“No estamos obligados a aceptarla”: El párroco homófobo de San Pedro (Albacete), Óscar Robledo, advierte a los homosexuales de que “no son queridos” por Dios.
Gente así debiera ser denunciada por la propia Fiscalía y expulsada del sacerdocio. Hay que tener muy poca vergüenza para afirmar que “No se juzga ni se acusa, ni se señala, ni se rechaza a la persona, pero su forma de vivir, esos criterios que se van desarrollando, nosotros no estamos obligados a aceptarla”,.. Él juzga, acusa señala y rechaza… Estos discursos son los que arman intelectualmente a los salvajes que atacan…
El párroco del municipio de San Pedro (Albacete) sostiene en plena misa que “estamos siendo adoctrinados. Hay muchas cosas que sabemos que, desde la ética cristiana, no pueden ser aceptadas”
El cura de San Pedro (Albacete), Óscar Robledo, ha utilizado el púlpito de su iglesia para asegurar que la sociedad está siendo “adoctrinada“ y que los homosexuales no son algo “normal” ni “querido por Dios”.
Según publica La Vanguardia, el párroco utilizó la homilía del 14 de agosto para defender esta tesis homófoba. “Estamos siendo adoctrinados. Hay muchas cosas que sabemos que, desde la ética cristiana, no pueden ser aceptadas”, argumenta, para justo después poner un ejemplo: “Y nosotros poco a poco las vamos asumiendo como algo normal, como algo querido por Dios. Por ejemplo, la situación de parejas del mismo sexo”.
El cura sostiene que la homosexualidad es algo que “hoy por hoy, se ha vuelto común“, pero eso no implica ser “normal” ni “querido por Dios”. “Cada persona es libre en sus decisiones, pero eso no quiere decir que tenga que ser aceptada como algo normal, como lo correcto. No se juzga ni se acusa ni se señala ni se rechaza a la persona, pero no estamos obligados a aceptar su forma de vivir“, defiende.
El cura no solo está en contra de las parejas del mismo sexo, sino que insiste en que el lenguaje inclusivo es “excluyente“: “El detalle que a mí me parece contradictorio es que ese lenguaje rechaza a los otros. Ya no hay que decir todos y todas, sino todes. Entonces no es inclusivo, es excluyente“.
Pero el párroco fue mucho más allá y llegó a alertar sobre una supuesta corriente para normalizar y despenalizar la pederastia bajo el escudo de la ideología de género. “La académica canadiense (que defiende esa supuesta tesis) y otros muchos más que promueven estas ideas, las están tomando también para borrar la línea que hay entre el niño y el adulto, para llegar a decir que no existe niño ni existe adulto, sino que todos somos lo que somos. Por lo tanto, los que hoy son catalogados como pedófilos ya no son calificados como delito ni como una gravedad psicológica, sino que es una identificación sexual. Por lo tanto, el varón tiene derecho y el niño está en su deber de asumir una relación con el adulto”.
Algunos vecinos puntualizaban que “A través de un texto bíblico, y la propia interpretación de Óscar Robledo, se lanzaron mensajes que animaban a la no aceptación de las relaciones entre personas del mismo sexo apelando a “su forma de vivir”. Del mismo modo, expresaban que el sacerdote “decidió que un lugar de culto religioso era un estupendo sitio para hablar sobre la “ideología de género”, criticando el lenguaje inclusivo como algo “excluyente”. Y añaden que estas acusaciones “quizás pretenden desviar la mirada de sus feligreses de todos los casos de abusos sexuales a menores que se están destapando en el seno de la Iglesia Católica, y de los muchos que seguirán saliendo a la luz, lamentablemente”.
Para terminar de arreglarlo y ante la repercusión montada, el párroco trataba de arreglar el desaguisado empeorándolo aún más y sin pedir perdón atendía a El Digital de Albacete para aclarar lo ocurrido durante la celebración que ofició el pasado domingo. Detallaba que durante su homilía estableció tres ideas, haciendo referencia en la primera de ellas “a las parejas del mismo sexo, pero no a las personas individuales sino al tipo de relación”.
Explicaba el sacerdote que “desde el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia esto no se permite ni se acepta como la forma habitual”, y añadía que durante su homilía “aclaré este aspecto diciendo que en ningún momento la Iglesia ni atacaba, ni acusaba, ni juzgaba a las personas que establecieran este tipo de relaciones, sino que por el contrario las acogía”. Además, remarcaba que con sus palabras “también invitaba a las personas a que si en su familia tenían esta realidad, de personas que establecen relaciones con otra persona de su mismo sexo, había que acogerlas y valorarlas”. Del mismo modo, aclaraba que “no señalé ni ideologías concretas, ni hice referencia a ningún grupo ni colectivo concreto”, y consideraba que “de alguna manera, se nos está vendiendo en la sociedad la idea de que esto es lo común”, algo que puntualizaba “desde el Evangelio tenemos que estar en disposición de saber que no es lo mandado por Dios”! “Desde el punto de vista del Evangelio y la Doctrina de la Iglesia no lo es”.
Con relación a las palabras relacionadas con la pedofilia aclaraba Óscar Robledo que “hacía referencia a una académica que en sus escritos trata de expresar que la línea que diferencia al varón y a la mujer no debería existir y basándome en otros aspectos indicaba que hay una intención también de borrar la línea entre el menor y el adulto”. Al respecto, consideraba que en el caso de producirse la eliminación de esta distinción entre menores y adultos “podemos estar ante la posibilidad de caer en este riesgo”.
Nuevamente el cura de San Pedro remarcaba que tras esta reflexión “en ningún momento mencioné que la ideología de género o que un determinado grupo estaba promoviendo esto, no he acusado a nadie, ni a ninguna persona, ni a ningún grupo, simplemente he puesto de manifiesto que se nos están vendiendo estas opciones como lo habitual, pero desde el Evangelio no es así”.
Defendía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, pero dejaba claro que la Iglesia acoge a todas las personas con independencia de a quien escojan amar. Subrayaba que durante su homilía “ni siquiera utilicé el término homosexualidad, ni ataqué a personas concretas ni a colectivos de ningún tipo”, añadiendo que “hablé de la sociedad y de la cultura que nos rodea”.
Unas palabras que no eran bien acogidas por todos los vecinos de San Pedro. En declaraciones a la cadena SER, el alcalde de San Pedro, Daniel Sancha (PSOE), ha adelantado que el Ayuntamiento de la localidad albaceteña, de poco más de mil habitantes, ya ha comunicado al párroco “que no compartimos sus palabras y las condenamos de manera rotunda”. “No vamos a permitir este tipo de discursos porque somos un pueblo comprometido y abierto con todos los colectivos”, ha añadido el máximo responsable del Consistorio.
Además, varios colectivos en defensa de los derechos del colectivo homosexual, sindicatos, juventudes y partidos han firmado un comunicado conjunto en el que acusan al presbítero de San Pedro de “promulgar un discurso de odio contra la dignidad de las personas LGTBIQ+“.
https://twitter.com/jsp_albacete/status/1559990396582764545?s=21&t=HxEKforJb6LpfpAuzQ59jQ
“La estrategia del miedo y la mentira, una vez más, ha sido utilizada para sembrar odio o discordancia entre colectivos que conviven cada vez mejor en armonía, con respeto y aceptación de las diferencias individuales”. Además consideran que “no existe una orientación sexual más válida que otra, no existe una identidad más válida que otra, ni existe una expresión de género más válida que otra”. Por tanto, remarcan que “la dignidad de las personas prevalece frente a discursos que pretenden generar confusión o miedo a las minorías”.
Queremos manifestar y denunciar públicamente nuestro rechazo rotundo a las palabras de este párroco e invitarle a que se acerque y conozca nuestra realidad que, desde luego, dista mucho de los estereotipos y prejuicios que destilo en la liturgia del pasado domingo”, han añadido, entendiendo las palabras del cura como “un ataque grave a la convivencia entre personas de diferentes orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género, así como una forma malintencionada de asociar sexualidades concretas a la pederastia”.
Igualmente instan “a las instituciones y entidades comprometidas con los valores democráticos de igualdad a que se pronuncien sobre un caso tan grave que afecta a la convivencia y a la dignidad de toda una comunidad y a sus familiares”.
Fuente La Sexta/El Español
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