Amnistía Internacional pone en marcha una campaña de apoyo a la periodista sancionada por “propaganda homosexual” en Rusia
Hace unas pocas semanas nos hacíamos eco de la sanción impuesta por la justicia rusa, en aplicación de la ley contra la “propaganda homosexual”, a la web Deti-404 (Muchachos-404). La página, que brinda apoyo a los adolescentes LGTB, es un proyecto impulsado por la periodista Elena Klimova y corre el riesgo de desaparecer. Para evitar dicho extremo y respaldar a Klimova, que también ha sido sancionada, desde la organización no gubernamental Amnistía Internacional se ha iniciado una campaña en la que se denuncia que “se ha violado su derecho a un juicio justo” y se invita a la ciudadanía a dirigirse a la administración rusa por declararla culpable.
El organismo gubernamental de control de los medios de comunicación de Moscú, denominado Roskomnadzor, presentó el pasado noviembre un escrito en el juzgado afirmando que había recibido 130 cartas de protesta contra Deti-404, una web auspiciada por la periodista Elena Klimova. En dicho escrito alegaba que la información publicada por esta organización podía “crear la impresión entre los niños de que ser homosexual es ser una persona valiente, fuerte, segura y que se respeta a sí misma” y que, por consiguiente, podría crear “una actitud positiva hacia las relaciones sexuales no tradicionales”.
El Roskomnadzor ha respaldado su homófoba denuncia con la “declaración de testigo” del responsable de Mediagvardia, un proyecto dirigido por el movimiento juvenil progubernamental Molodaia Gvardia (que en castellano significa Joven Guardia). Tal y como recuerda Amnistía Internacional, los miembros de Mediagvardia navegan por internet para identificar sitios webs y grupos en las redes sociales que consideran ilegales, y los denuncian al Roskomnadzor y a la fiscalía, solicitando que sean bloqueados.
Aunque la miopía burocrática y legal de la administración y de la justicia de Rusia impida reconocer las bondades de Deti-404 se trata una plataforma de apoyo a los jóvenes LGTB rusos. Los adolescentes LGTB pueden enviar cartas, fotografías o trabajos en los que expresar y compartir sus temores, sus angustias, su soledad, etc. en una etapa de la vida que es siempre difícil, pero que lo es aún más cuando el ambiente que rodea es manifiestamente hostil. El mismo nombre del espacio web hace referencia al mensaje de error que se muestra cuando no se encuentra una página, como símbolo de la soledad en que se encuentran los niños y adolescentes LGTB rusos. Desde la página se les ofrece, además de ese espacio, artículos, vídeos, noticias e información diversa que puedes ser de su interés, así como números de teléfono desde donde pueden ofrecerles apoyo psicológico.
Un juez del Tribunal de Distrito de Dzerzhinsky (en Nizhnii Taghil) vio caso del Roskomnadzor contra Elena Klimova y Deti-404 el pasado 23 de enero. El magistrado se negó a aplazar la vista a pesar de la ausencia por enfermedad del abogado de Elena Klimova. Amnistía Internacional recalca que al no poder asistir su abogado “se violó el derecho de la acusada a un juicio con las debidas garantías”. El juez también rechazó una solicitud anterior de Klimova para que se realizara un peritaje alternativo del contenido de las páginas web de Deti-404, alegando que ella ya había visto opiniones de peritos a favor y en contra de dicho contenido, por lo que una nueva evaluación no representaría ninguna diferencia.
Al final, Klimova fue declarada culpable de “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales entre menores” y condenada a pagar una multa de 50.000 rublos (690 euros, 730 dólares) de multa. Por si no fuera suficiente, Mediagvardia trata de cerrar Deti-404, que se ha convertido en una valiosa fuente de apoyo para miles de adolescentes LGBTI, incluidos los que corren el riesgo de autolesionarse o suicidarse.
La ONG Amnistía Internacional ha puesto una campaña en marcha para defender los derechos de Klimova (ignorados por el LGTBfóbico sistema judicial y administrativo de Rusia) y denunciar las tropelías y los intentos de acabar con Deti-404. Hasta el próximo 13 de marzo animan a todos los ciudadanos (tanto rusos como de cualquier otro país) a escribir a diversos representantes rusos expresando su disconformidad: al Fiscal de la región de Sverdlovsk, Sergei Alekseevich (sverdloblprokuratura@mail.ru), al Jefe del Roskomnadzor, Alexander Aleksandrovich (rsoc_in@rkn.gov.ru) y recomiendan poner el copia a la Defensora de los Derechos Humanos de la Región de Sverdlovsk, Tatiana Georgievna (ombudsman@midural.ru).
Esta sentencia es una muestra más de la homofobia de estado vigente en Rusia, representada sobre todo por la legislación aprobada en 2013 por el Parlamento ruso, que prohíbe informar positivamente sobre “relaciones no tradicionales” a menores y que ha servido para acallar, como en este caso, cualquier reivindicación de los derechos LGTB, con continuadas detenciones de aquellos activistas que valientemente se resisten a permanecer en silencio. También han tenido lugar despidos de funcionarios que declaran abiertamente su orientación sexual y cierres de medios que respaldan las reivindicaciones de los activistas. Por no hablar del acoso policial y vecinal a las dueñas de un local de ambiente lésbico que se atrevieron a publicar en redes sociales unas fotografías en las que aparecían besándose en un avión delante del político y conocido activista homófobo Vitaly Milonov.
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