Niñas que se desarrollan como chicos a los 12 años. La complejidad de la intersexualidad
Probablemente los intersexuales se encuentren entre las personas que más discriminación sufren por culpa de que hoy en día poca gente comprende su situación. No hace mucho me encontré en un evento social de trabajo en el que se empezó a desprestigiar a una famosa por que se rumorea que “en realidad es un hombre”, es decir, que sufre el síndrome de Morris.
El síndrome de Morris se da cuando una persona con genes XY -es decir, masculinos- es inmune a los andrógenos, por lo que no desarrollará ningún rasgo masculino y será una chica totalmente normal excepto por el hecho de tener un aparato reproductor interno incompleto, por lo que nunca tendrá la regla ni podrá tener hijos. Muchas de estas chicas se enteran de su condición genética justamente cuando van al médico porque la menstruación no llega y necesitan una exploración médica profunda para detectar el síndrome.
Pero este no es el único caso en el que una insensibilidad da lugar a una intersexualidad. Probablemente el caso más impactante es el de los Guevedoces -que significa huevos a los doce- y literalmente sucede eso, son bebés que nacen con cuerpos totalmente femeninos y que a los 12 años les empieza a crecer el pene y se desarrollan como hombres normales.
Esta es una anomalía muy extraña que prácticamente sólo tiene lugar en el sur de la República Dominicana, pero allí la concentración de casos es muy elevada, tanto que en el pueblo de Las Salinas alrededor de uno entre cada 90 niños son educados como niñas hasta que llega la pubertad y empiezan a desarrollar el pene.
Los Guevedoces, como se les conoce en la República Dominicana, son bebés que nacen con una deficiencia de 5-alpha-reductasa, una enzima que convierte la testosterona en dihidro-testosterona, la hormona que desarrolla las características masculinas en los niños hasta que, al llegar la pubertad, empieza la segunda fase de masculinización donde ya es la propia testosterona la que hace efecto en el cuerpo.
Al no poseer una enzima esencial para el desarrollo de bebés masculinos estos aparentarán ser niñas, hasta que empiecen a segregar de nuevo testosterona en la pubertad. A partir de ese momento parecen ser capaces de vivir una vida normal como hombres y con un aparato reproductor totalmente funcional con producción de esperma, con la única diferencia de que, al parecer, sus penes son algo más pequeños.
Para entender la intersexualidad sólo es necesario comprender que el género físico no lo definen en su totalidad ni los genes, ni las hormonas, pero que la naturaleza es sabia y un pequeño error no evita que esa persona pueda vivir una vida completa y feliz.
Estos son sólo dos tipos de intersexualidad, existen otros muchos. Algunos de ellos dan como resultado personas que a simple vista son mujeres, otros que son hombres y otros en los que los médicos dudan, pero todos ellos son personas que merecen nuestro respeto y que pueden ayudarnos a destruir la idea del género binario.
Fuente | IFL Science, vía AmbienteG
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