Apenas cuatro de 35 países americanos firman contra la discriminación y homofobia.
Manifestaciones en Paraguay contra el matrimonio gay
A falta de pocas horas para la realización de la 44ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), tan sólo cuatro países de 35 posibles firmaron la convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia, decisión que ha despertado críticas desde diferentes organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos en América Latina. Tan sólo cuatro países se comprometieron a ‘desterrar todo tipo de discriminación y promover la tolerancia’.
La carta que busca la firma de los países miembro reafirma ‘el compromiso determinado de los Estados Miembros de la OEA con la erradicación total e incondicional de toda forma de discriminación e intolerancia, y la convicción de que tales actitudes discriminatorias representan la negación de valores universales como los derechos inalienables e inviolables de la persona humana’, al mismo tiempo reconoce ‘la obligación de adoptar medidas en el ámbito nacional y regional para fomentar y estimular el respeto y la observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los individuos y grupos sometidos a su jurisdicción, sin distinción alguna‘. Los firmantes acuerdan una serie de 22 artículos que van desde la definición de discriminación hasta cuáles son los derechos protegidos, los deberes del Estado, los compromisos asumidos por los Estados Partes para adoptar legislaciones que definan y prohíban la discriminación y la intolerancia, entre otros aspectos.
Sin embargo, estas buenas intenciones no tuvieron más que la aceptación por escrito de Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay. La nación que fue más lejos en su negativa -y cobra más valor precisamente por ser el país anfitrión de la Asamblea General- fue Paraguay, con su canciller Eladio Loizaga como vocero de la noticia.
La postura gubernamental de no acompañar la carta recibió apoyos desde la comunidad católica -por ejemplo- y del Poder Legislativo, pues la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de declaración ‘que de aprobarse la convención se estaría atentando contra la familia y los valores tradicionales de la sociedad paraguaya’.
Según abogados penalistas de Paraguay, los países que no adhieran al convenio se avienen a sanciones diplomáticas internacionales.
VIA El Mundo
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