Del blog de Xabier Pikaza:
Navidad, historia de De Dios
Concebido por el Espíritu Santo, Dios en la historia
Presenté el otro día (31, 12.19) una reflexión sobre la “maternidad carnal” de María (y de José) en el contexto de la “encarnación de Dios”. Hoy, ante el segundo domingo de la Navidad (5.1.20) sigodesarrollando ese tema y lo hago en dos partes complementarias.
1 Primero presento de forma esquemática seis misterios del nacimiento y seis de la vida oculta de Jesús, tal como los he desarrollado en Biblia-Ciudad, como “misterios” gozosos del gran “rosario” divino de la vida humana
2 Después reflexiono el misterio-base de la humanidad de Dios, encarnado por el Espíritu Santo… insistiendo en el principio básico de la divinización de los hombres y mujeres, que nacemos de Dios, somos sus hijos, insertos como estamos en su Navidad, que es el principio y sentido de nuestro nacimiento y vida humana.
1. Seis misterio del Nacimiento de Jesús, con Mt 1-2 y Lc 1-2
Jesús nació en torno al 6 aC, pues los cálculos de un monje de Escitia (en la actual Rumanía), llamado Dionisio el Exiguo (a principios del VI dC), para datar el año del nacimiento de Jesús (que han fundado la “cronología” cristiana, ahora casi universal), están equivocados. Jesús no nació el año cero/uno d.C., sino en torno al 6 aC.Marcos no habla de ese nacimiento, empieza con bautismo de Jesús; el Evangelio de Juan se remonta a la generación eterna del Verbo-Hijo de Dios, no a su origen humano. Pero Mateo 1-2 y Lucas 1-2 han tratado, de formas diversas y complementarias, de ese nacimiento, en el que se pueden distinguir seis misterios:
1. Anunciación (Lc 1, 26-38; Mt 1, 18-25)
Como en el nacimiento de las grandes figuras del AT (Samuel, Sansón) y de Juan Bautista (Lc 1, 6-25), el ángel de Dios anuncia a María (Lc 1, 26-38) o a José (Mt 1, 18-25) la concepción divina de un hijo (por obra del Espíritu Santo), que se llamará Jesús, y será salvador de los hombres. Este anuncio ha marcado el comienzo de la experiencia y salvación cristiana.
2. Visitación (Lc 1, 39-56)
Lc 1 ha vinculado las anunciaciones y nacimientos de Juan Bautista y Jesús, creando un paralelo entre ambos. En ese contexto introduce la visitación (1, 39-56), situando en el comienzo de la salvación a dos mujeres y madres: (a) Isabel que es el signo del AT; (b) María que es la Madre del Señor mesiánico (1, 43), que será muy importante en el culto de la Iglesia.
3. Nacimiento (Lc 2, 1-21; Mt 2, 1-2)
En Belén, ciudad de David, cumpliendo así las promesas. Mateo supone que sus padres vivían allí; Lucas afirma que fueron desde Nazaret para empadronarse, según ley romana. Desde ese fondo, Lucas presenta el nacimiento de Jesús como “evangelio” (buena noticia) en la línea de los relatos romanos en los que se anunciaba el nacimiento del emperador
4. Presentación (Lc 2, 22-35)
Lucas ha puesto de relieve la importancia del templo de Jerusalén donde Jesús fue ofrecido ante el Dios de Israel (su Padre), siendo recibido por Ana y Simeón. En este contexto añade que sus padres cumplieron las leyes del AT sobre los hijos primogénitos, destacando la espada de dolor que ha de atravesar el “alma” de María, madre mesiánica.
5. Epifanía
Mt 2, 1-13 destaca la importancia de Belén (ciudad de David), donde vie-nen los “magos” de Oriente a venerar al Rey de los Judíos, que se manifiesta (epifanía) como salvador universal. Herodes, rey judío impuesto por Roma, quiso matar a Je-sús, a quien sus padres llevan exilado a Egipto, donde estuvieron los hebreos al principio (cf. 2, 19-23).
6. Matanza de los inocentes
En el contexto anterior ha introducido Mt 2, 16-18 la historia de los niños de Belén, asesinados por He-rodes, que quiso matar a Jesús (y no pudo). Así ha destacado la tragedia de Israel que, al rechazar a Jesús, se destruye a sí mismo, matando a sus hijos (cf. Ex 11-13). El nacimiento de Jesús se integra así en la historia de muerte de la humanidad.
Textos comparativos. Muchos textos antiguos de tipo mítico/simbólico evocan las “relaciones” entre dioses y mujeres, con el nacimiento de seres divino. Pero los relatos de Mt y Lc no hablan de esas relaciones, sino de la presencia creadora del Espíritu de Dios en la concepción y nacimiento humano de Jesús. En ese contexto se puede citar una tradición antigua de Henoc Eslavo 71, 1- 8, que habla de la generación de Melquisedec (sin origen humano: cf. Hbr 7, 3), y un pasaje de la Crónica Siríaca de Zuqnin, que habla de una estrella que guía a unos magos al lugar donde nace un niño. En perspectiva teórica (teológica), cf. Filón, Cherubim 44-48 y Plutarco, Vida de Numa 4, 3-5.
Contexto temporal, histórico:
– Año del nacimiento. Tanto Mateo como Lucas suponen que Jesús nació en tiempo del rey Herodes (que muere el 4 aC, bajo el emperador Autusto de Roma), pero las perspectiva de su relato son diferentes:
– Mt 2,1-23 cuenta el nacimiento y primera infancia de Jesús en un contexto judío, bajo el rey Herodes, que por miedo a Jesús, Rey de los Judíos, hace matar a los niños betlemitas de menos de dos años (2, 16). Desde ese fondo se ha venido suponiendo que Jesús nació dos años antes de la muerte de Herodes, en torno al 6 aC.
– Lc 1, 5 supone que Jesús fue concebido y nación en tiempo de Herodes, rey judío, pero destaca el contexto romano de su origen y de su obras, bajo Cesar Augusto, en el tiempo del censo Cirino (cf. 2, 1-2), dato que ha de tomarse simbólicamente, pues tal censo aconteció en torno al 6 dC, tras la deposición de Arquelao, hijo de Herodes. La relación de Jesús con a Augusto es importante, pues él había establecido una “era de paz” (que a su juicio sería universal), tras suponer que había vencido y sometido a los cántabros y astures de España, en torno al año 24 aC).
Seis misterio de la vida oculta de Jesús: Mt 1-4; Lc 1-4; Jn 1-4
Los evangelios no describen expresamente la educación/maduración de Jesús, como si no conocieran el tema, o no le dieran importancia, sino que le presentan como ya maduro, anunciando el Reino de Dios en Galilea (Mc 1, 14 par). A pesar de ello ofrecen rasgos importantes para conocer su despliegue mesiánico,suponiendo que él se educó en la “escuela” de una familia piadosa, muy interesada en la esperanza mesiánica de Israel (como indican los nombres de sus hermanos: Mc 6, 3 y la referencia a José en Lc 4, 22). Era posiblemente un “nazoreo” (miembro de una comunidad de judíos observantes). Conocía bien las tradiciones de su pueblo (Moisés y los profetas, las promesas de Dios y la esperanza israelita). Desde ese fondo se entienden los seis misterios siguientes:
1 Marcos y Juan: en familia y pueblo
Jesús discute con escribas (letrados, hombres de escuela) sobre temas de ley, de forma que todos preguntan: ¿cómo sabe leyes si no ha estudiado? (Jn 7, 15). ¿De dónde le viene esta sabiduría? (Mc 6, 2). Esos evangelios suponen que él se ha educado en familia, en la vida misma de su pueblo (es judío galileo). No ha cursado la escuela, pero “sabe” y actúa de un modo eficaz, quizá precisamente por ello (Mc 1, 21-28).
2. Niño en el templo (Lc 2, 41-47)
Suponiendo de algún modo la perspectiva de Mc y Jn, esta historia ejemplar de Lc presenta a Jesús adolescente en el templo de Jerusalén (quizá en la ceremonia del Bar Mitzváh, a los 12 años), donde pregunta y responde a los maestros oficiales de la ley, con gran sabiduría. Una historia semejante la refiere de sí F. Josefo (Aut II, 8-9), con cierta vanidad; pero Jesús no ha ido al templo, para quedarse, sino para volver a Nazaret, el pueblo.
3. Artesano/carpintero (Mc 6,3)
Así le define el evangelio de Marcos, suponiendo que aprendió como tekton, artesano, en las durísimas condiciones laborales de Galilea en el primer tercio del I dC. Mt 13, 5 le llama “hijo del artesano”; Lc y Jn omiten ese dato, quizá porque lo consideran poco digno del Mesías, mostrando precisamente por eso su importancia. El trabajo y contacto con la gente oprimida de Galilea ha sido la escuela de Jesús, más que los libros.
4. Discípulo del Bautista
Mc 1, 1-7 par afirman que Jesús estuvo con Juan Bautista, profeta apocalíptico cuya doctrina aceptó y siguió por un tiempo. Juan (cf. 1, 1-24; 3, 22-30; 4, 1-2) le presenta no sólo como discípulos, sino como colaborador (e incluso competidor) de Juan Batista, en cuya escuela aprendió y de la que surgió, integrándose así en la tradición viva de la profecía israelita.
5. Voz de Dios: Bautismo
Fue discípulo de Juan y recibió su bautismo (Mc 1, 9 par), pero los evangelios suponen que su educación fundamental vino después (no en el rito del agua), cuando el mismo Dios se le mostró y le reveló que era su Hijo, dándole su Espíritu (Mc 1, 10-11 par). Su verdadero maestro no fue Juan, sino el mismo Dios, como sucedió también con los grandes profetas de Israel.
6. Nacido de Dios en la eternidad, nacido de la historia de los hombres (Jn 1, 1-14)
Todos estos pasajes y misterios culminan en el evangelio de este domingo, que trata de la Encarnación de la Palabra de Dios, que ha de entenderse como divinización de los hombres, es decir, de todos los creyentes, que, naciendo del deseo de varón y de la sangre-vida de la mujer nacen/nacemos de Dios,
Visión de conjunto. Jesús no fue a una escuela oficial (regentada por rabinos), como las que empezaban a surgir entonces. Pero recibió la educación más rica y realista que podía darse en aquel tiempo, pero no en el templo de Jerusalén o en una escuela de rbinos, sino en el mundo del trabajo (era artesano) y en la tradición profética de Israel, a través de Juan Bautista. Por su propia vida, y no por libro, Jesús representa (asume) las mejores experiencias de Israel, un pueblo donde cada nuevo ser humano (en especial los primogénitos) estaba llamado a encarnar (cumplir y completar) el largo camino mesiánico del pueblo. Naciendo así de Israel, como hijo de José y María, Jesús nace de Dios (es la encarnación de su Palabra), de forma que los creyentes, sus hermanos, nacemos con él como Hijo de Dios.
Contexto:
– Roma: Augusto es emperador hasta el 14 dC (cuando Jesús tiene 20 años). Le sucede Tiberio (del 14 al 37)
– Galilea. A la muerte de Herodes (4 aC) le sucede su hijo Antipas, como “tetrarca (él se llamará rey), hasta el 39 dC, impulsando una política de concentración económica. Bajo su dominio crecerá y madurará Jesús.
– Judea. Del 4 aC al 6 dC gobierna Arquelao, hijo de Herodes. Pero Roma le destrona y nombra gobernadores directos (bajo supervisión de Siria): Coponio (6-9), Marco Ambivio (9, 12), Annio Ruvo (12-15), Valerio Grato (15-26) y Poncio Pilato (26-36), que condenará a muerte a Jesús.
– Sincronismo básico. Lo ofrece Lc 3, 1-2: «En el año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de las regiones de Iturea y de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abiline; en tiempo de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan hijo de Zacarías, en el desierto». Éste es el año 28/29, pues Tiberio comenzó a reinar el 14 dC).
CONCEBIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO. TODOS NACEMOS DE DIOS, SOMOS CON JESÚS NAVIDAD
Textos de fondo: a) El Espíritu Santo vendrá sobre ti, Dios te cubrirá con su sombra, de forma de forma que el que nacerá sera Hijo de Dios (Palabra del ángel de Dios Dios a María, la madre de Jesús: Lc 1, 26-38). b) No temas en recibir a María, pues lo que ella ha concebido es por Obra del Espíritu Santo (Palabra del ángel de Dios a José, esposo de María: Mt 1, 18-25)
Texto del día: Evangelio del 5 del 1 del 2020: A cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1, 11-14).
Narración de fondo de la Concepción por el Espíritu Santo
El Espíritu Santo que actúa y engendra al Hijo de Dios por María es el mismo Dios providente, que crea y anima (=da vida) a todo lo que existe, introduciéndose de un modo superior en la historia humana, tal como ha venido a centrarse en la concepción y nacimiento de Jesús, por medio de María. De esa manera, pudiendo ser en un plano hijo de María (y de José), el texto dice que Jesús ha sido concebido y ha nacido por medio del Espíritu Santo, siendo así expresión privilegiada del misterio de Dios que se encarna y vive en forma humana. Jesús nace de María Virgen (con José), naciendo de Dios. En ese contexto, la Iglesia ha destacado la función de la mujer:
María viene a presentarse como signo radical de fe (en sentido receptivo), como Madre virginal (receptiva, pasiva), como expresión del más pleno acogimiento de la gracia y de la acción salvadora de Dios, humanidad (=mujer) que escucha y acoge la Palabra, “en su mente y en su vientre” (seno materno), de forma que Jesús pueda nacer y crecer como Palabra de Dios, en nueva creación, por obra del Espíritu Santo (1). Leer más…
Biblia, Espiritualidad
2º Domingo después de Navidad, Ciclo A, Dios, Evangelio, Jesús, Tiempo de Navidad
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