Ser peluquero o tomar Baileys, pruebas suficientes para encarcelar gays en Camerún
Extremadamente surrealista. Ser peluquero o tomar Baileys se han convertido en pruebas suficientes para encarcelar a hombres acusados de “homosexulidad” en Camerún. Un abogado camerunés especializado en derechos humanos ha descrito cómo los tribunales de este país africano utilizan estereotipos de género para condenar a los gays sospechosos.
Michel Togue es un abogado que asegura haber defendido a decenas de personas acusadas de sexo gay, de las cuales muy pocas fueron realmente sorprendidas en el acto. Así lo afirma en una entrevista concedida a ThinkProgress. Por ese motivo, en muchas ocasiones la policía recurre a estereotipos para detenerlos. Entre ellos, la profesión a la que se dedican los acusados. “Que trabajen en una peluquería es una prueba que los tribunales consideran para mandarlos a prisión”, explica el jurista.
El abogado también denuncia que si los arrestados son pillados consumiendo “una bebida para mujeres”, también ingresarían en prisión condenados por “homosexualidad”. De hecho, un juez condenó a uno de sus clientes por tomar Baileys Irish Cream, una bebida que el juez consideraba “solo para mujeres”.
Camerún castiga la homosexualidad con multas y penas de hasta cinco años de prisión, en función del Artículo 347 Bis de su Código Penal.
Muchos individuos han sido acusados por sus propios familiares o vecinos, e incluso por sus ex amantes, aunque en un caso el denunciante también fue arrestado. Togue relata que recientemente trató de liberar a dos mujeres que habían sido acusadas por sus vecinos. Sin embargo, ninguno las había visto practicando sexo. El abogado sostiene que incluso en los casos en los que fuesen descubiertos en pleno acto sexual, esto supondría una violación de la privacidad, que también es ilegal. “Para pillar a las personas que tienen relaciones sexuales, para atraparlos en el acto, hay que quebrantar la ley. Tienes que violar su intimidad, lo que supone un delito”, explica. “Pero la policía no se ocupará del delito de la violación de la intimidad, sino que se centrará en el hecho de que dos personas del mismo sexo son descubiertas manteniendo relaciones”, añade.
“Una persona homosexual es nuestro amigo, es nuestro hermano, es nuestra hermana, es parte de nuestra familia; no es un extraño, no alguien que viene de fuera”, apunta el abogado, que espera que la población camerunesa tome consciencia y llegue a tolerar algún día a la población LGBT.
Y es que los casos de homofobia en este país son flagrantes. Son raras las ocasiones en las que son liberados antes de completar la sentencia. Un ocasión particular ocurrió en noviembre de 2011, cuando dos jóvenes fueron detenidos y encarcelados por “vestir como mujeres e ir maquillados”. Tuvieron que esperar dos años para salir de prisión.
Amnistía Internacional ha recogido más de 8.000 firmas para que la población camerunesa no vaya a prisión por su orientación sexual o identidad de género.
Fuente Ragap
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