterra, el arzobispo Justin Welby.

“El sentido de que algo esté bien o mal no justifica otro mal. Así que no hay nunca razón para que porque se diga que una particular forma de comportamiento, sea esta o cualquier otra, está mal, esté justificado decir que está bien maltratar a alguien. Maltratar a alguien es siempre, invariable, inaceptable y totalmente incorrecto”, ha destacado Welby, que ha recordado como anteriormente ya se había mostrado dispuesto a atajar el problema del bullying en los colegios. “Esta directiva busca ayudar a los colegios a expresar el amor de Dios asegurando que ofrezcan un lugar seguro y acogedor para todos los hijos de Dios. Esta es una tarea que estamos llamados a compartir y sé que nuestros colegios se la toman tremendamente en serio”, ha concluido.

La directiva reconoce que en muchos casos la comunidad LGBT está directamente involucrada en la vida del centro escolar, ya sea porque hay profesores que son gays o lesbianas, porque hay alumnos que provienen de familias homoparentales o porque “en la mayoría de las escuelas secundarias un número reducido de alumnos saldrán del armario como gays”. Pero además de intentar evitar la discriminación a las minorías sexuales, las directivas también mencionan que evitarán la discriminación hacia los que opinen que la homosexualidad no debe tolerarse y prevé que se creen espacios seguros también para ellos.

Esta nueva directiva no cuenta con los apoyos de toda la Iglesia de Inglaterra. Tal y como recoge la prensa local, las voces más conservadoras han criticado duramente estas medidas. “El paquete está basado en una premisa falsa: la noción de que el bullying homofóbico requiere una atención particular. Necesitamos parar todo el bullying. El informe incluye estadísticas dudosas proveídas por el lobby gay; no hay estadísticas independientes. Esto es la Iglesia cayendo en la propaganda de Stonewall a expensas de sus propias enseñanzas morales”, sostiene Andrea Minichiello, miembro del Sínodo General. Otros han optado por un argumento aritmético, como Simon Calvert, del Instituto Cristiano: “El bullying es malo y las escuelas de la Iglesia deben atajarlo de un modo claramente cristiano. La guía menciona a Jesucristo solo dos veces y a Stonewall nueve veces. Creo que muchas escuelas religiosas pensarán que ese balance está mal”.

Fuente Ragap

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