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“Cómo reformar la Iglesia”, por Carlos Osma

Sábado, 30 de octubre de 2021
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reformadoresMañana celebramos el Día de la Reforma, por lo que publicamos este artículo del blog Homoprotestantes:

En ocasiones escucho reflexiones, predicaciones, o leo artículos en los que se anima a reformar la Iglesia. Si además la persona que hace este llamamiento pertenece al ámbito protestante, en algún momento repite la archiconocida frase: “Una iglesia reformada, siempre reformándose”. Bien es cierto que en pocas ocasiones indica en qué debe consistir esa reforma, porqué es necesario hacerla, y qué le ha llevado a pensar así. En realidad, en la mayoría de ocasiones, creo que la frase es más bien una muletilla, un elemento de la tradición que sobrevuela el discurso para indicar que se es protestante, que no se es fundamentalista, o que se está a años luz de otras iglesias en las que no hubo reforma.

En Martín Lutero encuentro también esa voluntad de transformación, de reforma de la realidad religiosa en la que estaba inmerso, pero entiendo que esta voluntad tuvo su origen en una experiencia previa de insatisfacción real, no teórica. Lutero tenía una autocomprensión negativa de sí mismo y esto le limitaba y le producía sufrimiento. Desde muy joven le acompañó el temor a un Dios castigador que le exigía una vida de sacrificios interminables. Por eso se dedicó al ayuno, a la autoflagelación, a la confesión constante; aunque nada de todo esto le hizo sentirse reconciliado con Dios.

Siempre hay casos excepcionales, es verdad, pero el de Lutero no lo es, creo que en la mayoría de ocasiones las reformas no surgen de personas que se encuentran cómodas con el sistema en el que viven, sino de las que padecen sus consecuencias negativas. Jamás una persona satisfecha con su iglesia querrá reformarla. Jamás una persona a la que le va bien con la vida que tiene querrá que ésta cambie. Seguro que en algún momento dirán eso de que es necesario reformarse, adaptarse, transformarse… pero serán sólo palabras. La reforma nace de una insatisfacción profunda con el sistema, no de palabras huecas biensonantes.

El 31 de octubre de 1517 Lutero clavó en la puerta de la iglesia del Palacio de Wittemberg sus 95 tesis. Por aquel entonces el papa León X quería renovar la Basílica de San Pedro en Roma, y desarrolló una campaña para recaudar fondos mediante la venta de indulgencias. Los compradores recibían a cambio una reducción de sus días de castigo en el purgatorio e incluso el perdón de los pecados. Lutero podría haber colaborado con dicha campaña aunque sus planteamientos teológicos no la vieran con buenos ojos, o podría simplemente haberse callado. Pero al leer algunas de sus tesis encontramos que no fue así:

Tesis 21. “En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa”.

Tesis 22. “De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida”.

Con sus 95 tesis Lutero convierte su insatisfacción en una denuncia. Porque la insatisfacción que es incapaz de denunciar, no puede reformar ninguna iglesia, ni ninguna vida. Hay un momento en el que la experiencia de opresión debe surgir y convertirse en algo real para que el cambio pueda ser posible. Si Martín Lutero se hubiera callado, no estaríamos hablando hoy de reforma protestante. Evidentemente la denuncia situó a Lutero en un lugar peligroso, y él lo sabía, no era un ignorante ni un loco, tenía conocimiento de lo que les había ocurrido a muchos otros reformadores anteriormente. Para que una iglesia pueda ser reformada, para que sea real la petición de una reforma constante, se necesitan personas que denuncien el status quo y que asuman las consecuencias de hacerlo. En iglesias donde todo esto es imposible, donde las voces discordantes son excomulgadas, o donde éstas no se atreven a levantar la voz por cobardía, no hay posibilidad real de reforma. El Espíritu Santo dirige la iglesia hacia la reforma a través de voces proféticas.

Cuando algunos cristianos y cristianas alaban la respuesta de Lutero ante las exigencias del papa León X para que se retractara de 41 de sus 95 tesis: “No puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro actuar contra la conciencia”. Deberían preguntarse si alguna vez se han enfrentado a una situación como esa dentro de la iglesia, y si actuaron como Lutero, defendiendo su conciencia, o como León X, que trató a Lutero como un delincuente, prohibió la posesión o lectura de sus escritos y dio inmunidad a quien lo asesinara. ¿Dónde se alinearon? ¿Con quienes defendían la conciencia o quienes defendían la ortodoxia?

Martín Lutero vivió una experiencia opresiva y levantó la voz para oponerse a lo que él consideraba erróneo e injusto, pero no se quedó ahí. Se atrevió también a hacer una propuesta basada en la tradición bíblica y eclesial, que le liberaba de sus temores al igual que al resto de cristianos. Se atrevió a dejar sin argumentos a quienes utilizaban las condenas y el temor en beneficio propio. Y lo hizo afirmando que la salvación es un regalo de Dios, dado por gracia a través de Cristo y recibido solamente por la fe. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo [1]”. No tenía mucho sentido el sentirse culpable, el vivir atemorizado, condenado… La liberación no se encontraba ni en la Ley ni en los dirigentes de la iglesia, sino en la fe en el Dios de Jesús. Por eso un cristiano no debía tener como sumo juez al papa, sino a Jesucristo y su Palabra en la que se revela su voluntad.

La liberación que supuso la Biblia para cristianos como Lutero es difícil de entender hoy, ya que la ortodoxia evangélica la ha petrificado y puesto al servicio de la opresión. La Biblia ya no es fuente de liberación, sino una ley que está al servicio del capricho del líder de turno que dice poseer la lectura verdadera. Las lecturas fundamentalistas han debilitado profundamente la percepción de la Biblia como lugar de liberación para los seres humanos. Las personas LGTBI somos unas de las danificadas por este proceso diabólico que pretende destruir cualquier autocomprensión positiva que podamos hacer de nosotros mismos, al mismo tiempo que exige una represión de nuestros deseos y un reconocimiento de culpabilidad por ser como somos. Sólo comprando sus indulgencias con mentiras podemos alcanzar la salvación que ellos nos otorgan.

Pero es desde esta situación opresiva desde la que las personas LGTBI podemos convertirnos en profetas que traen una nueva reforma a la iglesia. Una reforma que no nacerá del legalismo, sino de la experiencia y la liberación del texto bíblico de manos de quienes lo están adulterando. Y esto ocurrirá si nos atrevemos, como Martín Lutero y tantos otros reformadores, a levantar la voz denunciando la opresión heteronormativa aunque esto signifique nuestra expulsión de las iglesias que no dejan espacio al profetismo, y que son más sensibles a las lecturas literalistas y las tradiciones homófobas que al dolor que éstas producen. Y si partimos de nuestra experiencia y somos valientes en la denuncia, también podremos encontrar respuestas que dejen sin sentido al poder heteronormativo. En realidad no tenemos que buscar demasiado, ni ser muy originales, porque la Palabra de Dios siempre ha dado vida a quienes la han visto negada, y es por gracia que vivimos los cristianos, por medio de la fe… no por cualquier otra cualidad humana, ni siquiera la heterosexualidad.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios. No por vuestra heterosexualidad, para que nadie se gloríe [2]”.

Las cristianas y los cristianos LGTBI somos una oportunidad de reforma para la iglesia, una oportunidad para curar de heteronomatividad sus discursos, sus lecturas, su praxis. Una oportunidad, ni la primera ni la última, de hacer del evangelio una fuente de liberación para toda la Iglesia.

Carlos Osma

[1] Rm 5,1

[2] Ef 2,8-9 El texto pone “obras” donde pongo “vuestra heterosexualidad”.

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Aumentan un 14,7% los casos y denuncias por homofobia y transfobia en Chile durante el “Año de la Resiliencia LGBTIQ+”

Sábado, 20 de marzo de 2021
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Los atropellos sumaron 1.266, la cifra más alta conocida hasta ahora y que mantiene al alza la explosiva violación a los DDHH que viene ocurriendo desde el 2018.  En 2020 hubo 69 hitos, de los cuales 54 fueron avances y 15 retrocesos o abusos históricos, en un contexto donde la Corte Suprema apareció en el Ranking de la Homo/Transfobia por primera vez desde el 2014.


Evolucion-de-casos-de-homofobia-movilh(Pinchar en las fotos para ampliarlas)

Un 14,7% aumentaron los casos y denuncias por Homofobia y Transfobia en Chile en 2020, año calificado como el de la “Resiliencia LGBTIQ+” frente a los abusos, los compromisos incumplidos por parte de las autoridades, la carencia de condena pública estatal frente a los delitos de odio y la ausencia de una política focalizada para paliar los efectos del Covid-19, reportó el XIX Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género elaborado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

Resiliencia, explica la investigación, porque en uno de los escenarios y contextos  más adversos para su calidad de vida, la población lésbica, gay, bisexual, trans, intersex y queer (LGBTIQ+) gestionó sus propios recursos y capacidades para ir en ayuda de los más vulnerables, reaccionar frente a las injusticias y mantener en alto la lucha por la plena igualdad social y legal.

En tal sentido la investigación, de 450 páginas, fue lanzada hoy en el Parque San Borja por el vocero del Movilh, Óscar Rementería, junto a Benjamín Ascencio; joven que tras una ardua lucha consiguió que las isapres dejaran de considerar a la transexualidad como una enfermedad; a Alexandra Orrego Da Silva; cuya denuncia obligó al sistema privado de salud a brindar cobertura a las cirugías de cambio corporal de las personas trans; y a Carolina Órdenes y Octavio Albornoz, una pareja heterosexual, ambos docentes, quienes gestionaron que la Escuela San Lázaro de la Salle fuera sancionada por el bullying homofóbico que sufrió su hijo, un niño de sexto básico.

El informe destaca que el  2020 también se caracterizó por un efectivo aumento de la discriminación; y no solo de las denuncias; por profundas y peligrosas contradicciones en las Fuerzas Armadas de Orden y de Seguridad en torno a los derechos LGBTIQ+; por la consolidación jurídica de los derechos trans; por graves retrocesos en el Poder Judicial, que pese a expresarse al unísono que históricos avances volvieron a poner a la Corte Suprema en el Ranking Anual de la Homofobia y Transfobia, lo cual no ocurría desde el 2014; por la  primera aparición en el mencionado listado de la discriminación de un/a presidente/a de la República; por la aprobación de dos nuevas leyes que protegen a las  personas LGBTIQ+, pero en medio de más retrocesos e incumplimientos legislativos que avances;  por el quebrantamiento  estatal frente a su primer Acuerdo Internacional pro Derechos LGBTIQ+; por escasos progresos en el plano gubernamental; por la activa autogestión de los movimientos LGBTIQ+ para hacer frente al Covid-19, por la  total indiferencia estatal frente a abusos sufridos por activistas LGBTIQ+ y  por una transformación sociocultural favorable a la plena igualdad legal y social que es irreversible e imparable, dejando al Estado de Chile muy atrás de lo que reclama y necesita la ciudadanía, todos aspectos analizados detalladamente en el informe.

Los casos de discriminación

Evolucion-de-homofobia-por-grupos-movilhLos atropellos subieron un 14,7% en 2020, sumando 1.266, la cifra más alta conocida hasta ahora y que concentra el 22,9% del total de abusos ocurridos en 19 años.

Las vulneraciones de derechos se dividen en 6 asesinatos; 132 agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles; 16 abusos policiales; 110 casos de discriminación laboral y 33 de tipo educacional; 60 movilizaciones o campañas de odio, 379 episodios de marginación institucional; 64  exclusiones en el espacio público o privado; 253 casos de homo/transfobia comunitaria (“familia, amigos/as, vecinos/as”), 209 discursos que incitan a la violencia y 4 hechos de discriminación en la cultura, medios o espectáculos

Entre las categorías de discriminación que más abusos hubo y que resultan más preocupantes se encuentran las  “declaraciones homo/transfóbicas” que aumentaron un 208%, seguidas por la “marginación en los espacios públicos o privados” (+106,4%), las “movilizaciones de  odio” (+93,5%), las “agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles” (+80,8%), “la discriminación comunitaria” (familia, vecinos) (+51,4%), la discriminación laboral (+50%) y los asesinatos (+20%).

Del total de abusos conocidos en 2020, el 26% afectó a gays, el 15%  a lesbianas y el 11% a trans (76 mujeres y 59 hombres), mientras el 48% perjudicó a la población LGBTIQ+ como conjunto.

En comparación al año precedente, la discriminación a gays aumentó un 78,4%; a trans un 46,8% y a lesbianas un 8,28%, mientras que los abusos contra la población LGBTI+ como conjunto mermaron un 6,26%. En tanto, y al considerar el total de 5.506 denuncias o abusos conocidos entre los años 2002 y el 2020, el 49,5% afectó a la población LGBTIQ+ como conjunto, el 20,3% a gays, el 15,9% a trans y el 14,3% a lesbianas

Casos-de-homofobia-por-categoria-movilhEn cuanto a la distribución geográfica, la mayor concentración y número de casos en 2020 nuevamente se registró en Valparaíso con el 38,4% del total nacional, seguida por la región Metropolitana (23,9%), Biobío (3%), Coquimbo (1,65%), Maule (1,5%), Antofagasta (1,42%), Araucanía (1,42%), Los Lagos (1,26%) O´Higgins (1,02%), Atacama (0,63%), Ñuble (0,63%),  Los Ríos (0.63%), Tarapacá (0,39%), Aysén (0,23%), Magallanes (0,71%) y Arica (0,07%). En tanto, las redes sociales, y en menor medida los medios de comunicación, acumularon el 26,21% del total de casos a nivel nacional.

La Región de Los Lagos aumentó un  33,3% los casos o denuncias por discriminación en relación al año precedente, seguida por la Metropolitana (32,3%),  Maule (26,6%), Tarapacá (25%), Biobío (22,5%), Araucanía (20%), O´Higgins (18,1%), Coquimbo (16,6%), Atacama (14,2%), y Antofagasta (12,5%). En tanto en redes sociales hubo un incremento del 301,1%.

Por su lado, en Arica mermaron un 90% las denuncias por homofobia o transfobia, seguida de Aysén (-40%), Valparaíso (-28,7%) y Los Ríos (´20%).

Finalmente Magallanes y Ñuble mantuvieron el número de casos del año precedente.

“Al 2020 puede concluirse que el incremento ya no solo se relaciona con que las víctimas denuncian más que en el pasado y están más empoderadas en sus derechos, sino también porque hay un aumento de la discriminación, en particular cuando se registran avances pro-derechos LBTIQ+ contra los cuales los opositores a la igualdad se movilizan con fuerza, violencia y sistematicidad”, apunta el informe.

Un total de 62 instituciones y 832 personas fueron responsables de los 1.266 abusos contra la población LGBTIQ+ cometidos en 2020. Los principales responsables de los atropellos se detallan en el Ranking Anual de la Homofobia y la Transfobia, expuesto en el segundo capítulo del informe.

A nivel institucional el Ranking es encabezado por el Ministerio de Justicia y por su Subsecretaría de Derechos Humanos, seguidos por la UDI, la Primera Sala de la Corte Suprema, el Tribunal Constitucional, la Undécima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gendarmería, Registro Civil, la Armada, el Ministerio de Defensa, Carabineros, las isapres Colmena Golden Cross y Vida Tres, el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) y el Municipio de San Esteban, entre otros

En el plano personal, el primer lugar en el Ranking lo lideran los responsables de los 6 crímenes de odio, seguidos por el Ministro de Justicia, Hernán Larraín; la Subsecretaria de DDHH, Lorena Recabarren; diversos/as ministros/as de la Corte Suprema y tribunales de primera instancia;  el presidente de la República, Sebastián Piñera, y parlamentarios/as de la UDI y RN, entre otros, como Marcelo Ríos, Patricia Maldonado, Catalina Pulido y Alberto Plaza.

Los movimientos LGBTIQ+ reaccionaron y/o dieron respuesta o ayuda al 93,9% del total de casos conocidos en 2020

Sectores específicos del Gobierno y municipios posibilitan algunos avances

Si bien el Gobierno fue débil en materia de condena pública a las violaciones a los derechos  humanos de las personas LGBTIQ+, mantuvo en el desamparo a los defensores/as de DDHH, se negó a implementar políticas públicas focalizadas en el contexto del Covid-19, fue indiferente a los abusos homofóbicos al interior de la Armada e hizo un permanente lobby en el Congreso Nacional para boicotear la igualdad legal, algunas reparticiones experimentaron avances”, señala el informe.

Junto al apoyo jurídico y psicológico que la Subsecretaría de Prevención del Delito brindó a las víctimas de la homo/transfobia, se sumó una mayor coordinación de la Seremis de Salud con los movimientos LGBTIQ+ para hacer frente al VIH/SIDA; aspecto donde también colaboró el Injuv. A la par,  el Minsal creó el Departamento de Derechos Humanos y Género; Gendarmería aprobó un protocolo que resume los derechos de internos/as, visitantes y funcionarios/as trans establecidos en la ley y en fallos que condenaron a la entidad; el Departamento de Migración y Extranjería lanzó una circular para proteger los derechos trans; las plataformas electrónicas el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) se actualizaron, permitiendo a parejas del mismo sexo postular a subsidios habitacionales; y destaca muy especialmente por marcar un hito,  la Intendencia de Fondos de Seguros Previsionales y de Salud que obligó a la Isapre Vida Tres a otorgar cobertura de fertilización asistida a una pareja lésbica, tras negarse a ello por razones homofóbicas”, resume el informe Leer más…

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La Navidad de Jesús y nuestra Navidad bajo la COVID-19.

Lunes, 4 de enero de 2021
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navidad-maximino-cerezoLa Navidad del año 2020 tal vez sea la más parecida al verdadero nacimiento de Jesús bajo el emperador romano César Augusto.

Este emperador había mandado hacer un censo de todo el imperio. La intención no era sólo, como entre nosotros, contabilizar cuantos habitantes había. Era esto, pero con el propósito de cobrar un impuesto a cada habitante, que sumado al de todas las provincias se destinaba a mantener encendida la pira de fuego permanentemente y a sustentar los sacrificios de animales al emperador, que se presentaba y así era venerado, como dios. Tal imposición a todos los habitantes del imperio provocó revueltas entre los judíos.

Este hecho fue usado más tarde por los fariseos para tender una trampa Jesús: ¿debía pagar o no el impuesto al César? No se trataba del impuesto común, sino de aquel que cada persona del imperio debía pagar para alimentar los sacrificios al emperador-dios.

Para los judíos esto significaba un escándalo pues adoraban a un único Dios, Yavé; ¿cómo iban a poder pagar un impuesto para venerar a un falso dios, el emperador de Roma? Jesús se dio cuenta de la celada. Si aceptaba pagar el impuesto sería cómplice de adoración a un dios humano y falso, el emperador. Si se negaba, se indispondría con las autoridades imperiales al negarse a pagar el tributo en homenaje al emperador-dios.

Jesús dio una respuesta sabia: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. En otras palabras, dad al César –un hombre mortal y un falso dios– lo que es de César: el impuesto para los sacrificios; y a Dios –el único verdadero– lo que es de Dios: la adoración. No se trata de la separación entre la Iglesia y el Estado, como comúnmente se interpreta. La cuestión es otra: ¿cuál es el Dios verdadero? Denle a él lo que le corresponde, la adoración. Y al Cesar, el falso dios, lo que es del César: la moneda del impuesto. No mezclen a dios con Dios.

Pero volvamos al tema: La Navidad de 2020 se asemeja a la navidad de Jesús, como nunca antes en la historia. La familia de José y María encinta, es hija de la pobreza como la mayoría de nuestro pueblo. Las hospederías estaban llenas, como aquí los hospitales están llenos de gente contaminada por el virus. Como pobres, José y María tal vez no eran capaces de pagar los gastos, así como entre nosotros quien no es atendido por el SUS (Sistema Único de Saúde) no tiene cómo pagar los costes de un hospital particular. María estaba a punto de dar a luz. A la pareja no le quedó otra solución que refugiarse en un establo de animales, como hacen hoy tantos pobres que no tienen dónde dormir y se acuestan bajo las marquesinas o en un rincón de cualquier ciudad. Jesús nació fuera de la comunidad humana, entre animales, como tantos de nuestros hermanos y hermanas menores nacen en las periferias de las ciudades, fuera de los hospitales, en sus pobres casas.

Después de su nacimiento, el Niño fue amenazado muy pronto de muerte. Un genocida, el rey Herodes, mandó matar a todos los niños menores de dos años. ¿Cuántos niños en nuestro contexto son muertos por los nuevos Herodes vestidos de policías que matan a niños sentados a la puerta de sus casas? El llanto de las madres es el eco del llanto de Raquel en uno de los textos más conmovedores de todas las Escrituras: “En la Baixada (en Ramá) se oyó una voz, mucho llanto y muchos gemidos: es la madre llora a sus hijos muertos y no quiere ser consolada porque los perdió para siempre” (cf.Mt 2,18).

Por temor a ser descubierto y muerto, José tomó a María y al niño, atravesaron el desierto y se refugiaron en Egipto. Cuántos hoy, bajo amenaza de muerte por las guerras y por el hambre, tratan de entrar en Europa y en Estados Unidos. Muchos mueren ahogados, la mayoría es rechazada, como en la catoliquísima Polonia, y son discriminados; se llega a arrancar a los niños de sus padres, y se los encierra en jaulas, como pequeños animales. ¿Quién les enjugará las lágrimas? ¿Quién les quitará la saudade de sus padres queridos? Nuestra cultura se muestra cruel con los inocentes y con los inmigrantes forzados.

Después que murió el genocida Herodes, José tomó a María y al Niño y fueron a esconderse en un pueblecito, Nazaret, tan insignificante que ni siquiera consta en la Biblia. Allí el Niño “crecía y se fortalecía lleno de sabiduría” (Lc 2,40). Aprendió la profesión del padre, José, un fac-totum constructor de tejados y cosas de la casa, un carpintero. Era también un campesino que trabajaba el campo y aprendía a observar la naturaleza. Allí estuvo escondido hasta cumplir treinta años, cuando sintió el impulso de salir de casa y empezar la predicación de una revolución absoluta: “El tiempo de espera acabó. El gran cambio (Reino) está llegando. Cambien de vida y crean en la buena noticia” (cf.Mc 1,14): una transformación total de todas las relaciones entre los humanos y con la propia naturaleza.

Conocemos su fin trágico. Pasó por el mundo haciendo el bien (Mc 7,37; Hechos 10,39), curando a unos, devolviendo la vista a los ciegos, dando de comer a las multitudes y compadeciéndose siempre del pueblo pobre y sin rumbo en la vida. Los religiosos, confabulados con los políticos, lo prendieron, lo torturaron y lo asesinaron, crucificándolo.

Salgamos de estas “densas sombras” como dice el Papa Francisco en la Fratelli tutti. Volvamos la mirada clara al nacimiento de Jesús. Él nos muestra la forma como Dios quiso entrar en nuestra historia: anónimo y escondido. La presencia de Jesús no apareció en la crónica de Jerusalén ni mucho menos en la de Roma. Debemos aceptar esta forma escogida por Dios. Se realizó la lógica inversa a la nuestra: “todo niño quiere ser hombre; todo hombre quiere ser grande; todo grande quiere ser rey. Solo Dios quiso ser niño”. Y así sucedió.

Aquí resuenan los bellos versos del poeta portugués Fernando Pessoa:

Él es el Eterno Niño, el Dios que faltaba.
Él es tan humano que es natural,
Él es lo divino que ríe y juega.
Es un niño tan humano que es divino

Tales pensamientos traen a mi memoria a una persona de excepcional calidad espiritual. Fue ateo, marxista, de la Legión Extranjera. De repente sintió una conmoción profunda y se convirtió. Escogió el camino de Jesús, en medio de los pobres. Se hizo Hermanito de Jesús. Llegó a una profunda intimidad con Dios y lo llamaba siempre “el Amigo”. Vivía la fe según el código de la encarnación y decía: “Si Dios se hizo gente en Jesús, gente como nosotros, entonces hacía pipí… lloriqueaba pidiendo el pecho, hacía pucheros si tenía el pañal mojado”… Al principio le habría gustado más María, y después, crecidito, más José, cosa que los psicólogos explican en el proceso de la realización humana.

Fue creciendo como nuestros niños, observaba a las hormigas, tiraba piedras a los burros y, travieso, levantaba el vestidito a las niñas para molestarles, como imaginó irreverentemente Fernando Pessoa en su bello poema sobre Jesús Niño.

Ese hombre, amigo del Amigo, “imaginaba a María acunando a Jesús para que durmiera porque de tanto jugar fuera se excitaba mucho y le costaba cerrar los ojos; lavaba los pañales en el balde; cocinaba la papa para el Niño y comidas más fuertes para el trabajador, el buen José”.

Ese hombre espiritual italiano que vivió, muchas veces amenazado de muerte, en tantos países de América Latina y varios años en Brasil, Arturo Paoli, se alegraba interiormente con tales cavilaciones, porque las sentía y vivía como conmoción del corazón, de pura espiritualidad. Y lloraba con frecuencia de alegría interior. Era amigo del Papa que lo mandó a buscar con un coche a su pequeña ciudad a unos 70 km de Roma para pasar la tarde juntos y hablar de la liberación de los pobres y de la misericordia divina. Murió a los 103 años como un sabio y un santo.

No olvidemos el mensaje principal de Navidad: Dios está entre nosotros, asumiendo nuestra condition humaine, alegre y triste. Es un niño quien nos va a juzgar, no un juez severo. Y este niño sólo quiere jugar con nosotros y no rechazarnos nunca. Finalmente, el sentido más profundo de la Navidad es éste: nuestra humanidad, un día asumida por el Verbo de la vida, pertenece a Dios. Y Dios, por malos que seamos, sabe que venimos del polvo, y tiene con nosotros una misericordia infinita. Él nunca puede perder, ni va a permitir, que un hijo o una hija suya se pierdan. Así que a pesar de la Covid-19 podemos vivir una discreta alegría en la celebración familiar. Que la Navidad nos dé un poco de felicidad y mantenga en nosotros la esperanza del triunfo de la vida sobre la Covid-19.

Leonardo Boff

24 Diciembre 2020, servicioskoinonia.org

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Bendiciones.

Viernes, 1 de enero de 2021
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Jesús-y-María-ft-imgEn la Biblia, “bendecir” se emplea en dos sentidos: en primer lugar, Dios bendice al ser humano dándole la vida, la fecundidad, el éxito. Después, a su vez, éste bendice a Dios por la gracia de sus dones, le da las gracias. La palabra «bendecir» procede del verbo latino bene-dicere, «decir bien».

En la primera lectura de hoy esa bendición es todavía más explícita:

Dios nos aconseja que pidamos no sólo la bendición sino también su  protección

Nada es más propio de un padre y de una madre que el proteger. Ellos, no sólo comunican la vida sino que acompañan la vida del retoño en todo momento: cuidándolo, aconsejándole, enseñándole…sobre todo con el ejemplo de sus propias vidas.

En algunos países de Latinoamérica todavía se guarda una bonita costumbre de “pedir la bendición” a uno de los progenitores, antes de salir de casa y al irse a dormir… “Padre, madre, bendición”-dicen-y se colocan a sus pies, agachan la cabeza y esperan esa  oración con la mano extendida sobre su cabeza, que es un gesto de la bendición misma de Dios.

¿Pedimos entonces una protección para que nada malo nos ocurra? ¿Y qué pasa cuando están ocurriendo tantas cosas malas como la pandemia, los desastres naturales, las guerras con todas sus consecuencias?

La imagen de un Dios “intervencionista” que todo lo ve, que todo lo juzga y a quien debemos implorar todavía está presente en algunos ambientes y si nos descuidamos nos atrapa a nosotrxs también. Dios no nos envía calamidades para que cambiemos de actitud; nosotrxs nos buscamos nuestra propia ruina cuando pisoteamos a los demás pensando sólo en nuestro propio bienestar.

El problema de entender la bendición de Dios como el éxito, la abundancia, el progreso es que quien no participa de estos bienes puede ser considerado como objeto de maldición; esa imagen que nos presentaron en el catecismo de un Dios que premia a los buenos y castiga a los malos.

Nuestras decisiones, nuestras opciones y también nuestras omisiones van decidiendo el curso de la historia. En este momento tan coyuntural tenemos más información de la que necesitamos para cambiar nuestros estilos de vida para proteger la vida en la Tierra y así cambiar la suerte de los más débiles y desprotegidos.

La bendición, el bien-decir de Dios es creador y protector. Su bien-decir sobre nosotrxs, sobre toda la creación, nos va convirtiendo en criaturas a su imagen y semejanza, pero sólo si nosotrxs lo queremos.

Por eso, en un día como hoy, al comienzo de un nuevo año que quisiéramos que fuera diferente al año pasado, podemos tomar algunas decisiones que nos harán cambiar la perspectiva de los acontecimientos que vayan sucediendo. Por ejemplo: puedo decidir pensar más lo que voy a decir y cómo lo voy a decir para no descalificar al otrx, escuchar más para entender su punto de vista, ben-decir con mi palabra, mis actitudes, mi compromiso; intentar construir más que destruir.

Hoy, primer día del año celebramos esa vida que se nos regala y de una manera especial a María, como madre que no solo gesta y da a luz a Cristo sino que bendice y es bendecida por Dios.

Ella, a través de lo que vive y observa va creciendo en conciencia de su papel en la historia, de la manera de actuar de Dios en su vida: “bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”…, y lo hace “conservando y meditando todas estas cosas en su corazón”. En unas pocas palabras Lucas nos describe la actitud de quien está atenta a los acontecimientos, los escucha, los rumia y actúa en consecuencia.

Una invitación a “ponderar”, a saborear para alcanzar la verdadera sabiduría que no viene de los grandes conocimientos sino de la experiencia de nutrir el misterio en nuestro interior.

Se irá revelando nuestro auténtico yo y más que luchar contra nuestro “ego”, éste irá desapareciendo para dar paso al hijx de Dios que somos.

El fruto será la paz.

Una paz que  no es sólo ausencia de conflictos interpersonales, familiares, entre países. Tampoco una paz ñoña, una sensación placentera de bienestar. SHALOM, es un deseo mucho más profundo: “que seas una persona completa, acabada” y que eso lo podamos extender a todas las áreas de nuestra vida.

Lo mismo que deseo para mí te lo deseo a ti, y me comprometo a hacer todo lo que esté en mi mano para que lo logremos.

Ese el verdadero “rostro” de Dios. Ojalá lo veamos.

Carmen Notario, SFCC

espiritualidadintegradoracristiana.es

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“Llena eres de gracia”, por Carlos Osma

Viernes, 1 de enero de 2021
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woman-356141_1280De su blog Homoprotestantes:

Cuando el ángel se le apareció a María para decirle que tendría un hijo, primero la saludó con la palabra “salve” o “Dios te guarde”, bueno en realidad Lucas utiliza la palabra χαῖρε, que parece ser era un saludo bastante habitual en la época en la que se escribió el evangelio. Fue después cuando añadió lo de “llena eres de gracia”, una expresión que al leerla me ha parecido tan protestante que me he preguntado si el ángel Gabriel no era amigo íntimo de Lutero.

Tendría que haber ido al griego para saber cuál es la palabra exacta que utiliza el evangelista, pero en vez de hacer eso, he cometido el error de ir a Google para intentar entender que significa lo de “llena eres de gracia”. Y en la primera entrada he encontrado la siguiente explicación: “al tener el privilegio de nacer inmune al pecado, la plenitud de gracia verifica la parte positiva de esa admirable limpieza original del alma de María”. ¡Qué maravillosa la María de esta interpretación! Pero qué poco practica para el resto de Marías que vivimos hoy en el mundo y no hemos sido bendecidas con su limpieza original. Sobre todo para las bolleras, maricas o trans, que en los entornos donde esta interpretación es mayoritaria, hemos tenido más bien la mala fortuna de ser unas desviadas alejadas de la gracia innata de María.

Pero bueno, en vez de tirar la toalla y cerrar mi Biblia, he decidido seguir leyendo el relato para ver que puede aportar esta María llena de gracia a pecadoras como nosotras, y me he topado con que, al escuchar lo que el ángel le decía, se “turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta”. O como lo dirían algunas de mis alumnas adolescentes que tienen aproximadamente la misma edad que ella en el relato: “se quedó rayada con lo que le había dicho”. A María le asustó escuchar que era llena de gracia, que había sido favorecida por dios. Y es importante este matiz, porque creo que esa gracia de la que nos habla el relato, no pertenece a ninguna María, sino que tiene su único origen en dios. Además no hace perfecta a nadie, sino que nos muestra el amor de dios por todas las Marías, aquellas que no poseemos ninguna limpieza original. Ese es uno de los elementos más relevantes que encuentro en el texto, que en palabras de Pablo se expresaría de la siguiente forma: lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”. [1] Por eso la vil María del evangelio de Lucas, sobre la que dios puso su gracia, tiene algo que decirnos a quienes no llegamos a los estándares religiosos, sociales o familiares que se nos imponen.

La gracia que recibió María fue una gracia cara, no como las gracias baratas y sensibleras que regalan muchos iluminados, porque la gracia divina no le ha salido gratis a nadie que se deja invadir por ella. “Has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús” [2]. Si aceptaba la gracia, se haría evidente, no habría forma de esconderla ante los demás. Y esa gracia no la situaría encima de ningún altar, sino en un lugar marginal que no solo ponía en peligro su matrimonio, sino su propia vida. Y he dicho conscientemente “si la aceptaba” porque aunque el texto parece dar por hecho que aquello ocurriría, María podía decir sí o no, podía escoger llevar adelante el embarazo o rechazarlo. El dios de Lucas no escogió una vasija, sino una mujer, y le reconoció el derecho a decir sí o no. Y siempre funciona así cuando hablamos de la gracia de dios, de la gracia cara de dios, que podemos aceptarla o rechazarla libremente. Hay personas, instituciones y legislaciones que coartan el derecho de las mujeres sobre su cuerpo, su ministerio, su responsabilidad… pero el dios de María lo respetó. De la misma forma, también creo que dios respeta el derecho de las personas LGTBIQ a mostrar, o a no mostrar, la identidad con la que dios nos ha dado su gracia. De decir sí o no a trabajar para que el reino de dios se haga presente en nuestras vidas, visibilizando la riqueza de la diversidad con la que nos ha bendecido, aunque eso nos sitúe en los márgenes de nuestras familias, iglesias o amistades. Cuando no hay decisión, cuando no hay libertad de elección, no hay presencia de Dios, sino dogma e imposición, porque “Dios respeta absolutamente la libertad del hombre. Él la crea, y no para petrificarla o violarla. Por eso Dios no grita ni se impone nunca”. [3]

María aceptó, le dijo que sí a dios, “hágase conmigo conforme a tu palabra”. Estos días recordamos y celebramos lo que la valentía de María ha supuesto para la vida de cristianas y cristianos de todos los tiempos: la irrupción de la salvación, la llegada de la vida de dios para todos los seres humanos. Sabemos también por el evangelista, que esa salvación no fue como ella esperaba, que pareció fracasar en más de una ocasión, pero la gracia de dios no se alejó nunca más de ella. A veces confundimos la gracia con la alienación, con la dependencia ciega respecto a un dogma o una institución, y muchas machorras, mariconas y travelos cristianas creemos que hemos perdido la gracia porque hemos sido expulsadas de nuestras comunidades. Pero lo que hemos perdido ha sido solo la gracia barata, la gracia cara de la que nos habla Lucas tiene que ver con asumir el riesgo que supone poder respirar, gritar, vivir, tal y como Dios nos ha pensado y amado. Y es un riesgo que, aunque no lo percibamos, no tiene solo que ver con nuestra vida, ya que en cada una de nuestras acciones por vivir de verdad, ayudamos a que muchas otras personas se atrevan también a hacerlo. En cada pluma gay que dejamos caer al movernos, la salvación de dios se hace presente para quienes están a nuestro alrededor.

Dietrich Bonhoeffer escribió que “la gracia barata es la negación de la palabra viva de Dios, es la negación de la encarnación del Verbo de Dios” [4], y me permito añadir yo a esto: la negación de la encarnación por medio de una mujer que libremente aceptó la gracia cara de dios. Porque María representa otra gracia, una que no puede ser entregada a los perros, una que va indisolublemente unida al seguimiento, a la valentía, aunque quede a la intemperie de las teologías de la gracia barata. Y las personas LGTBIQ estos días de Navidad somos interpeladas por esta María, y por la gracia que recibió. Y debemos responder como ella, sí o no a la vida que dios pone dentro de nosotros, si o no a la gracia cara. Porque “la gracia cara es la encarnación de Dios”. [5]

 Carlos Osma

 Notas:

[1] 1 Cor 1,28.

[2] Lc 1,30-31.

[3] Paul Lebeau, Etty Hillesum. Un itinerario espiritual. Ámsterdam 1941- Auschwitz 1943, Santander: Sal Terrae 2000, 113.

[4] Dietrich Bonhoeffer, El precio de la gracia, Salamanca: Ediciones Sígueme 1995, 15.

[5] Ibid.17.

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Consulta dónde encontrar “Solo un Jesús marica puede salvarnos”  

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IN MEMORIAM: 28 de Diciembre, Día de los Santos Inocentes

Lunes, 28 de diciembre de 2020

Hoy recordamos, en el día De los Santos Inocentes, los nombres de los asesinados y asesinadas o que acosados y perseguidos llegaron a suicidarse en este año 2020 por el único “delito” de ser personas LGTBI.

Un auténtico Holocausto del que hemos rescatado estos nombres, estas vidas truncadas, que hemos podido conocer hasta hoy, a través de los medios de comunicación. Pero sabemos que hay más, que muchos otros y otras permanecen en el anonimato.

Hoy queremos hacer memoria de todos ellos y ellas y dedicarles este hermoso poema del gran poeta vasco Gabriel Celaya recitándolo, propiciando un momento de reflexión y  pronunciando en alto sus nombres.

Se lo debemos.

Con Cristo

SIN COMENTARIOS

He pensado: Un poema no debe de ser vago.

Si quiero que funcione debe de ser exacto.

Entonces no he cantado, he contado

de uno en uno los muertos que llevamos.

Me he sentado ante mi mesa, y he apuntado

sus nombres y apellidos. Sin comentarios.

Al llegar al noveno ya estaba llorando

pero hacia dentro. Sin comentarios.

Veintidós, veintitrés y veinticuatro.

La rabia me retorcía. Las lágrimas corrían.

Pero había que tragarlas. Sin comentarios.

Treinta y tres. Treinta y cuatro.

¿Se pueden llevar más lejos el dolor y el espanto?

He tirado mi boli. He suspirado pensando:

Cumplí lo que podía. Mi poema ha terminado.

Y entonces un amigo me ha anunciado

que acaban de matar al treinta y ¿cuántos?

*

Gabriel Celaya

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***

28 de diciembre

1.- Jennifer Ávila, mujer transgénero de 35 años de edad. Fue abusada sexualmente y lapidada.

2.- Briyit Michelle Alas
, mujer trans de 21 años. Fue asesinada de 5 balazos.

3.- Fernando Báez Sosa
, de 19 años. Asesinado, golpeado brutalmente hasta la muerte.   La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un “fuerte traumatismo de cráneo”.

4.- Christa Leigh Steele-Knudslien, mujer trans de 42 años. Asesinada por su marido.

5.- Roberta, mujer trans de 45 años. Asesinada de cuatro puñaladas.

6.- Peter Keeley, gay de 56 años, Asesinado. Su cuerpo fue encontrado en una zanja lesiones en la cabeza y la cara. Sus brazos y piernas estaban atados con cinta adhesiva.

7.- M.A.M, de 23 años. Asesinado tras defender a un amigo que estaba siendo agredido e insultado por otros dos sujetos en razón de su orientación sexual.

8.- Angie Mimbela del Águila, mujer trans de 26 años. Asesinada por un hombre que la apuñaló. La joven mujer caminó cerca de 100 metros y estuvo con vida más de 45 minutos pidiendo ayuda mientras se desangraba, pero ni los transeúntes ni el personal sanitario que llegó por las llamadas de los vecinos le prestó el soporte necesario. Según vecinos, el personal de la municipalidad se negó a recoger el cuerpo de Angie y llevarlo a un hospital, dejándola morir sobre el pavimento.

9.- Neulisa Alexa Luciano Ruiz, mujer trans sin hogar de 28 años. Fue acribillada a balazos.

10.- Karly Sasha Chinina Palomino, mujer trans de 33 años. Asesinada por disparos.

11.- Luisa Sandoval Lemus, chica trans de 24 años. Asesinada. Su cuerpo tenía señales de tortura y mutilación de genitales.

12, 13, 14.- Samantha, de 26 años, Karla H, de 35 y Angiie Aguilera de 25, mujeres trans. Fueron asesinadas a balazos.

15.- Tita Andrade Umaña, mujer trans de 32 años. Asesinada.

16.- Jaime Natividad Rubio Ramos, un hombre gay de 28 años. Asesiado a tiros.

17.- Tita Andrade Umaña, mujer trans de 32 años. Asesinada.

18.- Stephanie Cardona Matías, mujer trans de 32 años. Asesinada por múltiples heridas en el cuello provocadas con arma blanca.

19.- Naomi Nicole, “La Soñaré”, mujer trans de 26 años. Fue asesinada a tiros.

20.-
Luis Fernando Reyes García, gay de 26 años. Asesinado de 8 balazos.

21.- Aneste Mweru, un joven gay de 25 años procedente de Uganda, aparecio junto a las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Nairobi. Todo indica a que Mweru se ahorcó tras ser agredido por guardias de seguridad y policías al intentar acceder a la sede de la organización, que estaba cerrada, el pasado lunes de Pascua. El joven había huido de su país de origen en 2017 por la creciente hostilidad LGTBfoba y tenía el estatus de refugiado en Kenia desde hace un año. Su situación era cada vez más desesperada por los recortes en la ya reducida ayuda económica que recibía y por la perspectiva de acabar en un campo de refugiados.

22.- Paloma (Leider Alberto Salas Jiménez), mujer trans de 33 años. Asesinada con más de 20 puñaladas.

23.- Marbella (Mafer Santos), mujer trans de 28 años. Asesinada. Había sufrido un ataque con varios impactos de bala.

24 y 25.- Serena Angelique Velázquez, mujer trans de 32 años y Layla Peláez, mujer trans de 21 años. Acribilladas a balazos, sus cuerpos fueron encontrados calcinados en el vehículo.

26.-  Penélope, mujer trans de 31 años. Su cuerpo fue encontrado ahorcado y con signos de violencia.

27.- Gabriela Alejandra Homann Ayala, mujer trans de 35 años. Apuñalada varias veces en el cuello, la nuca y las manos.

28.- Tamara Denise Morales, mujer trans de 36 años. Apareció muerta en una zanja.

29.- Luz Clarita Zúniga, mujer trans de 23 años. Lapidada hasta la muerte.

30 y 31.- Rudy Josué Guerra Cardona, de 39 años, y José Alexis Ramirez Chinchilla, su pareja, fueron asesinados a balazos.

32.- Roberto Monje, de 40 años, activo militante gay. El cuerpo sin vida estaba en el baño de su casa, con decenas de heridas de arma blanca, la mayoría en la zona del cuello. Algunos cortes en sus manos indican que intentó defenderse.

33 y 34.- Ratree Sriwiboon, de 24 años, y Patsanan Chanprapat, de 29, lesbianas. Fueron encontradas brutalmente apuñaladas en la habitación de su hotel en Tailandia, en lo que la policía sospecha que fue un asesinato suicida.

35.- Mateo López Mejía, hombre trans de 25 años. Le dispararon.

36.- Scarleth Cambell Cáceres, mujer trans y activista de 22 años. Asesinada de tres disparos por la espalda.

37.- Josselin, una mujer trans de 29 años. La encontró su madre, muerta, con múltiples golpes y el rostro desfigurado.

38.- Vanesa Solórzano, una joven trans de 20 años. Asesinada.

39.- Cynthia Leslie Velásquez, lesbiana. Fue apuñalada.

40.- Javier Viteri, gay de 22 años. Murió por las 89 puñaladas que le asestó su asesino.

41.- Ángel Antonio Medina, gay de 29 años. Asesinado de varios impactos de bala.

42, 43, 44, 45 y 46.- Javier Eduardo Pérez, gay de 34 años; Jonathan Santos, gay de 18 años; Julie Torres, mujer trans; Sam Rosales, trans de 23 años y Brandy N. Asesinados.

47.- Melody Barrera, mujer trans de 27 años. Asesinada con al menos seis disparos ejecutados desde un vehículo.

48.- Chiara Duarte, mujer trans de 27 años. Fue encontrada muerta con múltiples puñaladas y su cuerpo lanzado desde un séptimo piso.

49.- Lima Gabriela Cruz Pimentel, mujer trans de 46 años. Fue encontrada echada con las muñecas atadas a la espalda con un cable y una tela en la boca. Los peritos señalan que habría muerto por asfixia mecánica por ahorcamiento.

50 y 51.- Leslie Rocha y Mireya Rodríguez Lemus, mujeres trans. Asesinadas.

52.- Katherine Rosmery Duvall, mujer trans. Asesinada a balazos.

53.- Gul Panra, mujer trans y activista. Asesinada de seis disparos a quemarropa.

54.- Mujer transexual. Asesinada a tiros por su hermano de 13 años.

55.- Melody Barrera, mujer trans. Murió tras recibir 6 disparos.

56 y 57.- Marcelo Cea y Jorge Ruiz, dos activistas gay de 44 y 31 años. Encontraron dos cuerpos calcinados y con signos de haber recibido golpes y heridas causadas por un cuchillo.

58 y 59.– En un mismo día en Veracruz (México) asesinaron brutalmente a Erick Deseano, un hombre trans de 36 años Le amarraron los pies con cables, abusaron de él hasta que se cansaron. Lo golpearon en todo el cuerpo y lo hirieron con un machete. Y a Gretell Ceballos, mujer trans de 35 años. Hombres en motocicleta abrieron fuego contra ella.

60.- N.A., una chica bisexual de 17 años de Rois (A Coruña) que sufría acoso bifóbico desde hacía meses. Su muerte ha sido calificado de “asesinato social“.

61.- Miguel Arenas Rodríguez, gay de 36 años. Torturado y asesinado.

62.- Alejandra Benítez, mujer trans de 34 años. Fue asesinada a balazos por la espalda.

63.- Enzo Aguirre, gay de 23 años. Asesinado.

64.- Soledad Rojas Paúcar, mujer trans de 48 años. Asesinada de cuchilladas en cuello y nuca.

65.- Alejandra Salazar Villa, mujer trans de 54 años. Asesinada, la asfixiaron con una bolsa en la cabeza.

66.- Fouad, una chica trans de 17 años. Suicidio por acoso por parte de los responsables de su instituto en Lille (norte de Francia).

67.- Mujer transexual encontrada ayer mismo 
asesinada con una puñalada en el tórax  en Arona, Tenerife, (España).

68.- Verónica Dessio, de 49 años, fue apuñalada hasta su muerte. Tenía un corte profundo en el cuello y heridas de arma blanca en el cuerpo. La Plata (Argentina).

69.-…

***

Oremos…

Os bendecimos, santas y santos inocentes. Proteged a los jóvenes que son expulsados de sus casas y viven en las calles por ser LGTB, proteged a las niñas y niños que sufren acoso en las escuelas, proteged a quienes son perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados en todo el mundo por su orientación sexual o identidad de género. Cuidad de las prostitutas, alentad a los presos, animad a los deprimidos. Fortaleced a quienes viven escondidos en la prisión de los armarios. Abrid las puertas, dadnos confianza, paz a vosotras y vosotros. Amén.

***

 

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“¿Quién es mi familia esta Navidad?”, por Carlos Osma

Jueves, 24 de diciembre de 2020
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Cheerful young man wearing Santa Claus hat greeting his family on New Year's Day, texting messages online on mobile phone. Funny hipster wishing Merry Christmas to his friends using electronic device De su blog Homoprotestantes:

Las diferentes medidas que los gobiernos están tomando para que las celebraciones de Navidad no sean el detonante de lo que se intuye como una tercera ola del coronavirus, nos obligan a algunos a tener que preguntarnos cosas como: ¿Quién forma parte de mi familia? Y es que, ante la necesidad de escoger a los afortunados familiares con los que podremos sentarnos a comer el turrón en Nochebuena sin sobrepasar el maravilloso número diez, debemos decidir cuál es el criterio que convierte a una persona en parte de nuestra familia. ¿El color de los ojos? ¿el apellido? ¿la afinidad religiosa? ¿el ADN? ¿el coeficiente intelectual? ¿la definición del diccionario? ¿lo que diga la Biblia?

Cierto es, que muchas personas no tendrán que debanarse los sesos para responder a estas preguntas, de hecho ni se las plantearán, porque llegar a diez comensales con los que compartir el pavo relleno, les es misión imposible. Otras, darán gracias a Dios de poder escaquearse, y enviarán un WhatsApp al grupo “Christmas family 2020” explicando que por precaución y responsabilidad este año no asistirán a tan deseado encuentro. Añadirán después, claro está, el Emoji “¡que triste estoy!”. Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma fortuna, e inevitablemente estarán abocados a responderse cuestiones como: Mi hermana Rocío a la que no veo en todo el año, y que no vino a mi boda por homofobia, ¿es mi familia? Mi tío Antonio que me sigue llamando Alejandra, cuando ya por fin en mi DNI pone Alex, ¿es mi familia? Y mi amiga Miriam, que es la persona que más nos ha apoyado a Mertxe y a mí para que seamos madres, ¿por qué consideran algunos que no es mi familia?

Cristianas y cristianos de todo el mundo celebramos en Navidad el nacimiento de Jesús, la irrupción de la salvación enviada por Dios al mundo. Este acontecimiento lo presentan los evangelistas Mateo y Lucas como un espacio de encuentro entre María, José y Jesús, con ángeles, pastores, ovejas, estrellas y sabios. Si los evangelistas hubiesen integrado una pandemia mundial en sus construcciones teológicas, y el rey Herodes hubiera impedido reunirse aquel día a quienes no formaran parte de la misma familia (entendida esta de forma sanguínea, o sanguinaria como dice mi amiga Lucy), ni el mismo José hubiese podido estar presente, y la joven María tendría un parto de lo más solitario que se recuerda. Algo que, por otra parte, conectaría con la experiencia de las mujeres que este año han dado a luz en soledad debido a la covid-19, o también con la de aquellas que lo hacen desde hace mucho tiempo debido a otras pandemias como la lesbofobia, la pobreza, la transfobia, la guerra, o la explotación sexual.

Y siguiendo con la teología ficción sobre las burbujas de convivencia de las que Jesús formaba parte, es evidente que si el índice de rebrote hubiese estado por encima de mil pocos días antes de la crucifixión de Jesús, y Pilato hubiera decretado que las cenas debían reducirse únicamente a diez personas de la misma familia (tal y como la entendía él en aquel momento, claro), en la última cena no hubiera habido discípulo amado acurrucándose al lado de Jesús, ni Pedro llevándole la contraria, ni traidores como Judas. De hecho el pobre Jesús, como muchas personas este y otros años, se hubiera quedado más solo que la una. Tampoco hubieran tenido lugar las comidas que Jesús hacía a menudo con pecadores, comilones, bebedores o cobradores de impuestos. Ni la pobre María, la hermana de Marta y Lázaro, que no compartía ni una gota de sangre con Jesús, le hubiera podido ungir al maestro con un perfume de nardo puro. Y a los pies de la cruz, no hubieran acudido ni María Magdalena, ni el discípulo al que Jesús amaba. Lo acompañarían únicamente su madre y una tía, que por otra parte, son dos personas más que las que han acompañado a muchos de los que este año han fallecido por la pandemia.

¿Quién es de mi familia? Jesús contestó a esta pregunta diciendo que su familia no estaba determinada por la sangre ni por las disposiciones legales, y  que su madre y sus hermanos eran quienes aceptaban la llamada de Dios, al que él consideraba Padre. No deja de sorprender, por tanto, que tantas iglesias se erijan en defensoras de la familia biológica como único criterio para determinar quién es, o quién no es, familia. La familia tan atípica y disfuncional de Jesús, seguro que la compararían con la unión de un hombre con un animal, o la tacharían de provocación para desestabilizar las instituciones divinas. Pero hay que reconocer que también a nosotros nos resulta incómoda su propuesta, porque no la fundamenta en el amor entre sus miembros (al menos en un primer momento), sino en el amor de Dios que nos convierte en hijos e hijas suyos, y por tanto, en hermanas y hermanos. ¿Son mi familia quienes me discriminan, pero tratan de seguir al Dios de Jesús? ¿Realmente sigue al Dios de Jesús quienes hacen esto? ¿No son unos mentirosos quienes dicen que aman a Dios, pero aborrecen o discriminan a sus hermanas y hermanos?

Soy consciente de que la visión de Jesús sobre la familia es más inclusiva que la mía. Él considera que son mis hermanos y hermanas mucha gente con la que yo jamás me sentaría en la misma mesa el día de Navidad. La homofobia y el fundamentalismo son dos virus más letales que la covid-19, así que por experiencia sé que es necesario protegerse y no minimizar o relativizar su capacidad de destrucción. En demasiadas comidas de Navidad tuve que ponerme una mascarilla para taparme la boca, así que prefiero no tener que hacerlo más. Este año pediré a Dios que, como el de la covid-19, estos virus desaparezcan pronto, o que algún día no muy lejano haya una vacuna que cure a personas que he querido mucho. Pero por mi seguridad y la de mi familia, ni la sangre, ni decir que se sigue al Dios de Jesús, serán los criterios que utilizaré para saber quien es mi familia y con quién he de sentarme en Nochebuena o Navidad. Utilizaré otros que sé que son más restrictivos que los que me propone Jesús, pero son los que en este momento me hacen sentir seguro: mi familia son las personas con las que comparto la vida, que me quieren, y a las que yo quiero.

 Carlos Osma

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“Alianza Evangélica Española: entre la transfobia y la ignorancia”, por Carlos Osma

Jueves, 17 de diciembre de 2020
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trans-bandera-movilh-chile-820x394De su blog Homoprotestantes:

La Alianza Evangélica Española (AEE) ha enviado al Ministerio de Igualdad un documento con unas supuestas propuestas para tener en cuenta en la próxima elaboración, por parte de dicho ministerio, de una ley que pretende garantizar la igualdad plena y efectiva de las personas trans. Lo primero que tenemos que decir de dicho documento es que hay que encasillarlo en el mundo de las ideas de la AEE, ya que no conocemos ninguna iniciativa real y palpable de dicha entidad en relación con la atención o la defensa de los derechos de las personas trans. Para que se entienda lo que estoy diciendo, el poderoso lobby fundamentalista dentro del movimiento evangélico en España, pero insignificante a su pesar en la sociedad española, me refiero claro a la AEE, es como el cuñado que nunca ha puesto un tornillo en su vida, pero que cuando tú estás intentando poner uno, te da clases magistrales de cómo tienes que hacerlo.

En el comunicado la AEE se presenta como una entidad que ha luchado contra la discriminación desde 1877. Puede ser cierto, pero me parece a mí que ha luchado más bien contra la discriminación de las personas evangélicas en un país de mayoría católica, y ni siquiera de todas, únicamente de las que son de su cuerda. Y seguro que lo han hecho lo mejor que han podido con las dificultades que seguro les han puesto, pero creo que por falta de inteligencia y de visión han sido incapaces de darse cuenta de lo que muchos otros colectivos sí han aprendido: que contra la discriminación hay que trabajar juntas. Que las personas no somos unidimensionales, que no solo formamos parte de una minoría religiosa, que también somos LGTBIQ, mujeres, desempleados, inmigrantes, etc. Y que la consecución de un derecho en cualquiera de esos colectivos, es también un avance para el resto, y lo que es más importante, para la sociedad en general. Que la Iglesia Católica tenga un concordato con el Estado, que supone un claro privilegio respecto del resto de confesiones religiosas, es algo que no solo afecta a los evangélicos, judíos, musulmanes… también lo hace a las personas LGTBIQ. Que una persona trans no tenga los mismos derechos en la práctica que una persona cisgénero, también afecta a los evangélicos. Y no solo porque hay personas trans evangélicas, o que los evangélicos también tenemos hijos, padres, hermanas, amigas trans, sino porque independientemente de que no formemos parte de un colectivo discriminado, no podemos aceptar en silencio las injusticias.

Las supuestas correcciones de la AEE al documento del Ministerio pasan por decir que existe un documento, el DSM-5, que incluye en su clasificación la disforia de género. Se le olvida a la AEE que también existe un documento que dice que un pueblo puede exterminar a otro cuando lo conquiste, se llama Biblia: “El Señor, tu Dios, pondrá en tus manos estas naciones, y tú las derrotarás y las consagrarás al exterminio. No pactes ni tengas piedad” (Dt 7,2). Pero debemos poner siempre en contexto estos textos de terror, tanto los del DSM-5 como el del Deuteronomio. La otra corrección de la AEE es aclarar que debe haber un error en los datos del Ministerio de Igualdad, que dicen que el 42% de las personas trans han sido discriminadas en el acceso a un puesto de trabajo, cuando la Unión Europea tiene un documento que lo cifra en el 11%. Vemos aquí de nuevo, lo de siempre, el legalismo: ¿qué dice un texto y qué dice otro?, como si la verdad de la discriminación de las personas trans fuera un dato. Eso solo lo hace la gente que se mueve en el mundo de la teoría, de las ideas. Pero lo más preocupante, es que esta aclaración puede ser leída como una muestra de que las personas trans no son tan discriminadas como dicen. Es verdaderamente lamentable, muestra de una enorme capacidad de retórica acompañada de una infinita falta de empatía y conexión con la realidad. ¿Hay alguien en este país que crea que las personas trans no sufren discriminación en el entorno laboral?

A partir de aquí parecen desaparecer las propuestas del documento (si lo que hemos comentado anteriormente se puede entender como una propuesta, claro), y se pide que las personas trans que “decidan recuperar la congruencia con su sexo biológico” puedan recibir libremente tratamiento profesional. ¿De verdad que la AEE va a defender las terapias llamadas reparativas? ¿De verdad que en su ofuscamiento por aferrarse a que el plan de dios en la Biblia es la persona cis y heterosexual está dispuesta a pasar por encima de la vida del resto de seres humanos? ¿De verdad que su literalismo y fundamentalismo lo tienen que pagar las personas LGTBIQ? No sería mejor que recordasen que “la letra mata, pero el Espíritu da vida” (2 Cor 3,6). Y lo que es más importante, ¿no sería mejor que si no conocen la realidad trans, porque la niegan y la expulsan de sus comunidades, se informasen? Da un poco de vergüenza ajena leer en un comunicado de una entidad evangélica dirigido al Ministerio de Igualdad, que se confunda la transexualidad con la homosexualidad. La razón que esgrimen para oponerse a que un niño o niña trans pueda rectificar el género en el registro, es que según unos estudios: “la investigación indica que un porcentaje de los menores en su proceso madurativo siente alguna atracción por el mismo sexo… al llegar a la madurez la mayoría de estos menores tiene atracción por el sexo contrario”. La ignorancia es atrevida, y la ignorancia de las ideas, esa que no tiene contacto con la realidad de la que quiere hablar, es patética.

¿Por qué un niño o una niña cis puede ver reconocido legalmente su sexo sentido y un niño o niña trans no? ¿Por qué hay que esperar a qué los segundos se aclaren mientras para los primeros es normal que lo tenga claro? La inmensa mayoría de menores se identifican como niños o niñas a muy temprana edad, solo la presión social hace que esa identificación sea más o menos problemática. Además, y no voy a entrar ahora en algo que ni siquiera se ha planteado la AEE, hay menores que no se identifican con ninguna de esas dos posibilidades, y otros que lo pueden hacer con ambas… ¿De verdad que la manera natural con la que un niño, niña, niñe, (o cualquier otra etiqueta) se percibe a sí misma, tiene que ser limitado legalmente? Cualquier persona, sin necesidad de haber leído un estudio de uno u otro color, pero que ha convivido con un menor o adulto trans, sabe que, como las personas cis, se sienten respetadas si son tratadas con el sexo con el que se identifican. ¿Quién es la AEE para meterse en la vida de un niño y decirle que tiene que esperar a la edad adulta para ver reconocida su identidad? ¿Es un castigo? ¿Una pena por no haber sido fiel al género?

La forma en la que la AEE percibe a las mujeres al final de sus “recomendaciones” es tan machista y paternalista que me cuesta entender por qué ninguna de las mujeres que forman parte de la AEE ha hecho una queja o ha pedido una rectificación. Resumiendo su última recomendación (yo no veo recomendación por ningún lado): que “un hombre inscrito en el registro civil como una mujer” (una definición muy desafortunada de una mujer trans, la verdad) vea reconocido legalmente su sexo sentido puede crear problemas de convivencia, ya que le permite tener acceso a espacios reservados para mujeres. Tengo que informarles a los hombres que han escrito este último párrafo, que los mayores problemas de convivencia se crean cuando mujeres trans tienen que convivir obligatoriamente en espacios de hombres cisgénero. Y los problemas no los crean estas mujeres trans, sino los hombres cis que las ridiculizan, las insultan, las maltratan, las violan o las asesinan.

Para acabar me gustaría decir a la AEE, que en vez de encerrarse en sus verdades y negarse a repensarlas, la próxima vez que quiera hacer un comunicado sobre un tema que desconoce, que se informe con personas que se han arremangado para trabajarlo. Lo demás es hacer el ridículo, y dejar en ridículo al resto de evangélicos que quedan como ignorantes y fundamentalistas ante la opinión pública. Y aunque sea un imposible, les pediría un poco de valentía y que abriesen en su seno un espacio de reflexión realmente plural donde también puedan ser escuchadas voces evangélicas que no siguen los divinos dogmas evangélicos españoles de principios del siglo XXI. Personas LGTBIQ evangélicas hay muchísimas, no son legión como las cisgénero heterosexuales, pero pueden aportar tanto o más como ellas a la construcción de iglesias realmente evangélicas. Yo mismo me ofrezco voluntario, aquí tienen mi correo por si nuestro Señor les ilumina algún día: homoprotestantes@gmail.com

Carlos Osma

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“Descansando sobre el pecho de Jesús”, por Carlos Osma

Lunes, 23 de noviembre de 2020
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pexels-joshua-mcknight-1149361De su blog Homoprotestantes:

“Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba reclinado en el pecho de Jesús”[1].

Pues sí, esta puede ser una de las frases que considero más bellas de la Biblia, y no porque rebose homoerotismo por todos lados, sino porque en ella observo amor cotidiano, ese que muchos tenemos cada día cuando después de una dura jornada de trabajo nos sentamos en el sofá y apoyamos la cabeza en el pecho de la persona que amamos. Es posible que para algunos este gesto no tenga importancia, que no quiera decir nada, pero para quienes de vez en cuando nos paramos a analizar nuestra cotidianidad, sabemos que en realidad son los más importantes.

A menudo este versículo pone nerviosos a los que se han erigido en defensores de la obligatoriedad de la heterosexualidad de Jesús y del resto de sus seguidoras. Por eso lanzan amenazas infernales a quienes se atrevan a insinuar que, cuando el resto de discípulos desaparecía, había sexo entre Jesús y su discípulo amado. Y nos da un poco de risa, porque cuando nosotras todavía no nos lo habíamos ni planteado, ellos ya habían visualizado las cien posturas imposibles que Jesús y su discípulo amado no podían realizar. Me quedo con las ganas de conocer ese Kamasutra prohibido, seguro que sería todo un bestseller de la literatura cristiana, mucho más ameno que aquellos insoportables libros de teología que tratan de repetir, sin ni siquiera pasar por la propia experiencia, lo que otras y otros ya han dicho antes. Como diría el Predicador: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”[2].

Mientras el discípulo amado descansaba en el pecho de su amado, Jesús anuncia que una de las personas que hay en la habitación le va a entregar. Agatha Christie no lo podría haber hecho mejor, la tensión y el miedo invaden la sala donde tiene lugar la cena, mientras por unos segundos el evangelista invita a los discípulos a convertirse en Miss Marple o en Sherlock Holmes para descubrir quién es el traidor. ¿Quién de todos los presentes entregará a la muerte a Jesús? ¿Seré yo maestro? ¿Serás tú Simón Pedro? ¿O será el discípulo amado? La desconfianza es el elemento más siniestro en esta escena. Saber que un discípulo con el que comparten el seguimiento de Jesús les traicionará, desestabiliza por completo la comunidad de seguidores del maestro. Frente al desconcierto y la desconfianza del resto, el discípulo amado reposa su cabeza en el pecho de Jesús.

Ya hemos dicho antes que la policía del pensamiento teológico verdadero al leer este texto dirige su dedo acusador hacia el discípulo amado. Es él quien supone la mayor amenaza para su evangelio de exclusión, y por tanto para ellos son las personas LGTBIQ las que quieren traicionar al maestro. “Eres tú”, nos dicen, “tú quieres acabar con el evangelio”. Ante esta fake news podemos responder manteniendo la confianza, sabiendo en quien hemos creído, teniendo esperanza, y acercándonos a Jesús para descansar. Pero a veces, en vez de hacer esto, acabamos imitándoles y preguntándonos también nosotras quienes son los traidores para los que el evangelio ya no es lo que era (o mejor dicho, lo que ellos querían que fuese). En nuestro caso suele ser una pregunta retórica, claro, porque no necesitamos señales divinas para saber quienes comparten con nosotros el pan y el vino, pero se venden por unas monedas de plata a los sacerdotes de la religiosidad oficial que quieren oprimirnos. Sin embargo, no deberíamos olvidar que no hemos sido llamados a ser detectives, ni inspectores de la vida y la fe de los demás, sino seguidores de Jesús que confían y descansan en su maestro. Discípulos y discípulas que ponen primero el oído, no en las palabras de los traidores del evangelio, sino en el corazón amoroso de Jesús.

El juego del Cluedo al que nos invita el evangelista es resuelto con rapidez por el propio Jesús, él mismo desenmascara al traidor, al discípulo Judas Iscariote. Y es que es el propio evangelio, la buena noticia de salvación, el que nos pone a cada uno en nuestro lugar. A quienes lo entienden como un escape room de la comunidad de iguales, los lleva a través de la oscuridad hasta el poder y la respetabilidad del Templo que quiere acabar con Jesús. Y a quienes lo perciben como un mensaje de fraternidad, amor y salvación, los lleva a descansar confiados sobre el pecho del maestro. Los cristianos LGTBIQ también tenemos que decidirnos muchas veces ante estas dos maneras de entender el evangelio: ponerlo a nuestro servicio para obtener reconocimiento, dinero y poder, o dejarnos interpelar por él para mostrar de forma desinhibida nuestro amor por quienes a nuestro alrededor corren el peligro de ser crucificados.

A menudo, cuando hemos de tomar esta decisión, la demoramos, la dejamos para otro momento, intentando posponerla hasta que no haya otro remedio. Sabemos que descansar en el pecho de Jesús tiene un precio, la experiencia nos lo recuerda siempre. Pero las palabras que Jesús le dirige a Judas Iscariote antes de que este se decidiera por la traición, creo que también las podría dirigir al resto de sus discípulos, a su discípulo amado, y como no, a nosotros y a nosotras: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto”[3]. Los traidores no dudan, quienes se deciden por el evangelio del amor, tampoco deberían hacerlo.

Carlos Osma

NOTAS:

[1] Jn 13,23

[2] Ecl 1,2

[3] Jn 13,27

Consulta dónde encontrar Solo un Jesús marica puede salvarnos

 

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“Cómo reformar la Iglesia”, por Carlos Osma

Sábado, 31 de octubre de 2020
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reformadoresHoy, que celebramos el Día de la Reforma, publicamos este artículo del blog Homoprotestantes:

En ocasiones escucho reflexiones, predicaciones, o leo artículos en los que se anima a reformar la Iglesia. Si además la persona que hace este llamamiento pertenece al ámbito protestante, en algún momento repite la archiconocida frase: “Una iglesia reformada, siempre reformándose”. Bien es cierto que en pocas ocasiones indica en qué debe consistir esa reforma, porqué es necesario hacerla, y qué le ha llevado a pensar así. En realidad, en la mayoría de ocasiones, creo que la frase es más bien una muletilla, un elemento de la tradición que sobrevuela el discurso para indicar que se es protestante, que no se es fundamentalista, o que se está a años luz de otras iglesias en las que no hubo reforma.

En Martín Lutero encuentro también esa voluntad de transformación, de reforma de la realidad religiosa en la que estaba inmerso, pero entiendo que esta voluntad tuvo su origen en una experiencia previa de insatisfacción real, no teórica. Lutero tenía una autocomprensión negativa de sí mismo y esto le limitaba y le producía sufrimiento. Desde muy joven le acompañó el temor a un Dios castigador que le exigía una vida de sacrificios interminables. Por eso se dedicó al ayuno, a la autoflagelación, a la confesión constante; aunque nada de todo esto le hizo sentirse reconciliado con Dios.

Siempre hay casos excepcionales, es verdad, pero el de Lutero no lo es, creo que en la mayoría de ocasiones las reformas no surgen de personas que se encuentran cómodas con el sistema en el que viven, sino de las que padecen sus consecuencias negativas. Jamás una persona satisfecha con su iglesia querrá reformarla. Jamás una persona a la que le va bien con la vida que tiene querrá que ésta cambie. Seguro que en algún momento dirán eso de que es necesario reformarse, adaptarse, transformarse… pero serán sólo palabras. La reforma nace de una insatisfacción profunda con el sistema, no de palabras huecas biensonantes.

El 31 de octubre de 1517 Lutero clavó en la puerta de la iglesia del Palacio de Wittemberg sus 95 tesis. Por aquel entonces el papa León X quería renovar la Basílica de San Pedro en Roma, y desarrolló una campaña para recaudar fondos mediante la venta de indulgencias. Los compradores recibían a cambio una reducción de sus días de castigo en el purgatorio e incluso el perdón de los pecados. Lutero podría haber colaborado con dicha campaña aunque sus planteamientos teológicos no la vieran con buenos ojos, o podría simplemente haberse callado. Pero al leer algunas de sus tesis encontramos que no fue así:

Tesis 21. “En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa”.

Tesis 22. “De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida”.

Con sus 95 tesis Lutero convierte su insatisfacción en una denuncia. Porque la insatisfacción que es incapaz de denunciar, no puede reformar ninguna iglesia, ni ninguna vida. Hay un momento en el que la experiencia de opresión debe surgir y convertirse en algo real para que el cambio pueda ser posible. Si Martín Lutero se hubiera callado, no estaríamos hablando hoy de reforma protestante. Evidentemente la denuncia situó a Lutero en un lugar peligroso, y él lo sabía, no era un ignorante ni un loco, tenía conocimiento de lo que les había ocurrido a muchos otros reformadores anteriormente. Para que una iglesia pueda ser reformada, para que sea real la petición de una reforma constante, se necesitan personas que denuncien el status quo y que asuman las consecuencias de hacerlo. En iglesias donde todo esto es imposible, donde las voces discordantes son excomulgadas, o donde éstas no se atreven a levantar la voz por cobardía, no hay posibilidad real de reforma. El Espíritu Santo dirige la iglesia hacia la reforma a través de voces proféticas.

Cuando algunos cristianos y cristianas alaban la respuesta de Lutero ante las exigencias del papa León X para que se retractara de 41 de sus 95 tesis: “No puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro actuar contra la conciencia”. Deberían preguntarse si alguna vez se han enfrentado a una situación como esa dentro de la iglesia, y si actuaron como Lutero, defendiendo su conciencia, o como León X, que trató a Lutero como un delincuente, prohibió la posesión o lectura de sus escritos y dio inmunidad a quien lo asesinara. ¿Dónde se alinearon? ¿Con quienes defendían la conciencia o quienes defendían la ortodoxia?

Martín Lutero vivió una experiencia opresiva y levantó la voz para oponerse a lo que él consideraba erróneo e injusto, pero no se quedó ahí. Se atrevió también a hacer una propuesta basada en la tradición bíblica y eclesial, que le liberaba de sus temores al igual que al resto de cristianos. Se atrevió a dejar sin argumentos a quienes utilizaban las condenas y el temor en beneficio propio. Y lo hizo afirmando que la salvación es un regalo de Dios, dado por gracia a través de Cristo y recibido solamente por la fe. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo [1]”. No tenía mucho sentido el sentirse culpable, el vivir atemorizado, condenado… La liberación no se encontraba ni en la Ley ni en los dirigentes de la iglesia, sino en la fe en el Dios de Jesús. Por eso un cristiano no debía tener como sumo juez al papa, sino a Jesucristo y su Palabra en la que se revela su voluntad.

La liberación que supuso la Biblia para cristianos como Lutero es difícil de entender hoy, ya que la ortodoxia evangélica la ha petrificado y puesto al servicio de la opresión. La Biblia ya no es fuente de liberación, sino una ley que está al servicio del capricho del líder de turno que dice poseer la lectura verdadera. Las lecturas fundamentalistas han debilitado profundamente la percepción de la Biblia como lugar de liberación para los seres humanos. Las personas LGTBI somos unas de las danificadas por este proceso diabólico que pretende destruir cualquier autocomprensión positiva que podamos hacer de nosotros mismos, al mismo tiempo que exige una represión de nuestros deseos y un reconocimiento de culpabilidad por ser como somos. Sólo comprando sus indulgencias con mentiras podemos alcanzar la salvación que ellos nos otorgan.

Pero es desde esta situación opresiva desde la que las personas LGTBI podemos convertirnos en profetas que traen una nueva reforma a la iglesia. Una reforma que no nacerá del legalismo, sino de la experiencia y la liberación del texto bíblico de manos de quienes lo están adulterando. Y esto ocurrirá si nos atrevemos, como Martín Lutero y tantos otros reformadores, a levantar la voz denunciando la opresión heteronormativa aunque esto signifique nuestra expulsión de las iglesias que no dejan espacio al profetismo, y que son más sensibles a las lecturas literalistas y las tradiciones homófobas que al dolor que éstas producen. Y si partimos de nuestra experiencia y somos valientes en la denuncia, también podremos encontrar respuestas que dejen sin sentido al poder heteronormativo. En realidad no tenemos que buscar demasiado, ni ser muy originales, porque la Palabra de Dios siempre ha dado vida a quienes la han visto negada, y es por gracia que vivimos los cristianos, por medio de la fe… no por cualquier otra cualidad humana, ni siquiera la heterosexualidad.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios. No por vuestra heterosexualidad, para que nadie se gloríe [2]”.

Las cristianas y los cristianos LGTBI somos una oportunidad de reforma para la iglesia, una oportunidad para curar de heteronomatividad sus discursos, sus lecturas, su praxis. Una oportunidad, ni la primera ni la última, de hacer del evangelio una fuente de liberación para toda la Iglesia.

Carlos Osma

[1] Rm 5,1

[2] Ef 2,8-9 El texto pone “obras” donde pongo “vuestra heterosexualidad”.

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” Y del cielo, ¿qué?”, por Carlos Osma

Jueves, 27 de agosto de 2020
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cieloDe su blog Homoprotestantes:

Hace un par de semanas me preguntaron en el programa “El Té caliente” cómo entendía yo la trascendencia. El pastor John Miranda explicó que había recibido críticas sobre los mensajes de salvación centrados exclusivamente en el aquí y el ahora por ser semejantes a los que realiza cualquier ONG. Desde ese día sigo dando vueltas a esa pregunta, y me han surgido algunas más: ¿Al hablar de salvacion hemos de escoger entre trascendencia o inmanencia? ¿Olvidamos la trascendencia para que nuestro discurso sea más aceptable? ¿Nos centramos en el aquí y el ahora por falta de fe? ¿Se puede hablar de cristianismo cuando no hay esperanza de resurrección?

Algunos podrían pensar que las maricas no hablamos sobre trascendencia porque para nosotras la trascendencia es el infierno. Y por eso nos centramos en la inmanencia, en lo carnal, lo momentáneo y efímero, que es nuestro lugar natural. Nosotras no trascendemos, nuestros cuerpos queer habitados por la depravación, se aferran a lo terrenal. Y es desde esta conciencia, y también desde el sentimiento de culpa, que nos lanzamos a decorar el mundo, haciéndolo más habitable. Nuestras Ikea-teologías dan el pego a primera vista, pero tras el felpudo rainbow no se vislumbra el Reino de Dios, sino decorados diseñados por nosotras mismas para que quienes los visiten nos den su aprobación. Entre tratar de construir un mundo funcional y confortable, con toques de Feng shui, o elevarnos hacia una trascendencia en la que no nos espera nada bueno, las maricas inteligentes habríamos decidido quedarnos con la primera opción.

No digo que no debamos preguntarnos si hay algo de verdad en todo esto, pero sinceramente creo que hay pocas “desviadas” afortunadas que puedan poner su infierno en la trascendencia. Seamos sinceras, gran parte de quienes por cualquier razón no cabemos en los cánones de la diosa normalidad ya hemos pasado por él: no aceptación, percepción negativa de una misma, rechazo familiar, insultos, terapias, acoso, amenazas, agresiones, no reconocimiento de nuestros derechos, marginación…. Por esta razón hay personas que opinan que en realidad las maricas con ansias de sobrevivir tenemos tendencia a huir de la realidad, y estamos abiertas a la trascendencia más que cualquier otro colectivo. Queremos un cielo nuevo y una tierra nueva que no tenga nada que ver con la que tenemos ahora, y nos aferramos a la promesa de que “enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron” (1). Según este punto de vista, nosotras no andamos por el mundo como el resto de mortales, sino que más bien tratamos de levitar. No somos seres de carne y hueso, sino seres espirituales para los que la lectura de la Biblia, la meditación o la oración, son como chutes de helio que nos elevan hacia el más allá.

Personalmente pienso que la mayoría de las maricas tenemos serios problemas con el blanco y el negro, y que preferimos situarnos en zonas multicolor. Además, tenemos un temor irracional a permanecer quietas, supongo que por puro instinto de supervivencia. Es por esa razón que nuestra relación con lo inmanente y lo trascendente es más compleja que cualquiera de los tópicos reduccionistas anteriores. Hay días que nos ponemos zapatos con tacón de aguja para adherirnos mejor a la tierra, y otros que nos colocamos una corona y unas alas para tratar de llegar hasta el cielo. Hay veces que solo vemos lo que tenemos delante de nuestras narices, y otras que vislumbramos lo invisible. Hay días que dudamos de si somos cristianas, y otros que nos sentamos a tomar el té a las cinco con nuestro Jesús genderqueer. Sin embargo, sin negar que todo lo anterior nos ocurra alguna vez, la mayor parte del tiempo vivimos tratando de compaginar lo inmanente y lo trascendente, el aquí y el ahora con lo que está más allá del espacio y el tiempo que conocemos. Y no es fácil, cada una lo hacemos a nuestra manera, marcadas indudablemente por nuestra biografía, pero también por el entorno y las circunstancias que hoy nos envuelven.

Decía Dietrich Bonhoeffer que “Solo desde las profundidades de la tierra, solo pasando a través de las tormentas de la consciencia humana, se nos abre la visión de la eternidad” Únicamente desde el aquí, podemos vislumbrar el más allá, no hay cielo sin tierra. El Reino de Dios irrumpe cada día en las acciones de liberación que cada una de nosotras realiza en el mundo, y cuando abandonamos lo concreto, cuando decidimos no actuar ante el sufrimiento de otras personas, el nuestro, o el de la creación misma, para ir en busca del más allá, no estamos trascendiendo sino huyendo. Por lo que eso que vemos, aquello en lo que nos refugiamos llamándole esperanza, cielo, más allá, o cualquiera de las bellas palabras que se nos pueden ocurrir; no es la trascendencia y ni siquiera apunta hacia ella. La marica que no se esté rompiendo las uñas para acabar con la LGTBIQfobia que vive cada día, no sigue el llamado de Jesús, no abre espacio al Reino y es incapaz de intuir alguna cosa sobre la eternidad.

Pero aunque nuestras propuestas de justicia para este mundo patriarcal, capitalista, contaminado, eurocéntrico, LGTBIQfóbico, clasista, racista (pueden ir añadiendo aquí todo aquello que debemos transformar), sean maravillosas e ideales, el Reino de Dios no lo vamos a traer nosotras. De la misma forma, aunque nos aferremos a la tierra y a la vida con todas nuestras fuerzas, habrá un día en el que la enfermedad y la muerte nos alcancen. La última palabra no depende de nosotras. Al final, como siempre, perderemos y seremos derrotadas. Desde ese convencimiento miramos más allá de lo que tenemos delante y nos abrimos a la esperanza de aquello que ni podemos imaginar. Esperanza de vida, de reencuentro, de reconciliación, de amor, de perdón, de lágrimas y abrazos. Esperanza de justicia para toda la creación de la que formamos parte. Después del final, aguardamos un nuevo comienzo, porque la injusticia y la muerte no pueden tener la última palabra, sino el Dios de amor y de vida que nos reveló Jesús de Nazaret.

Carlos Osma

Consulta dónde encontrar “Solo un Jesús marica puede salvarnos”

NOTAS:

(1) Ap 21,4.

(2) Bonhoeffer, D.

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“Repita conmigo Will Graham: dios es amor”, por Carlos Osma

Martes, 21 de julio de 2020
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JESUSAMORDe su blog Homoprotestantes:

Cada vez entiendo mejor porqué hace ahora justo un año el señor Will Graham se rasgó las vestiduras, cogió todas las piedras que pudo, e intentó lanzarlas sobre mi libro “Solo un Jesús marica puede salvarnos”, y sobre (y esto es lo más importante) las personas que estaban abiertas a debatir, o compartir, que significaba eso de que Jesús fuese marica. En realidad, aunque preferiría que no lo hubiese hecho, su acción ayudó a dar una proyección a mi libro que nunca hubiese imaginado. ¡Cinco artículos le dedicó!, cada uno más simple y absurdo que el otro, en la vanguardista Protestante Digital. Pero tampoco soy ingenuo, y sé que también a él le supuso un extra de notoriedad. Esa es una de las explicaciones que a día de hoy encuentro a su actitud de continua difamación de personas o entidades que, por una razón u otra, pone en la diana esperando (pienso yo) a que algún valiente enajenado se atreva a tirar los dardos.

La búsqueda de notoriedad está clara, el intento de estar día sí y día también en el centro de la noticia también. Y a falta de capacidad para proponer reflexiones teológicas (¿es teólogo no?) que ayuden a hacer un mundo más evangélico, pues le queda la confrontación, la invención de fantasmas, y los señalamientos con el dedo. A alguien le debería hacer pensar que significa que una persona así tenga cabida en medios de comunicación evangélicos que llegan a masas. No digo que no se deba dar voz a personas de corte conservador, o incluso ultrafundamentalista (como es el caso), pero si esto es la vanguardia del fundamentalismo, entonces alegrémonos todas y todos: al fundamentalismo le quedan dos telediarios.

La última persona que se le ha puesto entre ceja y ceja ha sido la teóloga uruguaya Cris Conti, pero entre las cejas de fuego de Will Graham ha habido antes muchas otras, sería una lista interminable nombrarlas a todas. Cito a Cris Conti, no porque haya sido la última, o porque este señor supure machismo y misoginia por todos lados, sino porque en un comentario que hace sobre ella he encontrado otra explicación al comportamiento medieval de nuestro hermano pastor (en las familias diversas hay de todo). El comentario dice así: “Los teólogos progresistas no creen en la ira de Dios porque no conocen a Dios. El Dios de la Biblia es un Dios de ira. Y de allí la necesidad de la muerte expiatoria de nuestro Salvador en la cruz”. Sí, aceptémoslo, hay personas a las que los Jesús maricas les ponen enfermos porque sus Dioses con mayúscula tienen un par de cojones y sobre todo mucha ira y mucha mala leche. Y esos Dioses como Dios manda, igual que los padres como Dios manda, no pueden tener hijos maricas y blandengues. (Disculpen que ponga Dios en mayúscula, pero es la forma en la que este tipo de teólogos intentan decir que poseen al dios inalcanzable para el resto de la humanidad).

Cómo ha leído este señor los evangelios es para mí incomprensible, cómo se los han explicado en los divinos seminarios fundamentalistas se escapa a mi entendimiento. Pero lo que sí sé, porque lo he visto de cerca, es que las personas y comunidades que creen en este Dios temible, tienen una doble vara de medir, una para ellas y otra para el resto. Además, rezuman hipocresía, malgastando toda su energía en tratar de hacer parecer lo que no se es. Y todo eso acompañado con poca humildad y una gran incapacidad para reconocerse frágiles y limitados. No me refiero a decirlo, sino a creerlo y vivir en consonancia con ello, es decir, con empatía y amor. (Espero WG que esta última palabra no le haya hecho daño).

Repita conmigo Will Graham: dios es amor. Es decir, ni lo tenemos ni podemos tenerlo, se nos escapa constantemente, pero si hay un lugar donde se nos revela, es en el amor. En los amores en minúsculas también, porque todos son limitados. Pero amores que apuntan a un Amor más grande, que es aquel que nos indica la cruz. Porque la cruz no es el lugar de la ira de dios (siento de verdad que haya tenido una vida tan dura), sino el de un dios de amor que nos acompaña incluso en los peores momentos de nuestra vida. En la cruz podemos ver al Dios violento, patriarcal, machista, misógino, racista, clasista, tránsfobo, homófobo… al Dios con dos cojones y mucha ira; ese que llevó a Jesús a la cruz por blandengue, por amoroso, por empático, por sensible, por humano, por marica… Pero sufriendo junto al crucificado solo se nos revela el dios en el que creemos los cristianos, y lo hace como una madre, un padre, como alguien que nos ama incondicionalmente (no siempre la imagen del padre o la madre ayuda a todas las personas). Se nos revela como alguien que nos acompaña y nunca nos abandona. No es lo que somos o lo que hacemos (no necesitamos conquistarle), sino lo que él/ella hace y lo que es: Amor.

No soy psicólogo ni voy a jugar a serlo, es una cosa muy seria, pero muchas personas que viven siguiendo al Dios de la ira, deberían buscar la razón por la que ese es el Dios en el que creen y son incapaces de aceptar un dios de amor. Lo dejo aquí, no voy a seguir por respeto, pero vivir el cristianismo es además de acercarse al prójimo, acercarse a dios, sabiendo que cualquier imagen que tenemos de él/ella tiene mucho que ver con las experiencias que nos han marcado desde la infancia. Y que solo cuando nos acercamos, de verdad y sin dogmatismos, dios puede romper poco a poco las imágenes en las que pretendemos atraparle. No siempre es fácil, porque nuestra biografía nos marca profundamente, pero para dios, no hay nada imposible. Eso es lo que espero para Will Graham, y para muchos otros creyentes, que el dios de amor haga desaparecer al Dios cargado de ira.

Carlos Osma

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“La liberación milagrosa”, por Carlos Osma

Miércoles, 3 de junio de 2020
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floating-1854203_1280 (1)De su blog Homoprotestantes:

Según el Evangelio de Juan la tercera y última aparición de Jesús después de su resurrección tuvo lugar mientras siete de sus discípulos estaban pescando. Bueno, más bien intentando pescar, porque el discípulo amado que estaba en esa barca, y que según el evangelio puso por escrito lo ocurrido [1], explica que en toda la noche no habían podido pescar nada. No deberían tener la barca muy lejos de la costa, porque cuando al amanecer Jesús se apareció en la playa y les preguntó si tenían algo para comer, ellos le respondieron desde la misma barca que no tenían nada. Justo en ese momento “Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces” [2].

Este texto se escribió a finales del siglo primero o comienzo del segundo, un tiempo después de que se hubiera escrito el resto del evangelio, que antes de añadir este capítulo acababa en el 20. Leerlo al pie de la letra, como si fuera un hecho histórico, sería algo parecido a leer la historia de la creación en el libro del Génesis y afirmar que lo que allí se narra es pura ciencia. Ya sabemos que hay cristianos que lo leen así, pero eso no contradice que sea una estupidez, también hay cristianos que piensan que Dios enviará a los seres humanos que no creen en Él al infierno, o que la primera mujer fue creada a partir de la costilla de un hombre. Aferrarse a la ignorancia y utilizarla en beneficio propio, no es una cosa extraña, ni siquiera un monopolio exclusivo del cristianismo.

Volviendo al tema de la pesca milagrosa, no es muy difícil percatarse de que el autor está intentando colocar su mensaje a una comunidad cristiana escribiendo un texto cargado de símbolos. El tema que hay detrás de la escena tiene que ver con la predicación, con llevar nuevos discípulos (peces) hasta Jesús, que ya no está con ellos en la barca (comunidad) sino en la playa (cielo). Cuando los siete (todos) discípulos intentan pescar (predicar) por sus propios medios en la noche (ausencia de Jesús), no consiguen pescar nada, pero cuando Jesús aparece al amanecer (es la luz) y les guía para que lo hagan, la pesca es un éxito. Si algo podemos deducir para empezar, es que la comunidad a la que el autor del evangelio se dirige, tiene algún problema con la transmisión del mensaje de Jesús y no consigue hacer nuevos discípulos. Algo que, por otra parte, no es ajeno a la situación de la mayoría de comunidades cristianas en el siglo XXI.

Pero pese a la absoluta actualidad de la historia para las iglesias de hoy, voy a irme por la tangente, porque al leerla esta vez me he quedado con la incomodidad que me producen algunas de las imágenes que utiliza. Ya sé que es absurdo aplicar a un texto que tiene casi dos mil años algunas hipersensibilidades modernas (o incluso personales), pero tampoco me parece honesto pasarlas por alto. Identificar a quienes no son discípulos de Jesús con peces que se mueven libremente en el mar, el mensaje cristiano con una red, y la misión de los discípulos con atrapar a los pobres peces para llevarlos a la muerte en la playa con Jesús, pues me ha echado un poco para atrás. Vuelvo a repetir que ya sé que la idea que pasa por mi cabeza es completamente ajena a la voluntad del texto, pero tengo que decir que he sido incapaz de leerlo sin pensar en ella.

Leo la Biblia desde mi propia experiencia, por eso como cristiano gay me parece inapropiada la identificación del evangelio con una red que te atrapa y pretende llevar hasta la muerte. Decir que es inapropiada, es una manera bonita de explicar el sufrimiento que ha podido infringirnos a las personas LGTBIQ esa forma de entender el evangelio, o lo demoledor que es poner nuestra fe en un Jesús que quiere acabar con nosotros. Algunos lo dulcificarán, quizás porque prefieren olvidar, y tienen todo el derecho del mundo a hacerlo, pero yo prefiero decir que sí tuviera que escribir la historia de la pesca milagrosa hoy, a partir de nuestras experiencias queer, lo primero que haría sería cambiar el título por el de la liberación milagrosa. La buena noticia del evangelio no estaría en una red, sino en explicar cómo a pesar de vivir atrapados dentro de ella en nombre de dios, logramos escapar rompiéndola a base de mordiscos de esperanza, y también de desesperación.

En la historia de la liberación milagrosa, Jesús no se aparecería en la playa, porque los Jesús que producen víctimas son siempre unos impostores. A él nos lo encontraríamos dentro de la red junto a nosotros, intentando destrozarla con sus propias manos aunque eso le produjese heridas. Al final conseguiría romperla por algún lado para hacernos un hueco por donde poder salir, y nos empujaría a hacerlo. Una vez fuera, nos diría que cuanto más lejos estemos de la playa y de la barca más posibilidades tenemos de permanecer con vida, y que en las profundidades del mar, donde no hay redes que nos amenazan, podemos movernos libre y felizmente. Y le seguiríamos hasta allí, y comprenderíamos aquello de que “si Jesús nos libera, seremos verdaderamente libres” [3].

Nunca podré entender como hay personas que necesitan vivir en una red para sentirse seguras, o que no les importa que las saquen de su medio natural, el mar, para ser llevadas hasta una playa donde saben que morirán. Me duele cuando alguien me explica que un día pudo escapar de la red, pero que ahora siente angustia ante la libertad y la responsabilidad. Y aunque de verdad que lo intento, soy incapaz de comprender a quienes, tras ser liberados de una red de acero, se esfuerzan noche y día por aprender a dar saltos fuera del agua con la esperanza de ir a parar dentro de alguna barca. Cada uno puede hacer con su vida lo que considere, nunca sabemos las razones que llevan a los demás a hacer lo que hacen, así que es estúpido intentar juzgarlo desde fuera. Pero lo que mi experiencia me dice es que, si hablamos de evangelio, de buena noticia, eso no puede vivirse dentro de una red que te lleva hasta la muerte. Si no hay libertad, no hay evangelio. Solo donde la hay, es posible seguir a Jesús y convertirse en uno de sus discípulos.

Carlos Osma

Notas

[1] Así parece indicarlo Jn 21, 23-24.

[2] Jn 21,6

[3] Jn 8,36

Consulta dónde encontrar “Solo un Jesús marica puede salvarnos”.

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Triduo Pascual en casa

Jueves, 9 de abril de 2020
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Screenshot_2020-04-08 Pascua2020-Guion_para_celebrar_la-Pascua_en_casa_y_en_familia pdf

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“El caracol se arrastra y siempre lleva la casa encima. La oruga también se arrastra, pero cuando al fin se mete en casa, en su crisálida, es para salir convertida en mariposa. Así que la casa no sea pretexto para no renacer en libertad.

Cómo vivir y participar en el Triduo Pascual desde casa en familia por Pueblo de Dios.

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«Ya el año pasado ofrecimos una Pascua online, y ante la aceptación,  unas cuatro mil entradas, decidimos este año repetir. Íbamos también a ofrecer un retiro de Pascua “en vivo”» []

Pascua online por espiritualidadintegradoracristiana.es

Fuente Eclesalia (1 y 2)

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“El otro discípulo, el que amaba Jesús”, por Carlos Osma.

Jueves, 2 de abril de 2020
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man-solDe su blog Homoprotestantes:

Según el Evangelio de Juan el primer testigo de la resurrección de Jesús fue María Magdalena. Ciertamente el evangelista conocía otros evangelios cuando puso por escrito su relato, sin embargo tiene cierta credibilidad histórica que María Magdalena, junto a otras mujeres, fuese la primera en anunciar que Jesús había resucitado. Eso es lo que dicen los testimonios de fe de las primeras comunidades cristianas, y eso es lo que recoge también el Evangelio de Juan. Aunque no hay que olvidar que el evangelista con una evidente intención teológica, modifica la tradición a la que tenía acceso para hacerla encajar en su teología, y nos dice, que María no fue la primera en entrar al sepulcro donde habían puesto el cuerpo de Jesús, tampoco la primera en creer en la resurrección, ya que al principio pensó que el cuerpo de Jesús había sido robado.

María Magdalena no tenía credibilidad al anunciar que Jesús había resucitado, el testimonio de una o varias mujeres en ese momento no tenía demasiado valor. Pero en testimonios poco creíbles como ella, es donde está basada la fe cristiana. Porque si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe. Y me imagino a muchos hombres religiosos respetables diciendo que no se podía hacer caso de lo que un puñado de mujeres pudieran decir, que la Biblia exigía dos o tres testigos, pero que fueran hombres. Sin embargo, desde una perspectiva de fe parece que a Dios le atrae eso de escoger lo que no puede ser, aunque lo diga la Biblia. Y que tiene preferencia por aquellas personas en las que la religiosidad encuentra poca credibilidad, y en este caso concreto, mucha feminidad.

El Evangelio de Juan muestra más sensibilidad por las mujeres que siguieron o tuvieron algún contacto con Jesús que otros evangelios. Pero nos dice, al contrario que los evangelios sinópticos, que Pedro fue el primero en entrar al sepulcro vacío. Este dato es relevante, porque no debemos perder de vista que aquí se nos está transmitiendo una teología y que los hechos históricos que se relatan están a su servicio. Pedro era una figura muy respetada en el cristianismo donde el Evangelio de Juan surgió, así que no solo María Magdalena, sino cualquier otra persona hubiera cedido el honor a Pedro de entrar el primero al sepulcro. Sin embargo hay que seguir leyendo entre líneas, porque Pedro, aun siendo el primero en entrar al sepulcro, tampoco creyó que Jesús había resucitado, y se volvió a su casa como si nada.

Si exceptuamos el último capítulo del Evangelio de Juan, Pedro por muy hombre y respetado que fuese, no era un discípulo ejemplar. Podemos repasar parte de su historial: en la cena de despedida no quería que Jesús le lavara los pies, en varias ocasiones fue incapaz de entender lo que había detrás de las palabras del maestro, por miedo negó ser un seguidor de Jesús… La verdad es que Pedro por un lado es el personaje en el que todos nos vemos reflejados alguna vez, porque nos cuesta entender el evangelio, y porque nuestras palabras no suelen estar a la altura de nuestras acciones. Pero por otro, si lo vemos como cristianos LGTBIQ, también descubrimos en su personaje a los representantes de ese cristianismo que entra en los sepulcros donde fuimos puestas las víctimas de la LGTBIQfóbia que ellos previamente crucificaron, y son absolutamente incapaces de darse cuenta de que Dios nos ha sacado de allí. Cristianismo que habla de lo que se tiene o no se tiene que hacer y olvida el servicio, que se queda en la letra que mata el alma de las palabras de Jesús, o que lo único que le mueve es el miedo, la cobardía.

La novedad que introduce el Evangelio de Juan, y con la que pretende transmitirnos un mensaje, es un personaje ausente por completo en el resto de evangelios. Me refiero al discípulo al que amaba Jesús, ese que en la última cena tenía su cabeza recostada sobre el pecho de Jesús. Ese que tenía una relación tan íntima con el maestro que incluso Pedro acudía a él para que le preguntará cosas. Y este discípulo que pone tan nerviosos a algunos traductores bíblicos, también fue al sepulcro junto a Pedro para ver qué había ocurrido. No entró primero, le cedió el lugar a Pedro, pero cuando entró tras él “vio y creyó”. Para el evangelista, el discípulo al que amaba Jesús fue el primero en creer en la resurrección, y lo hizo sin entender la Escritura. Interesante la manera en la que el evangelista encaja la tradición de María Magdalena como primera testigo, la autoridad de Pedro para las comunidades receptoras de su obra, y la relevancia del discípulo al que amaba Jesús.

Muchas veces nos puede costar entender la Escritura, sobre todo cuando las lecturas que se realizan de ella nos hacen daño a las personas LGTBIQ. Lecturas que no nacen de la experiencia del amor, sino del legalismo y el temor. Pero el discípulo al que amaba Jesús “vio y creyó” al instante, porque las personas que se sienten próximas a Jesús y se saben amadas por él, rápidamente se dan cuenta de que los sepulcros no son capaces de contener por mucho tiempo a Jesús. Y que, si quieren seguir su ejemplo, es mejor que salgan rápidamente de ellos. Quizás no puedan dar razón de esa convicción con la Escritura, el discípulo que amaba Jesús tampoco lo fue, pero no pareció importarle. Porque las personas que se saben amadas por Jesús, y que han vivido la experiencia de la cruz y el abandono de la persona que amaban, saben que a su amado lo encontrarán siempre fuera, donde está la vida. La fe del discípulo que amaba Jesús no nació de la Escritura, sino de la convicción profunda de sentirse amado. Escritura y amor deberían ir siempre de la mano, pero si tenemos que decantarnos por una de ellas, el amor es la prioridad. Quienes se guían por él, son los primeros en llegar a la fe, son capaces de percibir la vida que otros seguidores del maestro todavía no pueden ni imaginar.

Carlos Osma

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“Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”, por Carlos Osma

Lunes, 23 de marzo de 2020
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pabloLeído en su blog Homoprotestantes:

“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al Sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que, si hallaba algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajera presos a Jerusalén. Pero, yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente lo rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?[1]”.

Este fin de semana un programa de televisión denunciaba las terapias para curar la homosexualidad que se realizan en iglesias evangélicas de Madrid. Lo hizo compartiendo un vídeo en el que un periodista se somete a un exorcismo para dejar de ser gay mientras varias personas oran, cantan, y le ungen con aceite mientras gritan: “¡Espíritu inmundo! ¡Espíritu de homosexualismo! ¡Apártate, Satanás! ¡Espíritu de sexo, de fornicación, de adulterio! ¡Fuera de aquí!”. Cutre, todo muy cutre, aunque lo realmente preocupante no es el lodo por el que se arrastran estas iglesias evangélicas (desconozco si forma parte de Ferede [2], y si es así, qué medidas tomará), ni que sean las responsables de que la sociedad ponga al resto de iglesias evangélicas en el mismo saco de extremismo y fundamentalismo, sino a cuántas personas les han destruido la vida sin que una cámara de televisión haya dejado constancia.

Hace unos días, Mateo, un conocido de una iglesia evangélica que lucha cada día de su vida para que nadie descubra que es homosexual, colgaba en su página de Facebook que el Partido Socialista quiere adoctrinar a niños y niñas para que acaben siendo gais y lesbianas (que evidentemente para él es lo peor de este mundo, de su mundo). Además, hacía una defensa de eso que tanto le aterra que le arrebaten, la masculinidad, diciendo: “la masculinidad es honorable, un don de Dios por el que sentirse orgulloso y agradecido”. La verdad es que la guerra por la masculinidad yo creo que la tiene perdida, no porque no sea un tío machote y todo eso (juega al futbol como nadie y es de Vox… más masculinidad creo que es inalcanzable), sino porque su entorno evangélico que es en el que pasa su vida, sabe que es homosexual y no lo ve como un hombre, sino como un homosexual que lucha por serlo. Es doloroso ver a alguien atrapado en una lucha sin fin, en una huida constante de sí mismo. Y más cuando todo eso se hace en nombre de dios.

Mateo no solo cuelga en Facebook reflexiones sobre masculinidad sino también vídeos y reflexiones de Cesar Vidal al que creo tiene como ídolo a imitar (será por eso que vive armarizado). Y justo ayer compartió la presentación que hizo Vidal en Perú, en el Seminario La Familia Relevante, donde hablaba sobre las amenazas a las que se enfrentan las familias. Tengo que decir que ya sabía que para este señor las amenazas no iban a ser los bajos salarios, el desempleo, el precio de la vivienda, la falta de inversión en educación, etc… Pero no pude resistirme y decidí escuchar su análisis que consiste básicamente en decir que la ideología de género es el demonio, y que los evangélicos son los únicos que están resistiéndola (imagino que con el mismo aceite de oliva que los exorcistas en las iglesias evangélicas de Madrid). Bueno, en realidad no todos los evangélicos porque aprovechó para lanzar dardos a Ferede, ya que según él se pliega a la ideología de género para poder recibir subvenciones del Estado, también a la Editorial Clie por vender libros como El Evangelio Subversivo que promueven dicha ideología, a Alfonso Ropero, a Ignacio Simal, a Lupa Protestante…. vamos, a todo lo que se mueva más que las lorzas que le caían por encima del cinturón. Lo más increíble de todo es que después de dar palos a diestro y siniestro, acabó su presentación diciendo que lo que él quiere como cristiano es buscar el Reino de dios y su justicia, y que éste se hará presente cuando los cristianos reflejemos el carácter de dios. A uno le aterra el Reino de dios que busca, y no creo que el dios que refleja, lleno de odio y discriminación, tenga nada que ver con el de Jesús.

La palabra “sagrado” según la RAE significa “digno de veneración por su carácter divino o por estar relacionado con la divinidad”, y ayer mismo me enteré de que el Gran diccionario enciclopédico de la Biblia de Clie es considerado sagrado por el fundamentalismo. Me enteré al leer un artículo que me envió otro amigo (por favor desde aquí les pido que tengan misericordia de mí y me envíen cosas más constructivas) en el que un señor pone el grito en el cielo porque según él, el Doctor en teología Renato Lings había sido colaborador de dicho diccionario. La manera de describir a Renato es la siguiente: “teólogo queer luterano quien desde sus 24 años declaró abiertamente su homosexualidad, coordinador en Europa del movimiento otras ovejas que se encarga de repartir licencias cristianas a homosexuales, formando pequeñas iglesias sodomitas… hizo el prólogo del libro pervertido y abominable titulado Solo un Jesús marica puede salvarnos”. La tesis de este iluminado es que teólogos (léase como un insulto) como Renato Lings se están “infiltrando” para intentar “cambiar los conceptos bíblicos tradicionales”. Que en palabras más llanas se traduce como: los enemigos ya están dentro, nos quieren destruir, y tenemos que defendernos.

Los cuatro ejemplos que he puesto son solo una muestra del ridículo, y el daño, que están haciendo muchos cristianos al intentar defender y predicar un evangelio homófobo. Evidentemente sus propias palabras los desacreditan, y todo lo demás que puedan añadir o hacer en cualquier otro aspecto, queda manchado por la cerrazón e intransigencia que muestran en este. Su voz solo es escuchada por quienes viven encerrados en el mismo lugar imaginario, y la única posibilidad de mantener su discurso es aislarse totalmente del exterior. Han perdido la conexión con la sociedad y la realidad, y parecerían payasos que nos hacen reír si no fuera porque los payasos son gente que quieren hacer feliz a los demás. Para todos ellos, y para quienes promueven como ellos la homofobia, sigue siendo pertinente la pregunta que Jesús le hizo a Pablo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.

Carlos Osma

Notas:

[1] Hch 9,1-4

[2] Federación Religiosa de Entidades Evangélicas de España.

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“Se quieren colar, te quieren robar “, por Carlos Osma

Martes, 3 de marzo de 2020
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Ladron2De su blog Homoprotestantes:

Ser gay y cristiano hace que a lo largo de la vida tengas que enfrentarte a experiencias de abuso por parte de quienes se otorgan para sí la posesión de la verdad. Y aunque con el tiempo aprendes a ver detrás de tanto dogmatismo el miedo y la inseguridad, eso no quita que las palabras hieran, y que seas consciente de que vives en un mundo donde hay gente, también cristiana, que pretende hacerte daño a ti y a tu familia. Personas que se creen autorizadas para entrar en tu vida y decirte desde su posición privilegiada, cómo debes vivirla o definirla correctamente. Gente que parece sentirse segura porque ocupa un lugar de poder, ese que les otorga la heteronormatividad, y que las capacita para repartirnos la aceptación o exclusión divina.

Hay personas, muchas personas, que quieren robarnos la juventud, el descubrimiento del propio deseo, el amor, el sexo, la pareja, los padres, los hijos: la vida. Y te dicen sin ni siquiera preguntar, que no existen los gais, sino prácticas sexuales entre personas (confundidas) del mismo sexo que dios califica de pecado. Ellos lo tienen todo, la heterosexualidad lo es todo, o al menos es el lugar privilegiado que tienen para atreverse a entrar sin permiso en tu vida para definirla. Son colonizadores de deseos, de cuerpos, de identidades a los que no les interesa para nada quienes somos, sino para qué podemos servirles. Y la historia deja claro que las colonizaciones dejan siempre víctimas y que se realizan donde existe la posibilidad de obtener algún beneficio. Así que algo deben tener nuestros cuerpos, algo necesitan de nosotras, si gastan tantas energías en intentar colonizarnos.

Vivir con la sensación de que has padecido un abuso, puede ser muy duro, y lleva a muchas personas a la depresión y el rencor. Estar convencido de que te han quitado personas, experiencias, sensaciones, que ya nunca podrás volver a tener, hace que las cosas más básicas, las que todos los demás dan por hecho, en tu caso las percibas amenazadas. Si te robaron la adolescencia, peleas para recuperarla y pones toda tu energía y dinero en que nadie te la pueda volver a quitar. Si te despojaron de la familia, vives pensando que la que ahora tienes puede desaparecer en cualquier momento. Si te usurparon durante años el placer sexual, cada día necesitas recobrar el tiempo, y el sexo, perdido. Si te arrebataron que pudieras expresarte como la mujer o el hombre que eres, ahora necesitas que todo el mundo te reconozca como tal.

Solo quienes lo han tenido todo sin necesidad de luchar siempre, tienen una verdadera sensación de posesión. Ese sentimiento no cae del cielo, sino que se otorga únicamente a quienes forman parte de lo que ellos llaman “normalidad”, pero que a nosotros nos parece “inhumanidad”. Y por mucho que algunas personas gais pretendan formar parte de este club, y se autoengañen pensando que sus bíceps, su bigote, o sus sujetadores con puntilla, les otorgan el derecho a ser admitidos, están perdiendo el tiempo y la energía. Quienes están dentro, nunca han luchado por estarlo, es su lugar, su hábitat, su hogar. Lo nuestro son los márgenes, lo exterior, lo que necesita de una protección especial y permanente para no ser invisibilizado, atacado o eliminado.

Cuando las personas gais nos identificamos como cristianas, cuando sentimos que el mensaje de Jesús también nos interpela y estamos decididas a integrarlo en nuestra vida en los márgenes, el poder heteronormativo se siente amenazado y no duda en defenderse, intentado arrebatarnos aquello que únicamente puede ser vivido en el templo de la “normalidad”. Y así nuestra experiencia como cristianos gais acaba siendo de nuevo una reacción ante ese intento de robo, aferrándonos a una fe que se desarrolla milagrosamente en los márgenes. No leemos la Biblia, vamos a la iglesia, o hablamos de Jesús, como lo hacen quienes siempre han tenido la seguridad de que la Biblia, la iglesia y Jesús, eran para ellos. En nosotras, ha habido una lucha, una batalla campal para integrar en nuestra vida todas estas cosas. Una batalla que no ha acabado y que cada día nos obliga a seguir luchando contra quienes quieren arrebatárnoslas.

Jesús se dirigió a los escribas y fariseos en una ocasión y les dijo: “por dentro estáis llenos de robo y de injusticia”[1]. Y es que, quizás porque leo desde uno de los márgenes, tengo la convicción de que el movimiento de Jesús no formó parte de “la normalidad”, y que ese sentimiento tan nuestro de tener que defenderte de quienes se creen autorizados para entrar dentro de ti y robarte todo lo que eres y tienes, es profundamente evangélico. No tengo que preguntarme si se puede o no ser seguidor de Jesús desde los lugares de poder, sobre todo cuando se ejercen contra la dignidad y la vida de otras personas, hace tiempo que respondí esa pregunta. Pero sí cómo es posible vivir desde los márgenes, y con las heridas sufridas tras tantos robos por parte de personas que dicen ser cristianas, el evangelio. Quizás comenzando por no querer tener la seguridad de poseerlo todo, ni siquiera la verdad, posiblemente no aferrándonos al deseo de experiencias que nos fueron usurpadas, o a lo mejor intentando que los márgenes sean espacios de vida abundante para las personas que cada día, como nosotros, son expulsados hacia ellos.

Mirar constantemente hacia atrás, o dentro de uno mismo tratando de decorar aquellos vacíos que nos recuerdan los abusos padecidos, es otra forma de dejarse robar, de permitir que nos sigan teniendo a su merced, de dejar la puerta abierta para que, como siempre, se nos cuelen dentro. La mejor medida de seguridad ante tanto ladrón obsesionado con nosotros, es poner las energías en vivir hoy de la forma más intensa posible. Esa es la manera de guardar las distancias, de construir muros de protección que les hagan imposible acceder hasta nosotros. La mejor alarma que nos avisará cuando estemos en peligro, o el mejor perro guardián que morderá a quienes pretendan colarse en nuestra vida sin permiso.

Hay que estar absolutamente determinados a no dejarnos hurtar nada más, a menos que nos hayamos abandonado al victimismo. Lo que pasó ayer es imposible cambiarlo, pero dejarnos arrebatar hoy alguna cosa más depende en gran parte de nosotros. Tenemos un ejercito de cristianos homófobos acampando alrededor nuestro, sí, eso es innegable. Pero si las fuerzas que tenemos las utilizamos en aprovechar la vida hoy, no temerá nuestro corazón, y podremos vivir confiados en quien es nuestra luz y nuestra salvación.

Carlos Osma

Notas:

[1] Mt 23,25

Espiritualidad, Homofobia/ Transfobia. , ,

Año de la Biblia. Marzo: El Evangelio de Mateo

Lunes, 2 de marzo de 2020
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evangelio-de-mateoAntes de inciar la lectura (o relectura) de cualquier libro de la Biblia es  conveniente leer la Introducción que cualquier edición hace sobre el autor, época, género literario, y contenido del libro que se va a leer.

El evangelio de Mateo

Mateo escribe para las comunidades judeocristianas, y escribe su evangelio basándose fielmente en el relato de Marcos, en los dichos de Jesús del documento Q, y en algunas fuentes judeocristianas. De este modo compone su evangelio en seis relatos y cinco discursos de Jesús.

Su intención es mostrar a las comunidades cristianas procedentes del judaísmo que el mensaje de Jesús no es una ruptura con el judaísmo sino su perfecto cumplimiento. “No penséis que yo he venido a a nular la ley de Moisés o las enseñanzas de los profetas. No he venido a anularlas sino a darle su verdadero significado” (Mt 5,17 Biblia Traducción Interconfesional).

Sus comunidades, que probablente habían sido ya expulsadas de las sinagogas, se sentían las verdaderas herededas de las promesas judías, en contradicción con los fariseos, y esta situación se refleja en las  disputas de Jesús con los fariseos en los relatos de Mateo.

El obispo episcopaliano Johnm Shelby Spong pone de manifiesto el estilo judío del evangelio de Mateo,  que presentó su relato en paralelo y como cumplimiento de los acontecimientos proféticos del Antiguo Testamento, así como el ejemplo y la superación de los grandes personajes, especialmente de Moisés. Sus comunidades entendían espontáneamente estas alusiones, porque las tenían grabadas en su imaginación; en cambio las comunidades de cristianos procedentes del paganismo interpretaron literalmente los relatos de Mateo, porque desconocían sus antecedentes bíblicos; y sus interpretaciones han prevalecido en la historia de la Iglesia.

Mateo era consciente de la tensión entre las comunidades judeocristianas de Santiago y las paganocristianas de Pablo, y ve la necesidad de mantener la unidad en la figura de Pedro. Es el único evangelista que relata la entrega de las llaves del Reino a Pedro, episodio intercalado (y un tanto incoherente) en el conjunto del relato, como puede apreciarse comparando Mt 16,13-23 con Mc 8,27-30 y Lc 9,18-22.

En Marcos, Pedro reconoce a Jesús como mesías triunfante, hijo de David, y esto es coherente con su intento de disuadirle de que se arriesgue a ir a Jesulén. Lucas evita descalificar a los discípulos y omite este intento de disuadir a Jesús. Mateo es el único que atribuye a una inspiración del Padre el reconocimiento de Jesús como mesías, pero resulta incoherente que a renglón seguido Pedro trate de disuadir a Jesús de seguir su camino.

No tienen que extrañarnos estas diferencias de interprretación porque el evangelio no es un código cerrado sino una invitación al amor incondicional, y unas orientaciones para que escuchemos a nuestra conciencia con la resonancia de los signos de los tiempos (de las situaciones de cada comunidad). Un código cerrado sería volver al fariseísmo que Jesús denunció. El mensaje de Jesús es amor sin límites; cumplir los diez mandamientos (o los cuarenta) nos evita tener que ir más allá.

Que se hayan conservado cuatro evangelios canónicos (aceptados por la comunidad de comunidades), con sus diversas interpretaciones y sus contradicciones, nos evita caer en una interpretación literal de un solo evangelio.

De Marcos aprendimos el realismo y el apasionamiento radical por la buena noticia de Jesús. De Mateo podemos aprender un sereno equilibrio para mantener la unidad, tan necesaria en estos momentos.

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Lecturas recomendadas

Xabier Pikaza: El evangelio de Mateo, ed. verbo divino 2019. Exégesis y comentario teológico. Pikaza recoge la memoria de los duros conflictos antiguos, sabiendo que allí donde se dice Jesús se está diciendo Iglesia. Conflictos que deben resolverse en comunión de vida y en diálogo con las iglesias judeocristianas y paulinas, apelando al testimonio de Pedro y de los Doce.

José Luis Sicre: El evangelio de Mateo, un drama con final feliz. Ed. Verbo Divino (La casa del Libro tiene una edición digital). La intención de este comentario es ayudar a descubrir el proceso que llevó a Jesús hasta la muerte, acompañándolo, a veces sin entender mucho, como los discípulos; escandalizándonos en ciertos momentos, como los fariseos; desconcertados, como las mujeres ante la tumba; cumpliendo, entre dudas y entusiasmo, la misión final que nos encarga, convencidos de que él está con nosotros hasta el fin del mundo.

John Shelby Spong: El evangelio de Mateo (versión digital facilitada por la Asociación Marcel Légaut)

Rafael Aguirre y otros. Guía de Lecturas de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Ed evd 2014. Estructura de cada evangelio con breves explicaciones de cada sección, que introducen a una lectura personal.

 

Vídeos recomendados

Pope Godoy: El evangelio de Mateo. Hasta hace poco se pensaba que era el evangelio más antiguo. Por eso gozó de mucho prestigio y es el más leído y más comentado en la tradición cristiana. Pope hace una interesantísima comparativa entre Mateo y Marcos, que pone de relieve las peculiaridades de Mateo y nos aporta luces para reconocer un poco mejor la figura de Jesús y su mensaje.

Gonzalo Haya: Contradicciones en los Evangelios. Estamos tan acostumbrados a los pasajes del evangelio, que seguramente no somos conscientes de las grandes contradicciones que hay entre los evangelistas, e incluso entre dos textos de un mismo autor. Reflexionar sobre ellas nos hace descubrir qué tipo de verdad quieren comunicar los relatos evangélicos o qué concepto tenían de la historia.

José Luis Sicre: Entorno histórico y sociológico de Jesús. El autor nos brinda un magnífico resumen para describir el contexto social de la vida de Jesús. Recurre a los relatos de historiadores para describir lo que es vivir bajo por la dominación romana o la situación en Galilea. Muy interesante también el capítulo en el que aclara las diferencias entre los celosos, el grupo de Judas el Galileo, los sicarios y los zelotes. Por último, siguiendo la tipología de Lenski para las sociedades agrarias, describe la sociedad en tiempos de Jesús y cada una de las clases sociales.

José Arregi: Bienaventurados los pobres (I). Hay gran consenso en afirmar que el Reino de Dios es el núcleo del mensaje de Jesús. Estudiando el lenguaje que utiliza al hablar del Reino descubrimos un gran paralelismo con la Religión Imperial. La subversión de los cristianos fue negar esas atribuciones al Emperador para dárselas a Jesús. No debería negarse la intención política del mensaje de Jesús. ¿Qué pasaría si de verdad reinara Dios? Que las viudas, los huérfanos y los extranjeros no estarían desprotegidos, porque su Rey mira los corazones de todos los hombres y no rechaza a nadie. En el Reino de Dios reina la Justicia y todos sin excepción son atendidos.

José Arregi: Bienaventurados los pobres (II). La revolución política de Jesús se basa en una revolución o inversión de valores. En sus parábolas y sobre todo en las bienaventuranzas, Jesús atribuye a los pequeños, los valores que se suelen atribuir a los grandes. Cuando afirma que son bienaventurados los pobres, no está haciendo exaltación de la pobreza, sino que son bienaventurados porque van a dejar de ser pobres. El Reino de Dios se está llevando a cabo, sin que sepamos cómo, al igual que crece la semilla.

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Año de la Biblia. Febrero: el Evangelio de Marcos

Viernes, 28 de febrero de 2020
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evangelio-de-marcosPor error, no lo publicamos al comienzo del mes, pero sigue siendo válido…

Importancia

Comenzamos nuestra lectura de la Biblia por los evangelios, porque  Cristo, el Mesías, es el cumplimiento de toda la Escritura y la clave que nos permitirá interpretarla. La evolución de la conciencia bíblica fue perfilando la figura del Cristo (el ungido, el Mesías), con borradores más o menos acertados, y no pocas veces con borradores contaminados. Desde la cúspide miramos los caminos recorridos con sus avances y sus retrocesos.

Y de los evangelios, iniciaremos con el evangelio de Marcos que fue la primera biografía escrita de Jesús, y que sirvió de base para las posteriores de Mateo y Lucas. La primera biografía escrita, pero no el primer escrito cristiano. Las cartas de Pablo, las auténticas, fueron los primeros escritos cristianos.

Marcos, a quien se atribuye este primer evangelio, conocía aquellos escritos porque acompañó a Pablo, y siguió fundamentalmente su teología, pero aquellos escritos exaltaban al Jesús resucitado, constituido en su resurrección como Señor y Mesías, y no se interesaban en absoluto por la vida  terrenal de Jesús en la fragilidad de la carne. (Rom 1, 1-4; 2Co 5,16-17).

Marcos se separó de Pablo y tuvo la gran inspiración de valorar la vida corporal de Jesús,  considerando la experiencia mística en el Jordán como el momento en que fue declarado hijo de Dios (se sintió con libertad para cambiar la interpretación de Pablo). De este modo, en vez de las consecuencias idealistas de un Cristo resucitado, Marcos pudo ofrecer a las comunidades cristianas la vida de Jesús como ejemplo concreto de cómo vivir el Reino de Dios.

Para elaborar la biografía de Jesús, reunió los testimonios orales o escritos ya existentes y compuso un relato desde la perspectiva de la resurrección, y siguiendo el modelo de los símbolos y relatos (leyendas, curaciones, maná) del Antiguo Testamento.

Características

Antes de iniciar la lectura, conviene leer la introducción que cada Biblia antepone a cada libro sobre el autor, fecha, contexto, y contenido del libro. Nosotros destacamos aquí algunas características de mayor relevancia.

Los relatos originales estaban destinados a ser leídos en las reuniones de las comunidades judeocristianas, y acomodados a sus necesidades; especialmente a evitar un creciente gnoscitismo espiritualista, y a mostrar las exigencias del seguimiento de Jesús.

Marcos presenta un Cristo quizás demasiado humano, apasionado tanto en la violencia como en la ternura, radical, incluso con sus momentos de ira ante la obcecación de los fariseos, y que Mateo y Lucas procuraron suavizar, como explico ampliamente en los videos de Fe Adulta. Sería conveniente confrontar algunos pasajes con sus correspondientes paralelos en Mateo y Marcos (esta referencia suele estar indicada al comienzo de cada pasaje; o, mejor aún, si se dispone de una Sinopsis de los cuatro evangelios, como la de la Sociedad Bíblica Española o la de Desclee de Brouwer).

Marcos termina su evangelio recomendando a los discípulos que vuelvan a Galilea para retomar los caminos de Jesús. Lucas les recomienda que permanezcan en Jerusalén para recibir el Espíritu Santo e iniciar su expansión hasta Roma. ¿Ruptura con Jerusalén (el Templo) o permanencia como punto de partida del naciente cristianismo?

Observar las discrepancias entre los cuatro evangelistas es el mejor antídoto contra una interpretación literalista de los evangelios; no son palabra inalterable de Dios, sino interpretaciones de las primeras comunidades sobre la vida y el mensaje de Jesús, que fueron aceptadas por el conjunto de todas ellas.

Para percibir el mensaje del evangelio no basta con unas orientaciones técnicas, es necesario leerlo pausadamente, atentos al eco que suscita en nuestra conciencia.

Estructura del evangelio de Marcos

1,1-13 Presentación

1,14 a 8,26 Actividad y enseñanza de Jesús por las aldeas de Galilea. Termina simbólicamente con la curación de un ciego y la confesión de Pedro de Jesús como el Mesías.

8,27 a 15,47 Camino a Jerusalén para anunciar la llegada del Reino, y preparación de los discípulos para el rechazo del Sanedrín, su juicio y muerte.

18,1-8 Resurrección, y envío de los discípulos a Galilea (la “casilla de salida”), para reiniciar, como Jesús, su seguimiento.

El Apéndice de 16,9-20 no es de Marcos, y fue añadido por otras comunidades para aceptarlo junto con los otros evangelios.

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Vídeos de la Escuela de Formación de Fe Adulta

Pope Godoy: El evangelio de Marcos. Pope nos da unas claves para entender el mensaje del evangelista, desmonta algunas traducciones erróneas y algunos errores de concepto, y destaca los hallazgos más relevantes de las últimas investigaciones sobre las escrituras. Se trata del evangelio más antiguo de los cuatro. Es el que más detalles aporta y el que mejor describe los sentimientos de Jesús y de los que le rodean. En esta interesantísima clase, Pope nos da unas claves para entender el mensaje que el evangelista ha querido transmitir con su libro. Desmontando algunas traducciones erróneas y algunos errores de concepto, nos comenta algunos pasajes como el Bautismo de Jesús o la Multiplicación de los panes y los peces, destacando de paso los hallazgos más relevantes de las últimas investigaciones sobre las escrituras.

Gonzalo Haya: Marcos ¿un Cristo demasiado humano? I Jesús de Galilea. Gonzalo destaca las características de Marcos al comparar algunos pasajes con los paralelos de otros  evangelistas, que omiten o corrigen algunos detalles.

Gonzalo Haya: Marcos, ¿un Cristo demasiado humano? II Las ocho palabras en la cruz. Son especialmente significativas las palabras de Jesús en la cruz que transmite cada evangelista. Las primeras comunidades no podían comprender que el Mesías libertador muriera crucificado, incluso recordaban la sentencia del Deuteronomio “maldito todo el que cuelga de un leño”; por eso necesitaban buscar una explicación acorde con la Biblia.

José Arregi: Bautizados por Juan (I). El hecho del Bautismo de Jesús es muy revelador si se analizan las versiones de los diferentes evangelios. Que Juan bautizara a Jesús resultaba difícil de entender para las primeras comunidades cristianas y resulta clave para entender cómo la idea sobre la humanidad y la divinidad del Nazareno no fue la misma desde los primeros siglos.

José Arregi: Bautizados por Juan (II). Otra reflexión a la que invita la lectura del Bautismo de Jesús es la revisión del concepto de pecado y pecado original, que no ha sido igual a lo largo de los siglos y cuya desviación más influyente tiene su origen en San Agustín. También comenta las imágenes del Bautismo y su simbología para nosotros, cristianos del siglo XXI. Para terminar hay un interesante diálogo con los asistentes.

Lecturas recomendadas

Gonzalo Haya: Volver al Jesús de Galilea. Comentario y exegesis al evangelio de Marcos.  Exposición relativamente breve de todo el evangelio que recoge lo más importante de la exégesis actual, y con referencia a las discrepancias con los textos paralelos de los otros tres evangelios canónicos. Ed Fe Adulta 2015.

Xabier Pikaza: El evangelio de Marcos. La buena noticia de Jesús. Análisis exegético, amplio comentario teológico de cada pasaje, y un estudio introductorio sobre Marcos y las comunidades cristianas de su entorno. Ed. Verbo divino 2012.

Salvador Santos: Un paso un mundo. Exposición del evangelio de Marcos bien documentada pero en lenguaje coloquial, con especial atención al compromiso social. Ed El Almendro 2009 agotada. Acceso libre a un resumen en http://www.atrio.org/un-paso-un-mundo/.

Juan Mateo y Fernando Camacho: El evangelio de Marcos. Especial atención al análisis lingüístico y al sentido sociorreligioso, aplicable actualmente. Ed. El Almendro 2008.

Mercedes Navarro: Marcos. Amplio análisis de cada pasaje con atención a sus implicaciones culturales y psicológicas, en un estilo sencillo y pedagógico. Ed. Verbo divino 2006.

 

Lecturas online recomendadas:

Introducción al evangelio de Marcos, Patxi Loidi

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El derecho al deporte de la infancia trans, en manos de la arbitrariedad de las federaciones deportivas

Jueves, 20 de febrero de 2020
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deporte-contra-la-lgtbifobiaDía Internacional contra la LGTBIfobia en el Deporte (19 de febrero)

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI (ADI) y Deporte y Diversidad denuncian que, actualmente, el derecho de la infancia y adolescencia trans a acceder libremente a la práctica deportiva depende de la voluntad de las federaciones deportivas que deciden arbitrariamente si una persona puede competir o no en la categoría correspondiente a su género.

Las entidades explican que esta situación “origina escenarios tan absurdos como que un menor no pueda competir en su categoría en Castilla y León y sí pueda hacerlo en unos Juegos Olímpicos”. En este sentido, denuncian que “esto deriva de la falta de regulación estatal que origina que las personas trans tengan más o menos derechos en función de la comunidad autónoma en la que residen”.

Y es que, tal y como informan las entidades, actualmente, existen varias CCAA que carecen de leyes autonómicas trans o LGTBI que garanticen el derecho de la infancia y la adolescencia trans a acceder a la práctica deportiva en función de su identidad de género. “Sin embargo, también hay otros territorios donde sí existe esta regulación autonómica y son las federaciones deportivas las que la incumplen sistemáticamente, como en el caso de Cataluña donde actualmente se está impidiendo hacer deporte a una niña trans de 7 años”, alerta.

Por este motivo, FELGTB, ADI y Deporte y Diversidad reclaman la necesidad urgente de una ley estatal LGTBI que equipare los derechos del colectivo en todas las comunidades autónomas y garantice, entre otros aspectos, que las personas trans puedan acceder a las competiciones deportivas viendo reconocida su identidad de género.

Declaración Institucional de Deporte y Diversidad

Estas entidades recuerdan que mañana, 19 de febrero, se celebrará el primer aniversario de la aprobación del Congreso de los Diputados de la Declaración Institucional de Deporte y Diversidad. Entre otros aspectos, el texto recoge varios aspectos en los que según FELGTB, ADI y Deporte y Diversidad “aún queda mucho por avanzar”. Estos son: acabar con cualquier expresión de violencia ya sea física o verbal en los espacios deportivos, especialmente por cuestiones relacionadas con la diversidad sexual y de género; equiparar el reconocimiento público y los premios de las mujeres deportistas respecto a los hombres y garantizar la práctica deportiva de las personas trans e intersexuales de acuerdo a su identidad de género, protegiendo sus derechos y su intimidad, y velando especialmente en el deporte de élite por una reglamentación que asegure las condiciones de igualdad.

En el marco del II Congreso Deporte y Diversidad, celebrado los pasados 14 y 15 de febrero, en Madrid, en este 2020 que FELGTB ha dedicado a visibilizar a las mujeres LTB bajo el lema  “2020, Mujeres LTB: Sororidad y Feminismo“, también han suscrito el documento, la primera mujer trans que compitió en categoría absoluta en un deporte olímpico, Omaira Perdomo (Voley); la campeona de Europa en Parakárate, Cristy Tojo; la mejor árbitra del mundo de rugby sin distinción de género, Alhambra Nievas; la primera árbitra de fútbol de España, Rosa Bonet; la campeona del mundo de boxeo, Joana Pastrana y las periodistas deportivas Olga Viza, Rocío Martínez y Lourdes García-Campos, entre otras personas.

Fuente FELGTB

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , ,

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