Una fotógrafa alega que no hacer fotos de una boda gay es “libertad de expresión”
Hay derechos que son incuestionables en una democracia. El derecho a la libertad de expresión es uno de ellos. Pero para algunas personas no consiste solo en la libertad de dar la opinión, sino también de discriminar a quienes piensan de manera distinta. De algún modo este es el argumento que están defendiendo los Huguenin. Ambos regentan un negocio de fotografía en Alburquerque, en Nuevo México. Y para ambos, Jon y Elaine, es perfectamente legítimo negarse a fotografiar una ceremonia de boda gay. Su argumento quedaría en anécdota si no fuera porque el Tribunal Supremo está dispuesto a dictaminar si tienen razón o no, según Usa Today.
La historia se remonta a siete años y medio atrás. Entonces Vanessa Willock se puso en contacto con Elaine para encargar el reportaje de boda de su enlace con su novia, Misti Collinsworth. Pero cuando la señora Huguenin supo que se trataba de dos mujeres la respuesta fue contundente: solo hacen reportajes de bodas tradicionales. Por supuesto, Willock y Collinsworth no tuvieron problema para encontrar otro fotógrafo para su enlace, pero no quisieron dejar ese tema en el aire y demandaron al estudio de fotografía a la comisión de Derechos Humanos de Nuevo México, por entender que la actitud de estos profesionales incumplía la legislación contra la discriminación en el estado.
Tanto la comisión como el Tribunal Supremo dieron la razón a las demandantes y dejaron claro el alcance del derecho a la libertad de expresión en este caso concreto. “Podrían… poner un anuncio en su web o en su estudio advirtiendo de que se oponen al matrimonio del mismo sexo, pero tendrían que cumplir las leyes antidiscriminación aplicables”, señalaba la sentencia. Pero para los Huguenin el caso no se queda ahí y alegan que cuando se trata de un trabajo expresivo o artístico sí debería estar permitido negarse a prestar el servicio. No así, en su opinión si se tratara de una cafetería que se niega a servir comida a parejas gays.
“De particular relevancia aquí es la sincera creencia religiosa de los Huguenin de que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Creen que si fueran a comunicar un mensaje contrario sobre el matrimonio, como por ejemplo, contando la historia de una ceremonia de boda polígama, estarían desobedeciendo a Dios”, explican en la apelación. “Todos están protegidos por leyes que apuntan al contenido expresivo de sus bienes y servicios, pero nadie tiene el derecho constitucional a jugar con reglas distintas en el mercado público”, argumento el abogado de la pareja de chicas, Tobias Barrington Wolff, profesor de la Universidad de Pennsylvania.
Foto: Jon y Elaine Huguenin. Usa Today
Fuente Ragap
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