México: cinco personas LGBT+ víctimas de crímenes de odio en dos semanas

Lunes, 20 de enero de 2025

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En México hubo cinco crímenes de odio contra personas LGBT en lo que va de 2025.

Fuente Agencia Presentes

16 de enero de 2025
Geo González
Edición: Maby Sosa

CIUDAD DE MÉXICO, México. En las primeras dos semanas de 2025 al menos cinco personas LGBT+ fueron víctimas de crímenes de odio en México. Zulma Hernández Mendoza (43 años) y Khloe Jiménez (17 años) son las primeras víctimas de violencia transfeminicida. Ariadna Cortes (32 años) era una mujer lesbiana que fue reportada como desaparecida y luego localizada sin vida. Ehdibaldo Presa, era un hombre gay y académico de la Universidad Veracruzana; y Christian Cutiño, una persona muxe de 31 años.

Las fiscalías no informan al respecto en la mayoría de los casos. Los activismos son los que hacen la labor de documentar estos crímenes, exigir investigaciones apegadas a los derechos humanos y acompañar a las familias en el proceso de acceso a la justicia.


Zulma fue asesinada en su estética

zulma-tenia-43-anosZulma Hernandez Mendoza tenía 43 años y vivía en Santiago Jamiltepec, un municipio al sur del estado de Oaxaca. Era dueña de su estética ubicada en la carretera federal Acapulco-Salina Cruz.

Medios locales informaron que el 10 de enero a las 10 de la mañana a Zulma le dispararon dentro de su estética. Por el ruido de las armas, vecinos informaron a las autoridades pero se desconoce si fue un grupo de personas o una sola la que ingresó a su negocio.

Hasta la fecha la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca no ha emitido algún comunicado sobre este hecho, tampoco la Defensoría de Derechos Humanos de ese estado. En Facebook personas de Jamiltepec exigieron justicia por Zulma y la recuerdan como “toda una famosa estilista en nuestra población malacatera

Khloe de 17 años “tenía mucha ilusión de explorar su identidad” 

Khloe Jiménez era una adolescente trans de 17 años. Era originaria de Tacotalpa, un municipio al sur del estado de Tabasco. Khloe tenía el apoyo de su familia y participaba activamente en eventos de su comunidad abiertamente como una mujer trans.

De acuerdo a Felipe, amigues de Khloe la describen como una joven “alegre, divertida, que se hacía amiga de todes y tenía mucha ilusión de explorar su identidad de género”.

Khloe fue localizada sin vida y con signos de violencia en su cuerpo el 13 de enero. Felipe Sánchez, coordinador de Casa de las Muñecas Tiresias en Tabasco, explicó en entrevista con Presentes que lo que se sabe es que en el domicilio donde se la encontró no era su casa y que ingresó con un hombre.

En los municipios periféricos es donde vemos un mayor índice de marginación, discriminación y estigma que tiene la sociedad sobre todo hacia las mujeres trans, hombres trans y personas no binarias. Las instituciones que hay no están capacitadas y tampoco hay colectivos activistas, hay pocos en la capital del estado y son nulos en los municipios alejados. Además, la presencia de grupos religiosos en los medios de comunicación hace que los discursos de odio estén más a la mano en la sociedad. Todo eso dificulta que nuestra población conozca sus derechos y que la sociedad y las instituciones sigan marginando y violentando sus identidades”, explica Sánchez.

chloe-jimenez-de-17-anos-mujer-trans-1Los medios de comunicación local que informaron del hecho lo hicieron revictimizando a Khloe usando su nombre registral y malgenerizándola. Además, la narrativa que usaron fue de crimen pasional”, una forma que históricamente medios de comunicación han utilizado para revictimizar a las personas LGBT+ y sostener los prejuicios contra ellas.

La Fiscalía no ha dado información ni por sus vías de comunicación oficial y tampoco a Casa de las Muñecas Tiresias sobre si se está considerando la identidad de género de Khloe en las investigaciones. O si activaron el Protocolo Nacional de Actuación LGBTI+, cuyo objetivo es garantizar el acceso a la justicia a estas poblaciones.

Ariadna estuvo desaparecida once meses y fue encontrada sin vida

Ariadna Cortés era originaria de Iztapalapa, un barrio de la Ciudad de México. Tenía 32 años y era mercadóloga. El 2 de febrero de 2024 su novia y familia reportaron su desaparición en Río Blanco, Veracruz, donde vivía con su pareja. Ese día hombres entraron por Ariadna y se la llevaron a la fuerza de su domicilio.

ariadna-cortes-mujer-lesbiana-desaparecida-y-encontrada-sin-vidaEste 8 de enero la Comisión Estatal de Búsqueda dio a conocer que Ariadna fue localizada sin vida al emitir su ficha de búsqueda en el portal web del Protocolo Alba de la Fiscalía de Veracruz colocando un listón negro. Sin embargo, la autoridad no precisó más información, ni la fecha y el lugar en donde fue encontrada.

De acuerdo al medio de comunicación N+, el cuerpo de Ariadna fue encontrado en un terreno en la localidad de Moyoapan, en la zona montañosa de Veracruz. Ese mismo medio informó que “los presuntos captores pidieron una suma de dinero por su liberación; sin embargo, una vez que (su familia) notificaron el caso a la Fiscalía, dejaron de recibir mensajes y llamadas de los secuestradores”.

La colectiva Marea Verde – Altas Montañas de Veracruz mostró su indignación sobre este hecho. “Estamos hartas de seguir viviendo el mismo escenario de violencia hacia las mujeres. Justicia para Ariadna!!”.

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Cristian era muxe y fue ejecutada en Juchitán

Cristian Cutiño tenía 31 años. El 14 de enero en Juchitán, Oaxaca su cuerpo fue localizado con heridas de arma de fuego en un terreno baldío. Cristian era originaria de Villaflores, Chiapas.

De acuerdo al reportero Fernando Santiago de NVI Noticias, un medio local, “las autoridades han iniciado una investigación por el delito de homicidio. Las primeras investigaciones apuntan a posibles conflictos relacionados con robo y posesión de droga”.

Según el reportero, Cristian fue identificada por las autoridades pues tenía antecedentes de ser detenida por delitos como robo o posesión de droga y entonces era liberada pues nadie presentaba una denuncia en su contra.

Hasta la fecha ningún familiar ha reclamado su cuerpo. De no ser identificado el cuerpo de Cristian podría terminar enterrado en una fosa común, una acción recurrente que enfrentan las personas trans asesinadas o muertas y que no son reclamadas por su familia.

Ehdibaldo era maestro de agronomía y académico de la Universidad Veracruzana

ehdibaldo-presa-2-1Ehdibaldo era catedrático de la Universidad Veracruzana, impartía clases de agronomía y era originario de Puebla. El 7 de enero en Córdoba, Veracruz fue hallado sin vida en su domicilio. Su cuerpo tenía heridas de arma punzocortante y signos de tortura.

En entrevista para Diario de Xalapa, Leonardo Ruiz Moreno, presidente del colectivo Orgullo Xalapa, comentó que tanto este caso como el de Ariadna las autoridades de justicia no los enmarcan como un crimen de odio, pero que “sí están enmarcados en un contexto de saña y dolo”.

De acuerdo a datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio en 2024 en Veracruz se reportaron cuatro desapariciones de personas LGBT+, y nueve asesinatos. Este estado sigue siendo uno de los más violentos hacia las personas disidentes, así lo ha reportado cada año Letra S, una organización que analiza y registra crímenes de odio anualmente desde hace más de dos décadas.

Ruiz Morena denuncia que la Fiscalía del estado continúa sin garantizar justicia. Y que además, las autoridades revictimizan a las familias que denuncian.

“Con la fiscal no ha habido diálogo ni seguimiento de casos. Vemos que a nuestras autoridades no les importamos. Queremos la Fiscalía especializada y que se atiendan las iniciativas que quedaron pendientes”, dijo el activista al medio Diario de Xalapa.

Impera la impunidad

La mayoría de los crímenes de odio contra personas LGBTI+ quedan impunes en México.

En el país existe un Protocolo Nacional para garantizar el derecho y procuración de justicia para las personas LGBTI+, sin embargo las instituciones no lo usan. La CIDH ha señalado su preocupación ante el aumento de los crímenes de odio, sobre todo transfeminicidios. Y ha pedido que el Estado mexicanao actúe para prevenir, sancionar y no dejar en la impunidad estos crímenes.

En el país sólo 13 estados tienen tipificado el delito de crimen de odio por orientación sexual, expresión e identidad de género. Sobre esta agravante, Jair Martínez, analista e investigador de Letra S, explica que en el sistema de justicia mexicano “aún es muy complejo reconocer el odio” y por eso no se usa esta agravante para investigar las muertes violentas de personas LGBTI+.

Cristianos Gays cumple 16 años.

Domingo, 19 de enero de 2025

Era un 19 de enero del año 2009 cuando iniciábamos esta aventura… y lo hacíamos explicando el por qué y para qué

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En estos dieciseis años, han ocurrido muchas cosas, desde los dos hackeos por los intolerantes con la desaparición de buena parte de los post y archivos, la muerte de quien construyó su formato y seguimiento… pero también el encuentro con tantos y tantos amigos y amigas que han ido construyendo comunidades inclusivas que aspiran a peregrinar en este mundo hacia la consecución del Reino de Dios… Un espacio donde podamos encontrarnos y continuar esta lucha contra la Intolerancia, y la Homofobia y hacer posible que este mundo y las distintas confesiones religiosas en particular, sean espacios abiertos e inclusivos.

Desde entonces y hasta ayer,  miles de personas de todos los países del mundo han entrado en el blog, siendo, ciertamente, una referencia eclesial y del colectivo. Toda una alegría que agradecemos…

***

Pero hoy, víspera de San Sebastián, santo al que nos encomendamos desde el principio, traemos su recuerdo y compañía en este camino…

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones.

Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo

*

Mateo 10, 28-33

*

Oración

Padre todo misericordioso, que concediste al mártir San Sebastián pelear el combate de la fe hasta el derramamiento de su sangre; te rogamos que su intercesión nos ayude a soportar por tu amor la adversidad y a caminar con valentía hacia ti, fuente de toda vida. Por nuestro Señor Jesucristo…

***

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Paz y Bien

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Haced lo que Él os diga…

Domingo, 19 de enero de 2025

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“No tienen vino”

La verdad es que no tenemos vino.
Nos sobran las tinajas, y la fiesta
se enturbia para todos, porque el sino
es común y la sola sala es ésta.

Nos falta la alegría compartida.
Rotas las alas, sueltos los chacales,
hemos cegado el curso de la vida
entre los varios pueblos comensales.

¡Sangre nuestra y de Dios, vino completo,
embriáganos de Ti para ese reto
de ser iguales en la alteridad.

Uva pisada en nuestra dura historia,
vino final bebido a plena gloria
en la bodega de la Trinidad!

*

Pedro Casaldáliga

***

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: “No les queda vino.”

Jesús le contestó: “Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.”

Su madre dijo a los sirvientes: “Haced lo que él diga.”

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.

Jesús les dijo: “Llenad las tinajas de agua.”

Y las llenaron hasta arriba.

Entonces les mandó: “Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.

Ellos se lo llevaron.

El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.”

Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.

Después, Jesús bajó a Cafarnaún, acompañado de su madre, sus hermanos y sus discípulos, y se quedaron allí unos cuantos días.

*

Juan 2, 1-12

***

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No conseguiremos nunca agotar la riqueza de significados de los «signos» del evangelista Juan. En el primero de ellos se nos revela Jesús como alguien que da vino a los esposos de Cana. Las bodas necesitan alegría: «¿Acaso pueden ayunar los invitados a la boda cuando el esposo está con ellos?», dice Jesús.

El vino está en su sitio en una fiesta de bodas, porque el vino simboliza todo lo que la vida puede tener de agradable: la amistad, el amor humano y, en general, toda la alegría que puede ofrecer la tierra, aunque con su ambigüedad. Quisiéramos que este vino, que es la alegría de vivir, «el vino que alegra el corazón del hombre», no faltara nunca. Se lo deseamos a todos los esposos. Pero falta en algunas ocasiones. Les faltó a los esposos de Cana: «No tienen vino». Jesús hubiera podido responder: si no tienen, que lo compren. El hecho es que el vino es la alegría de vivir, algo que no se puede comprar ni fabricar, y es difícil estar sin ella. Y este vino, del que los esposos tienen necesidad, pero que nunca podrían darse a sí mismos, este vino –decíamoslo «crea» Jesús del agua, porque se trata de un vino nuevo. Juan quiere decirnos que el vino nuevo es bueno, nunca probado hasta entonces: es Jesús mismo. El vino se muestra significativo como don de Jesús: está al final, es bueno, es abundante. Es signo del tiempo de la salvación. El vino es así «la sangre derramada» de Cristo por nosotros, es el sino de la caridad, de la entrega de sí, algo tan importante para poder vivir como cristianos.

El vino de las bodas de Cana, ese esperado vino bueno, es el don de la caridad de Cristo, el signo de la alegría que trae la venida del Mesías. Las fiestas de los hombres acaban de esa forma que tan bien describe el maestresala: la tristeza del lunes.

Jesús, en cambio, es «el sábado sin noche», como decía san Agustín: cuando pensamos que la fiesta se acaba -«No tienen vino»-, aparece el vino bueno, conservado hasta ese momento, el vino nuevo jamás probado antes.

*

A. S. Bessone,
Prediche Della domenica. Ánno C,
Biella 1992, pp. 185-190, passim

 

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“Alegría y amor”, 2º Tiempo ordinario – C (Juan 2,1-11)

Domingo, 19 de enero de 2025

02-TO-CSegún el evangelista Juan, Jesús fue realizando signos para dar a conocer el misterio encerrado en su persona y para invitar a la gente a acoger la fuerza salvadora que traía consigo. ¿Cuál fue el primer signo?, ¿qué es lo primero que hemos de encontrar en Jesús?

El evangelista habla de una boda en Caná de Galilea, una pequeña aldea de montaña, a quince kilómetros de Nazaret. Sin embargo, la escena tiene un carácter claramente simbólico. Ni la esposa ni el esposo tienen rostro: no hablan ni actúan. El único importante es un «invitado» que se llama Jesús.

Las bodas eran en Galilea la fiesta más esperada y querida entre las gentes del campo. Durante varios días, familiares y amigos acompañaban a los novios comiendo y bebiendo con ellos, bailando danzas de boda y cantando canciones de amor. De pronto, la madre de Jesús le hace notar algo terrible: «no les queda vino». ¿Cómo van a seguir cantando y bailando?

El vino es indispensable en una boda. Para aquellas gentes, el vino era, además, el símbolo más expresivo del amor y la alegría. Lo decía la tradición: «El vino alegra el corazón». Lo cantaba la novia a su amado en un precioso canto de amor: «Tus amores son mejores que el vino». ¿Qué puede ser una boda sin alegría y sin amor?, ¿qué se puede celebrar con el corazón triste y vacío de amor?

En el patio de la casa hay «seis tinajas de piedra». Son enormes. Están «colocadas allí», de manera fija. En ellas se guarda el «agua» para las purificaciones. Representan la piedad religiosa de aquellos campesinos que tratan de vivir «puros» ante Dios. Jesús transforma el agua en vino. Su intervención va a introducir amor y alegría en aquella religión. Esta es su primera aportación.

¿Cómo podemos pretender seguir a Jesús sin cuidar más entre nosotros la alegría y el amor?, ¿qué puede haber más importante que esto en la Iglesia y en el mundo?, ¿hasta cuándo podremos conservar en «tinajas de piedra» una fe triste y aburrida?, ¿para qué sirven todos nuestros esfuerzos, si no somos capaces de introducir amor en nuestra religión? Nada puede ser más triste que decir de una comunidad cristiana: «No les queda vino».

José Antonio Pagola

Grupos de Jesús

“En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos”. Domingo 19 de enero de 2025. 2º domingo del Tiempo Ordinario.

Domingo, 19 de enero de 2025

10-ordinario2 (C) cerezoDe Koinonia:

Isaías 62, 1-5: La alegría que encuentra el esposo con su esposa.
Salmo responsorial: 95: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
1Corintios 12, 4-11: El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece.
Juan 2, 1-11: En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos.

La vida de Jesús se desarrolló dentro de la normalidad propia del ambiente cultural y la religiosidad de un judío del primer siglo de nuestra era. Los discípulos descubren a Jesús como un hombre normal, en un ambiente normal y sin ningún tipo de manifestaciones espectaculares o extraordinarias. Esta realidad de una vida normal en Jesús, hace que entre los discípulos y él no haya ningún tipo de distanciamiento, antes por el contrario, una vida verdaderamente humana como la de Jesús, hace que su experiencia del Dios sea más creíble y mucho más accesible a la conciencia y a la vida de los que le escuchan y le siguen. La actitud de Jesús, sin ningún tipo de pretensión, va revelando una nueva imagen y un nuevo concepto de Dios. Dios ha dejado de ser ese ser extraño y lejano, que atemoriza al ser humano, y toma la característica del Dios original de Israel, el Dios que camina con su pueblo.

Para la lógica del Evangelio de Juan, el Banquete es un tema fundamental en la teología del evangelio de Juan. La teología del banquete se abre con la misión de Jesús en Caná de Galilea, y se cierra con la última Cena, fundamento de la Eucaristía. El Banquete es por tanto un signo mesiánico, donde se anuncia la llegada del Reino y se presenta a Jesús, Soberano del Reino. Es un símbolo fundamental que explica en la cotidianidad la presencia del Reino en medio de la historia.

Las bodas de Caná están en el imaginario de los primeros cristianos y de todo la Iglesia a lo largo de la historia, por ese hecho inolvidable: en lo mejor de la boda, el vino se acaba. ¿Cómo es posible que no se haya previsto esta parte en la fiesta? La acción de Jesús de Nazaret frente a la falta de vino, hará que este relato de las bodas de Caná, quede inmortalizado en la simbología cristiana.

El milagro de las bodas en Caná de Galilea, no es simplemente por la falta de vino. El asunto es otro: el relato tiene que ser entendido en perspectiva de Reino, en dinámica de tiempo mesiánico. El texto indica, que había allí en un lugar de la casa, unas tinajas de piedra vacías, seis en total. El texto hace énfasis en que están vacías. Son tinajas destinadas para contener el agua de la purificación ritual de los creyentes judíos. Pero están secas. Este símbolo, indica la sequedad en que se encuentra el modelo religioso judío. En la visión de los cristianos primeros, que acabaron separándose del judaísmo, la ley judía, antes que ayudar, terminó dificultando la relación de Dios con su pueblo. Les resultaba una ley vacía, sin sentido, que sólo generaba cargas y no posibilitaba la libertad y la alegría. Las tinajas, destinadas a la purificación, eran un símbolo que dominaba la ley antigua. Ese modelo de ley creaba con Dios una relación difícil y frágil, mediatizada por ritos fríos y carentes de sentidos.

No se dice sin embargo que las tinajas estuvieran con agua. Son llenadas cuando Jesús lo ordena. Al estar llenas, las tinajas que no prestaban ya ningún servicio, más bien estorbaban en la vida normal de la gente, permiten una nueva manifestación del proyecto de Jesús: el agua está convertida en vino. ¿Qué nos indica ese signo? La ritualidad, el legalismo, la norma fría y vacía, es trasformada en vino, símbolo de la alegría, del gozo mesiánico, de la fiesta de la llegada del tiempo nuevo del Reino de Dios. Tenemos que acabar en nuestra vida y en la vida comunitaria, con los sistemas religiosos deshumanizantes, para lograr entrar en la dinámica liberadora, incluyente y festiva que Jesús inauguró.

¿Complicada esta interpretación? Efectivamente, es complicada, con la complicación que brota de un texto sofisticado, muy elaborado, con toda una trastienda de alusiones veladas y crípticos mensajes. Leer, proclamar, comentar el evangelio de Juan como si se tratara de una simple y llana historieta de unas bodas, en las que además Jesús funda el sacramento del matrimonio, sin más complicaciones… resultaría una lectura fácil y cómoda, pero sería profundamente carente de veracidad. Aunque sea más laborioso y menos grato, es mejor tratar a nuestros oyentes como adultos, y no ahorrarles la complejidad de unos textos que interpretados directamente a la letra nos llevarían solamente por caminos de fundamentalismo. Leer más…

19.1.25. Bodas de Caná. Celebración de la vida (Jn 2, 1-12, Dom 2 TO)

Domingo, 19 de enero de 2025

canc3a1Del blog de Xabier Pikaza:

Las bodas siguen siendo campo discutido en la iglesia:

(a) Si son sólo de hombre-mujer, o de dos seres humanos, varones o mujeres. Si hay sólo bodas o también divorcio.

(b) ¿Qué significa invitar  que se hagan bodas por amor de Jesús, en oración, en un tiempo como éste, año 2025, cuando muchos viven en pareja sin casarse por la iglesia, llamando como testigo a Jesús o a la Virgen.

El tema es serio y así lo ha sentido el cuarto evangelio. Por eso, tras hablar de Juan Bautista (Jn 1), es decir, de los temas penitenciales y del agua del bautismo pasa a las bodas, un tema importante para este tiempo en que la gente sigue viviendo en pareja, pero quizá sin boda de Iglesia, esto es, sin invitar a Jesús. ¿Qué sentido tiene invitar  o no invitar a Jesús ? ¿Qué sentido tiene la oración de bodas.

No puedo responder a las preguntas anteriores  sino comentar el texto de Jn 2, 1-12, evocando la celebración de unas  bodas de buena Biblia, con la madre de Jesús presente como iniciadora y la transformación del agua de la Ley en vino del Reino, pasando así de las purificaciones legales a la experiencia Mesiánica del Reino de Dios que es buenas bodas (cf. Ap 20‒21).

Los temas de fondo son éstos:

La gente se casa y descasa, pero falta vino de vida y  de fiesta en las bodas humanas

La Virgen y Jesús parecen más aguafiestas de mala ley que portadores de fiesta, impulsores de amor en libertad y en gozo de vino

La mayoría de los cristianos de antiguas iglesias no llaman a Jesús ni  su madre a las bodas.

¿Tiene algo que decir sobre ese tema el Evangelio?  Siga quien quiera plantear quizá mejor el tema

1A los tres días había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. 2Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.3Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: «No tienen vino». 4Jesús le dice: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora». 5Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». 

6Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. 7Jesús les dice: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dice: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos se lo llevaron.

9El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo 10y le dice: Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora (Jn 2, 1-10).

No tienen vino

Había una boda en Caná de Galileay la Madre de Jesús se hallaba allí (Jn 2,1). Esta anotación causa cierta sorpresa. Podía parecer en el principio que, según el evangelio de Juan Jesús carecía de padres de la tierra, pues había provenido como Palabra de Dios (Jn 1, 1-18). Después se nos ha dicho casi de pasada que era el hijo de José de Nazaret, en afirmación cuyo sentido no quedaba claro (1, 45; cf. 6, 42). Pero el texto añade: La madre de Jesús estaba allí.

La Madre es importante, se la conoce por su título (cf. Jn 19, 25-27). Ella pertenece al espacio y tiempo de las bodas. No era necesario invitarla: ¡Estaba allí! Las bodas eran para ella un espacio normal (natural), forman parte de su preocupación y de su historia. No está fuera, como invitada, en actitud pasiva; está muy dentro, actuando como supervisora, atenta a lo que pasa y diciendo a Jesús: “No tienen vino·.

Jesús, en cambio, empieza siendo un invitado, viene de fuera, no pertenece al espacio de bodas antiguas: Él y sus discípulos son de un mundo aparte, están como de paso. Lógicamente, no se preocupan de los temas de organización, al menos en un primer momento. Esta es la paradoja de la escena: Jesús viene como por casualidad, pero luego actúa como guía y autor (proveedor) de vino de bodas.

Y faltando el vino le dijo la madre de Jesús: ¡No tienen vino! (2,3). Situemos los rasgos de esta frase. Lo primero es la carencia:¡faltando el vino! Todas las explicaciones puramente historicistas de ese dato quedan cortas: los novios serían pobres, se habrían descuidado en la hora del aprovisionamiento, habrían llegado (con los discípulos de Jesús) demasiados invitados, diestros bebedores… El mensaje y conjunto de la escena es demasiado importante como para contarlo a ese nivel. El tema es que hay bodas de y que falta vino.

Esa carencia es un elemento constitutivo de la escena en aquella situación de bodas. Hombres y mujeres se casan, celebran bodas, tienen hijos… Pero la madre de Jesús sabe que falta vino, gozo de fiesta, celebración, abundancia feliz. Hombres y mujeres se casan, forman casas, se relacionan, pero no son felices, de manera que pasan por la vida sin saberlo, sin saberse (saborearse), conocerse y comunicarse de un modo radical, como ha mostrado la parte anterior de este libro al tratar de la eucaristía de Jesús y del vino de las fiestas de la vida humana

 Como si supera que su hijo es especialista en vida humana (eucaristía, comunión), la madre dice a Jesús “no tienen vino”, falta vida de evangelio. Esto es lo que sabe y dice la madre. Si Jesús no hubiera esta allí, si no hubiera sido invitado, no se hubiera notado a falta: ¡Por siglos y siglos los hombres se habían arreglado sin (buen) vino! Sólo ahora, cuando llega Jesús, se nota la carencia, la ruptura entre lo antiguo (bodas sin vino) y lo nuevo (vino de Cristo).

Daba la impresión de que nadie había descubierto esa carencia. Jesús está de incógnito. Rueda normalmente la vida y, al no tener más referencia, los esposos (y todos los invitados) se contentan con poco. Sólo la madre (estando Jesús allí) nota la falta, en gesto de vidente o profetisa, en una línea que se puede comparar con la de Juan Bautista. María pertenece al mundo antiguo, de bodas sin vino, pero sabe que su hijo forma parte de un mundo distinto con vino de boda en las bodas.

En esa línea, ella se puede comparar con Juan Bautista, que había descubierto y destacado la carencia de perdón a la vera del Jordán (río de purificaciones), para decir a todos que la respuesta era Jesús: ¡Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! (Jn 1, 29). Avanzando en esa línea, la Madre de Jesús ha descubierto que en las bodas falta vino (2, 3). Pero ella no ha empezado diciendo eso a los hombres; se lo dice a Cristo en palabra de riquísima advertencia, oración iluminación y velada petición (queriendo que Jesús remedie la carencia).

Para decir ¡no tienen vino! ha de estar (¡y está!) en las fronteras de la vida, en el lugar donde se pasa del día sexto de la creación antigua (bodas sin vino) al séptimo de la plenitud, del día segundo de la muerte al tercero de la resurrección. Por un lado, la Madre de Jesús es mujer del mundo antiguo, de las bodas sin vino, pero ella conoce y comparte los problemas y preocupaciones de aquellos que no logran gozar el verdadero matrimonio de la vida, el lugar donde debiera desplegarse el vino de las bodas. Ella sabe lo que falta y no lo puede conceder por sí misma, pero sabe que su hijo puede y le dice “no tienen vino.

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Siendo mujer del mundo antiguo, ella es, al mismo tiempo, mujer del mundo nuevo: pues sabe que hay un vino distinto de bodas y sabe quién puede concederlo y así se lo dice. La impaciencia del Reino de Dios late en su vida y tiene que expresarla, diciendo a Jesús reverente: ¡no tienen vino! Esas palabras de oración condensan todas las formas de necesidad humana (incluyendo las que vio y destacó Buda en la India unos siglos antes: Hombres y mujeres enferman, envejecen y mueren sufriendo. ¿Cómo responder? ¿Hacerse monjes, casarse por un tiempo?). Buda se hizo monje y siguió caminando hasta la higuera de Benarés (junto al Ganges). Jesús ha ido a las bodas de Caná, donde está su madre, que sabe que en la sala del banquete hay seis vasijas de piedra para el agua de las purificaciones, pero que no hay vino [1].

Haced lo que él os diga (Jn 2, 5)La Madre conoce el problema, pero no puede resolverlo, no puede conceder por sí misma lo que Dios había querido conceder a los hombres, ahora que culmina el día séptimo de la creación!). Ella sabe que su hijo ha venido a traer plenitud al mundo y por eso le confía reverente ¡no tienen vino! (el vino de la Pascua del día 3º, cf. Jn 15: Yo soy la vid). Recordemos que Jesús no es novio, en contra de una perspectiva que muy pronto (cf. Ef 5) se hará común en el conjunto de la iglesia. Su Madre tampoco es esposa, es sólo iniciadora mesiánica del Cristo. Los esposos son dos desconocidos cuyo nombre no interesa recordar, dos cualquiera, todos los humanos, judíos y gentiles, que al buscarse y al casarse (para vivir) están buscando plenitud, felicidad, sobre la tierra.

Iniciadora mesiánica. Ella ha vivido, ha sufrido, conoce, Dios le ha confiado el encargo de educar al Hijo eterno en la vida de los hombres, y esa educación culmina precisamente ahora: desde su misma madurez, en el momento primero y más solemne de su iniciación, en el centro de la crisis y pecado (carencia) de la historia, tiene que enseñar y enseña al Cristo, su Hijo, aquello que los hombres necesitan (vino de bodas), algo que Jesús no pudo aprender en el templo (cf. Lc 2, 41-52).

María enseña a Jesús y parece que Jesús empieza protestando (no necesita que nadie le enseñe, ni su madre ni la mujer siro-fenicia de Mc 7), de manera que parece distanciarse de ella: ¿Qué hay entre yo y tú, mujer? ¡Aún no ha llegado mi Hora! (Jn 2, 4): ¡Qué nos importa a ti y a mí! ¿Qué tenemos en común nosotros?… Es normal que en una situación como ésta Jesús se distancie de su madre a quien llama, de forma significativa, mujer. Parece distanciarse, pero en realidad escucha, aprende y cumple lo que ella le pide:

 – Se distancia de ella para marcar su propia su autonomía mesiánica: ¡El Hijo de Dios no depende de una madre de la tierra! Él tiene su propio tiempo y verdad, como aparece en el texto convergente de la sirofenicia (Mc 7, 27; cf. también Mc 3, 31-35). En un determinado nivel, la madre pertenece aún al pueblo israelita y Jesús tiene que romper con ella y superarla para ser auténtico mesías.

Jesús la llama ¡Mujer! en palabra que, aludiendo al principio de la creación (Gén 1-3), ilumina y encuadra el sentido de la escena. La madre de Jesús es la verdadera Mujer/Eva de este día séptimo de la creación pascual; por eso, ella no puede apoderarse de la voluntad de Dios, ni encauzar la vida de su Hijo, pero su Hijo tiene que es escucharse, si es Hijo del Dios que escucha las peticiones de los hombres, como he puesto de relieve en la parte anterior de este libro, al centrarme en ese tema (oraciones de petición).

 La alusión queda velada y debe interpretarse (recrearse) desde el fondo de lo que sigue. Estamos, sin duda, en un momento de suspense. El lector normal no habría esperado esta respuesta de Jesús; es más, la encuentra escandalosa. Pues bien, sólo penetrando en ese escándalo (que en perspectiva teológica resulta necesario)se entiende lo que sigue.

He situado este pasaje en el trasfondo de Mc 7, 24-30 donde Jesús y la madre pagana dialogan y aprenden (van cambiando) uno del otro, en diálogo también escandaloso: Jesús rechaza primer a la mujer, para escuchar y realizar después, en un nivel más alto, lo que ella le pedía, como Dios que escucha las peticiones de los hombres.

– Parece que Jesús rechaza aquello que su madre le ha pedido, marcando su propia independencia mesiánica, distanciándose de ella con palabras que parecen marcadas de dureza: ¿Qué tenemos que ver nosotros? (2,4)

La madre a quien Jesús llama ¡mujer! acepta su respuesta y cambia de actitud. No puede exigir nada, no argumenta ni polemiza, pero tiene a su lado a los servidores, diáconos de las bodas, y como primera de todos los ministros de la iglesia les dice: ¡Haced lo que él os diga! (2, 5).

Por su parte, Jesús, que parecía haberse distanciado de su madre, cumple luego, de modo distinto, por su propia voluntad, que lo que ella le pedía: ¡Ofrece vino abundante y muy bueno a los invitados de bodas! Así realiza y desborda el deseo más profundo de María (2, 6-10)

 De manera paradójica, desde el mutuo movimiento de gestos y palabras, debe interpretarse la escena, como descubrimiento y más honda apertura de María. Precisamente allí donde pudiera parecer que la madre quiere dominar al Hijo (¡no tienen vino!) ella viene a presentarse como servidora de ese Hijo, pidiendo a los servidores de la boda que escuchen a Jesús y cumplan su voluntad (como en el Padre-Nuestro: Hágase tu voluntad).La palabra de María (¡haced lo que él os diga!) nos sitúa dentro de la teología de la alianza, conforme a la cual los antiguos judíos se comprometían a cumplir la voluntad de Dios (¡haremos todo lo que manda el Señor!: Ex 24, 3). Leer más…

Tres lectores para una boda. Domingo 2º del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Domingo, 19 de enero de 2025

IMG_9523Giusto de Menabuoi (1376-1378)

Del blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

 Para la mayoría de los católicos, sólo hay una fiesta de Epifanía, la del 6 de enero: la manifestación de Jesús a los paganos, representados por los magos de oriente. Sin embargo, desde antiguo se celebran otras dos: la manifestación de Jesús en el bautismo (que recordamos el domingo pasado) y su manifestación en las bodas de Caná.

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: “No les queda vino.” Jesús le contestó: “Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.” Su madre dijo a los sirvientes: “Haced lo que él diga.”

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: “Llenad las tinajas de agua.” Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: “Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.” Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes si lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.”

Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.

 

Imaginemos tres posibles lectores de este relato.

            El cristiano sencillo y benévolo

            El relato no le plantea problemas, le gusta. Le gusta que lo primero que hace Jesús en su vida pública no sea irse al desierto a ser tentado por Satanás (como cuentan Mateo, Marcos y Lucas) sino asistir a una boda, con los cinco discípulos que ya le acompañan. Le gusta que esté presente su madre y le divierte la pelea entre madre e hijo, porque él, por mucho que proteste, termina haciendo lo que ella quiere. Aunque hay que reconocer que exagera, porque seiscientos litros de vino son demasiados litros; además, de excelente calidad, como afirma asombrado el mayordomo. El lector sencillo está de acuerdo en que este milagro revela la gloria de Jesús y comprende que los discípulos creyesen en él. Lo único que no le gusta del todo es que al final no vuelva a mencionar a la madre de Jesús, que es, en realidad, quien lo obligó a hacer el milagro.

            El creyente crítico

            Está básicamente de acuerdo con el cristiano sencillo, pero le gustaría que el evangelista hubiera tratado con más detalle algunas cuestiones. ¿Por qué no llama a María por su nombre y se limita a hablar de “la madre de Jesús? ¿Quiénes son los que se casan y por qué han invitado a la boda a ella, a Jesús y a sus amigos? Caná está muy cerca de Nazaret, a doce kilómetros, pero los de Caná dicen que “de Nazaret no puede salir nada bueno”. Debe de ser una familia especial, en buenas relaciones con los nazarenos, al menos con la familia de Jesús; y ser muy rica, porque en la casa hay seis tinajas de unos cien litros cada una (¿para qué querrán tanta agua?) y en la boda cuenta con un mayordomo y sirvientes. En cuanto a la falta de vino, le extraña que sea María quien se da cuenta, no el mayordomo; y que ella quiera que la gente siga bebiendo y fuerce a Jesús a resolver el problema. Una mujer sensata preferiría que bebiesen agua. Lo de la conversión del agua en vino prefiere no pensarlo demasiado. Algunos químicos dicen que eso es imposible, a pesar de que muchas bodegas los hacen continuamente. ¿Y cómo se enteran los discípulos de que Jesús ha hecho el milagro? ¿Lo ha contado el mayordomo? El evangelio termina diciendo que sus discípulos creyeron en él, pero no dice nada del mayordomo, ni del novio (la novia no tiene voz ni voto) ni de los invitados, que se bebieron el vino. ¿También ellos creyeron en Jesús? Al final, el creyente crítico se lía la manta a la cabeza, acepta el milagro y le pide a Dios que aumente su fe en Jesús, como hizo con los discípulos.

            El conocedor del Antiguo Testamento

            Comparte la fe del cristiano sencillo y comprende las preguntas del creyente crítico, a las que intenta ofrecer alguna respuesta.

            Empezando por el principio, los evangelios no son biografía de Jesús, no pretenden contar con detalle todo lo que hizo y dijo. Lo que consideran secundario lo omiten tranquilamente. ¿Qué más da que el novio se llamase Isaac o Zacarías, fuera sobrino de María o amigo de José, que ya habría muerto porque no asiste a la boda?

            A María no la llama por su nombre, sino por su título de “madre de Jesús”, igual que “la madre del rey” era el mayor título de una mujer en el reino de Judá. Y destaca, con cierto humor, su papel fundamental en este primer milagro de Jesús. A su petición, él responde mala manera, poniendo una excusa de tipo teológico: “todavía no ha llegado mi hora”. Pero a María le traen sin cuidado los planes de Dios y la hora de Jesús cuando está en juego que unas personas lo pasen mal. Y está tan convencida de que Jesús terminará haciendo lo que ella quiere que así se lo dice a los criados.

           Juan es el único evangelista que pone a María al pie de la cruz, el único que menciona las palabras de Jesús: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, “Ahí tienes a tu madre”. De ese modo, abre y cierra la vida pública de Jesús con la figura de María. Cuando pensamos en lo que hace en la boda de Caná, debemos reconocer que Jesús nos dejó en buenas manos.

Pero es también muy importante el simbolismo de la boda y del vino.

Para los autores bíblicos, el matrimonio es la mejor imagen para simbolizar la relación de Dios con su pueblo. Precisamente porque no es perfecto, porque se pasa del entusiasmo al cansancio, se dan momentos buenos y malos, entrega total y mentiras, el matrimonio refleja muy bien la relación de Dios con Israel. Una relación tan plagada de traiciones por parte del pueblo que terminó con el divorcio y el repudio por parte de Dios (simbolizado por la destrucción de Jerusalén y la deportación a Babilonia). Pero el Dios del Antiguo Testamento podía permitirse el lujo, en contra de su propia ley, de volver a casarse con la repudiada. Es lo que promete en un texto de Isaías:

“El que te hizo te tomará por esposa:

su nombre es Señor de los ejércitos.

Como a mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor;

como a esposa de juventud, repudiada –dice tu Dios–.

            La primera lectura de hoy, tomada también del libro de Isaías, recoge este tema en la segunda parte.


Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.

Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.

            Para el evangelista, la presencia de Jesús en una boda simboliza la boda definitiva entre Dios e Israel, la que abre una nueva etapa de amor y fidelidad inquebrantables.

En cuanto al simbolismo del vino, otro texto del libro de Isaías habría venido como anillo al dedo:

“El Señor de los ejércitos prepara para todos los pueblos en este monte

un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera;

manjares enjundiosos, vinos generosos”.

        Este es el vino bueno que trae Jesús, mucho mejor que el antiguo. Además, este banquete no se celebra en un pueblecito de Galilea, con pocos invitados. Es un banquete para todos los pueblos. Con ello se amplía la visión. Boda y banquete simbolizan lo que Jesús viene a traer e Israel y a la humanidad: una nueva relación con Dios, marcada por la alegría y la felicidad.

Tercera epifanía

El final del evangelio justifica por qué se habla de una tercera manifestación de Jesús. “Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.” Ahora no es la estrella, ni la voz del cielo, sino Jesús mismo, quien manifiesta su gloria y hace que los discípulos crean en él. Al final del cuarto evangelio se dice: “Todo esto ha sido escrito para que creáis que Jesús es el Hijo de Dios y creyendo en él tengáis la vida eterna”. En la boda de Caná se pone la primera piedra de esa fe que nos salva.

19 de Enero. Domingo II. Tiempo Ordinario

Domingo, 19 de enero de 2025

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Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: -Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.”

(Jn 2, 1-12)

¿No había ningún fariseo en aquella boda?, para que se indignara y le dijera a la gente algo parecido a lo del episodio de la mujer encorvada (“seis días tenéis para venir a curaros…”). Algo así como: -“Otros recipientes tenéis para llenarlos de vino, dejad las tinajas de las purificaciones”.

Desde luego, si en esa casa había seis tinajas para las purificaciones, parece indicar que la gente que vivía allí era religiosa y cumplidora de la Ley. Pero nadie se queja, bueno, Jesús un poco, le dice a su madre que no ha llegado su hora. Todos los demás se callan. Solo abren la boca para beber vino.

Con todo, el gesto de Jesús es osado, casi escandaloso. En lugar de decirles a los siervos que traigan las jarras vacías del vino y las llenen de agua les hace llenar las tinajas de las purificaciones.

Bien pensado poco podría decirnos a nosotros que Jesús convirtió 600 litros de agua en vino, a regañadientes, en una boda. El sentido de ese gesto tiene un algo más. Y creo que los tiros tampoco van por el piadoso empeño de ver aquí el papel de intercesora de María.

El gesto de Jesús

El gesto de Jesús es mucho más subversivo pero se nos pasa desapercibido con tanto vino. Jesús convierte el agua de las purificaciones, de la Ley, en vino de fiesta. Y no para una fiesta religiosa sino para una fiesta “mundana”, humana. En una boda se celebra el amor humano, el inicio de una nueva familia.

Y es ahí donde Jesús transforma el agua de la Ley en vino de boda. El Dios de Antiguo Testamento que se ha cansado de repetir que el Templo se le queda pequeño, se escapa ahora también de la Ley y se mete en nuestras fiestas.

La novedad de Jesús no es que Dios venga a habitar en medio de su pueblo, eso ya era una realidad para el pueblo de Israel. Yahvé tenía su morada en medio de Israel. Israel tenía el Templo y la Ley. La novedad es que Dios en Jesús dice que Él es mucho más que el Templo y la Ley. Que a Dios no le podemos poner unos límites. Él ocupa TODO nuestro espacio, todos nuestros espacios.

Es más, nos está diciendo que Él quiere ser la alegría de nuestras fiestas. El vino abundante, desbordante, esplendido. Dios no quiere que se acabe nuestra fiesta.

Oración

Danos, Trinidad Santa, de ese vino para que nos embriaguemos de la alegría que viene de ti. Que sepamos entrar en la fiesta sin fin de tu Reino. Amén.

*

Fuente Monasterio de Monjas Trinitarias de Suesa

***

El agua-Ley se convierte en vino-Vida.

Domingo, 19 de enero de 2025

693d39cd99e5ab83560037a6d04e605aDOMINGO 2º (Boda de Caná) (C)

Jn 2,1-12

Celebramos la tercera de las manifestaciones de Jesús que durante siglos se celebraban el día de Epifanía. El evangelio que hemos leído, entendido literalmente, no tiene ni pies ni cabeza. Es absurdo que Jesús saque de la chistera un regalo para los novios. No, como todos los “milagros” narrados por este evangelista Juan, se trata de un signo que nos llevan a realidades profundas y decisivas para nuestra verdadera trasformación interior.

Es impensable que el mayordomo no hubiera previsto el vino suficiente, cuando era su principal cometido. Es difícil de entender que fuera una invitada la que se diera cuenta y se preocupara por solucionar el problema. Tampoco es lógico que sea Jesús el que solucione el problema. No es normal que en una casa particular hubiera seis tinajas de  cien litros, dedicadas a las purificaciones. No tiene sentido que el maestresalas increpe al novio por haber dado el vino malo al principio. Era él, quien ordenaba qué vino se servía.

El relato no es una crónica de lo sucedido. Es fruto de una minuciosa y larga elaboración. No nos dice ni quiénes eran los novios ni qué relación tienen con Jesús. Lo que normalmente llamamos “el milagro” pasa casi desapercibido. Ni siquiera nos dice cuándo se convierte el agua en vino. Sería imposible separar lo que pudo suceder realmente de los símbolos que envuelven el relato. Lo que hoy nos cuenta este evangelio es teología. La clave para entenderlo es el trasfondo, la “hora” de la glorificación de Jesús en la cruz.

La boda era, desde Oseas, el signo más empleado por los profetas para designar la alianza de Dios con su pueblo. La idea de Dios novio y el pueblo novia se repite una y otra vez en el AT. La boda lleva inseparablemente unida la idea de banquete; símbolo de tiempos mesiánicos. El vino era un elemento inseparable del banquete. En el AT, era signo del amor de Dios a su pueblo. La abundancia de vino era la mejor señal del favor de Dios.

La Mujer es un misterio en este relato. Nos aporta un poco de luz la segunda carta del Tarot: la Sacerdotisa. Un mujer madura, pero en plenas facultades, que simboliza lo nuevo, la sabiduría. María no le llama hijo, ni Jesús le llama Madre. María, símbolo de la Alianza que está ya caducada. Jesús y los discípulos son el nuevo pueblo, que están allí de paso. Es completamente inverosímil que María pidiera a Jesús un milagro y menos aún que adelantara la hora de hacerlo. La hora para Juan es siempre la hora de la muerte de Jesús.

El vino es símbolo del amor entre el esposo y la esposa. En la boda, (Antigua Alianza) no existe relación de amor entre Dios y el pueblo. La Madre, por pertenecer a la boda se da cuenta de la falta. María representa al Israel fiel que espera en el Mesías. Jesús nace del verdadero Israel y va a dar cumplimiento a las promesas. El primer paso es mostrarle la carencia: “No tienen vino“. No se dirige al presidente, ni al novio. Se dirige a Jesús, que para Juan es el único que puede aportar la salvación que Israel necesita y espera.

Jesús invita a su madre a desenten­derse del problema. No les toca a ellos intervenir en la alianza caducada. Está indicando la necesidad de romper con el pasado. Ella espera que el Mesías arregle lo ya existente, pero Jesús le hacer ver que aquella realidad no se puede rehabilitar. Jesús aporta una novedad radical. Juan está haciendo referencia a la “hora” (la cruz). Jesús invita a la esperanza, pero la realización no va a ser inmediata. El vino nuevo depende de aquella hora. Anunciar la hora significa que la salvación está cerca.

Haced lo que él os diga. Solo en el contexto de la Alianza, la frase puede cargarse de sentido. El pueblo en el Sinaí había pronunciado la misma frase: “Haremos todo lo que dice el Señor“. También el Faraón dice a los servidores: haced lo que él (José) os diga. Se ve con claridad que el trasfondo del relato y lo que quiere significar. Como en el AT, el secreto de las relaciones con Dios está en descubrir su voluntad y cumplirla.

Las tinajas estaban allí colocadas, inmóviles. Se ve el carácter simbólico que van a tener en el relato. El número 6 es signo de lo incompleto. El número de la perfección era el 7. Es el número de las fiestas que relata este evangelio. La séptima será la Pascua. Eran de piedra, como las tablas de la ley. La ley es inmisericorde, sin amor. La ley (imposible de cumplir) es la causa del pecado (falta de amor-vino). Jesús les hace tomar conciencia de que están vacías; es decir que el sistema de purificación en que confiaban era ineficaz.

Jesús ofrece la verdadera salvación, pero ésta no va a depender de ninguna ley, (tinajas). El agua se convertirá en vino fuera de ellas. “Habían sacado el agua“. La nueva purificación no se hará con agua que limpia el exterior, sino con vino que penetra dentro y transforma el interior del hombre. Solo después de beberlo se da cuenta el mayordomo de lo bueno que es. Esta presencia de Dios dentro de uno es la oferta original de Jesús.

Lo que sacan los criados de las tinajas es agua. El mayordomo (clase dirigente) no se enteró de la falta de vino. Significa que los jefes se despreocupan de la situación del pueblo. Les parece normal que no se experimente el amor de Dios, porque esa es la base de su poder. No conoce el don mesiánico, los sirvientes sí. El vino-amor como don del Espíritu, es el que, de verdad, purifica, lo único que puede salvar definitivamente.

El vino es de calidad. “Kalos” indica siempre excelencia. El maestresala reconoce que el vino nuevo es superior al que tenían antes. Pero le parece irracional que lo nuevo sea mejor que lo antiguo. Por ello protesta. Lo antiguo debe ser siempre lo mejor. Esta actitud es la que impidió a los jefes religiosos aceptar el mensaje de Jesús. Para ellos la situación pasada era ya definitiva. Toda novedad debe ser integrada en el pasado o aniquilada.

El último versículo es la clave para la interpretación de todo el relato. Nos habla del “primer signo” de una serie que se va a desarrollar durante todo el evangelio. Además, como signo, va a servir de prototi­po y pauta de interpretación para los que seguirán. El objetivo de todos los signos es siempre el mismo: manifestar “su gloria”. Ya sabemos que la única gloria que Jesús admite es el amor de Dios manifestado en él. La gloria de Dios consiste en la nueva relación con el hombre, haciéndole hijo, capaz de amar como Él ama.

Dios se manifiesta en todos los acontecimientos que nos invitan a vivir. Dios no quiere que renunciemos a nada de lo que es verdaderamente humano. Dios quiere que vivamos lo divino en lo que es cotidiano y normal. La idea del sufrimiento y la renuncia como exigencia divina es antievangélica. El mensaje para nosotros hoy es muy simple, pero demoledor. Ni ritos ni abluciones pueden purificar al ser humano. Solo cuando saboree el vino-amor, quedará todo él limpio y purificado. Cuando descubramos a Dios dentro de nosotros, seremos capaces de vivir la inmensa alegría que nace de la unidad-amor. Que nadie te engañe. El mejor vino está sin escanciar, está escondido en el centro de ti.

Fray Marcos

Fuente Fe Adulta

Te doy gracias, Padre…

Domingo, 19 de enero de 2025

2-TOC-evJn 2, 1-12

«Haced lo que os dijere…»

Cuando se escribe el evangelio de Juan —a finales del siglo primero— hace ya mucho tiempo que los sinópticos están circulando por las comunidades cristianas, lo que significa que los hechos y dichos de Jesús son ya sobradamente conocidos por los fieles. Quizá por esta razón el cuarto evangelio se plantea como un gran tratado teológico y su estilo es tan distinto del resto de evangelios.

Juan –su comunidad– organiza el evangelio en torno a siete hechos milagrosos –siete signos– sobre los que desarrolla siete mensajes con una carga teológica tal, que resulta imposible reconstruir lo que realmente sucedió. Además no tiene ningún reparo en poner sus palabras (las palabras de Juan o sus seguidores) en boca de Jesús, lo que significa que no sabemos hasta qué punto sus textos tienen algo que ver con lo que en algún momento dijo Jesús, y sólo podemos conjeturarlo.

Lo que sí sabemos es que su evangelio cambia el estilo de Jesús; que se permite corregirle al sustituir su mensaje salvador, potente y sencillo, ofrecido a todos a través de sus parábolas, por unos conceptos elevadísimos para consumo de entendidos.

Lamentablemente los primeros teólogos de la iglesia también olvidaron su estilo, quisieron hacer del cristianismo algo más culto, más acorde con las tendencias de la época, y lo dotaron de una base conceptual basada en la filosofía griega y de unas leyes que tomaron del derecho romano. Olvidaron a Jesús, y el resultado fue que ya nunca se volvió a hablar de Abbá (sino de la primera persona de la santísima trinidad) y que la buena Noticia se convirtió en mala (el fuego del infierno).

Y esta tentación de apartarse de Jesús; de preferir nuestra sabiduría (u otras sabidurías) a la suya, siempre ha estado presente en la Iglesia, y siempre ha acabado mal. Las comunidades joaneas murieron víctimas del docetismo y el gnosticismo que se apoderaron de ellas, y el conjunto de la Iglesia dejó de ser fértil, adoptó los modos imperiales y pasó de perseguida a perseguidora.

La sabiduría de Jesús es la sabiduría de vivir. Nuestra sabiduría es entender la vida como él la entendió; es fiarse de él y jugarse la vida a sus criterios por encima de los nuestros; es sentirse necesitados de ellos. Un rasgo sobresaliente de su mensaje es que el Reino no está reservado a los cultos e iniciados, sino al alcance de todos, y principalmente de los más sencillos. Cualquier persona, por inculta que sea, se convierte en sabia siguiendo a Jesús.

«En aquella hora se llenó de alegría en el Espíritu Santo y exclamó: “Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla”»…

La sabiduría de Jesús no resplandece en las alturas de la sabiduría humana. La sabiduría de Jesús resplandece en los más sencillos de la Iglesia, y Jesús da gracias por ello.

Miguel Ángel Munárriz Casajús 

Para leer un artículo de José E. Galarreta sobre un tema similar, pinche aquí

Fuente Fe Adulta

Caná ¿Una boda o una catequesis con símbolos?

Domingo, 19 de enero de 2025

03Jn 2, 1-11

Caná era una aldea de Galilea. El evangelio de Juan la nombra varias veces; por ejemplo, después de expulsar a los mercaderes del templo o tras el encuentro con la samaritana.

La boda era uno de los acontecimientos más importantes de la vida social de Israel. Era una ocasión para hacer alianzas entre familias. Tras largas negociaciones, la boda marcaba el final feliz de un proceso. Otras veces se casaban personas con lazos de sangre, para que la herencia no saliera de la propia familia.

A veces, los padres de familia comprometían a sus hijos/as cuando todavía eran pequeños y esperaban a que tuvieran entre 13 años y 18 años para celebrar el matrimonio. Al casarse y tener hijos, la pareja engrandecía al pueblo y era cauce de la bendición de Dios.

La celebración podía durar una semana. Se reunían las familias, en un sentido muy amplio, las amistades y el pueblo.  Los invitados solían aportar víveres para contribuir al gasto de comer y beber en abundancia durante esos días, en los que se suspendían los ayunos religiosos habituales.

El vino era imprescindible como bebida habitual, ante la dificultad de encontrar agua potable en los manantiales. En los viajes se solía llevar el cuerno de un animal lleno de vino, como si fuera una cantimplora (pensemos en texto del buen samaritano). Salvo que la pobreza lo impidiera, cada familia tenía en casa algunas cántaras de vino para su propio consumo.

Si tenemos en cuenta estas costumbres de la época, el texto presenta bastantes incoherencias:

a) Era impensable que en una boda en la que había mayordomo y sirvientes se acabara el vino. Era un honor endeudarse para celebrarla por encima de sus posibilidades.

b) En el caso de que se hubiera acabado el vino ¿tuvo que solucionar el problema una mujer invitada a la boda?

c) Las tinajas para guardar el agua solían ser de barro (como nuestros botijos), pero el barro podía guardar impurezas, por eso había también grandes tinajas de piedra que se consideraban más puras y apropiadas para conservar el agua que se utilizaba en las ceremonias de purificación ritual. ¿En una casa de una aldea había 6 tinajas, con 100 litros de capacidad cada una, para purificarse?

d) Nos presentan a una familia rica, con mayordomo y sirvientes. Si fuera un hecho histórico, ¿tendría sentido que el novio guardara el vino bueno para el final y el mayordomo no lo supiera?

e) ¿Por qué los invitados a la boda no cayeron rendidos a los pies de Jesús, tras hacer un milagro tan grande? ¿Por qué no hay ningún dato, fuera de este evangelio, teniendo en cuenta que 600 litros de agua convertida en vino no hubieran pasado desapercibidos? ¿Por qué los otros tres evangelistas ni siquiera nombran la boda de Caná?

Si nos acercamos al texto con las claves que utiliza Juan, a lo largo de su evangelio, descubrimos la riqueza que nos ofrece una lectura teológica y catequética.

El evangelio de Juan, entre los capítulos 2,1 y 12,50, presenta siete signos (traducidos como milagros), que forman un bloque llamado Libro de los signos. El evangelista nos anuncia que se está produciendo algo nuevo, una nueva creación, Y esta novedad es una Buena Noticia, mucho más importante y profunda que cambiar el agua en vino. Cada uno de los signos va acompañado de una explicación teológica, para que comprendamos mejor su sentido, y no nos quedemos en la superficialidad del relato.

Por ejemplo, el vino era uno de los signos que expresaba que había llegado el tiempo mesiánico, tras unos siete siglos de espera. La presencia de Jesús, María y los discípulos son símbolo de la comunidad cristiana. Es decir, Juan nos anuncia un signo, en medio de la comunidad, en un contexto de celebración, de fiesta.

María ya no es sólo la madre de Jesús, tiene otra consideración, es un prototipo, es la madre universal. Es la mujer.

Para Juan “la hora” no se refiere al tiempo cronológico, sino a la hora de Dios, al momento apropiado (se utiliza el término kairós). Ni siquiera su madre puede marcar a Jesús esa hora, en la que tendrá que entregar su vida plenamente.

En la teología de Juan ya no tiene sentido el agua para purificarse, porque la purificación ritual ha dado paso a la celebración de la comunidad.

El versículo 11 nos da las claves teológicas para recuperar la Buena Noticia que encierra este texto: Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de los discípulos en él.

Hoy es preciso probar el vino nuevo, saborearlo. A lo largo de la Historia, muchos hombre y mujeres místicos describen la experiencia de bajar a lo más profundo de su ser, a una bodega en la que saborean un vino añejo y experimentan una comunión profunda con el Dios que les habita. Y nos invitan a tener esa experiencia.

En consonancia con otros textos del evangelio de Juan, vemos que ya no hay que ir al pozo a buscar el agua (diálogo con la samaritana). Ya no hay que llenar tinajas para la purificación, porque en nuestras propias entrañas hay un río de agua vivaque conduce a la vida eterna. Si quitamos el envoltorio de las costumbres, este texto nos ofrece claves para vivir el discipulado.

Marifé Ramos González

 Fuente Fe Adulta

 

Novedad, Frescor, Vida.

Domingo, 19 de enero de 2025

Sin título1Domingo II del Tiempo Ordinario

19 enero 2025

Parece probable que el llamado “relato de las bodas de Caná” hubiera sido, en su origen, una parábola con un objetivo claro: mostrar la persona y el mensaje de Jesús como novedad, fuente de vida y de alegría (a eso apunta la metáfora del «vino bueno»), frente a una religión ritualista y rutinaria, víctima de su propia normativa (simbolizada en el «agua de las purificaciones»).

Se trata de un proceso que se repite una y otra vez, y que puede resumirse en una palabra: esclerotización. Todo lo humano, incluso lo que parecía más vivo y novedoso en su momento, tiende a esclerotizarse, a medida que se institucionaliza y desconecta de la intuición original. El frescor primero se agosta en un proceso de rutinarización.

Si eso tiende a ocurrir con todo lo humano -en cualquier ámbito de nuestra existencia-, solo cabe un antídoto: mantener, de manera consciente, el contacto o la conexión con el Fondo o la Fuente que nos hace ser y que, lejos de cualquier idea de separación, constituye nada menos que nuestra identidad.

Todo lo recibido de fuera y, más en general, todo lo aprendido, antes o después, quedará convertido en “doctrina”, letra muerta incapaz de dar vida. Olvidada o incluso negada la intuición original, quedarán únicamente “mapas” que quisieron ser orientativos y creencias que prometieron lo que no podían dar.

La vida -con su sabor a novedad, frescor y alegría- no viene de la mano de mapas ni de creencias, sino de la conexión consciente con la propia Vida, el Fondo y la Fuente que nos renueva de manera incesante, en la experiencia sentida de que justamente eso es lo que somos en profundidad.

Enrique Martínez Lozano

Fuente Boletín Semanal

Boda Caná: las relaciones de Dios con su pueblo son de amor, no de piedra.

Domingo, 19 de enero de 2025

6D89C307-307F-4177-80AC-03ECA3F1BEB7bodascana-asombro400Del blog de Tomás Muro La Verdad es libre:

01.- Algunas notas previas.

  • El Evangelio y la tradición de San Juan data de finales del siglo I, pasado el año 90. Es, por tanto, una escuela tardía y despliega una teología, una cristología muy desarrollada y delicada.
  • Si ningún evangelio es una biografía (vida) de Jesús, el de Juan lo es menos. Naturalmente que tiene elementos históricos, pero están elaborados como una sinfonía en la que se combinan diversos elementos para componer un “todo” espléndido.
  • Quizás hemos perdido la sensibilidad literaria (simbólica y poética), por lo que nos cuesta mucho trabajo adentrarnos en relatos como el que hemos escuchado hoy: las bodas de Caná.
  • Los signos en este evangelio de Juan no son golpes de magia o trucos escénicos. Los milagros son signos que tienen un sentido sacramental simbólico. Los signos son relatos que desentrañan su significado cristológico.

El ciego nos habla de Cristo como luz; la samaritana nos habla de Cristo como agua de vida eterna. La resucitación de Lázaro le sirve al evangelista para presentarnos a Cristo como resurrección y vida, etc.

  • Los significados simbólicos de Juan son polifónicos, de una gran riqueza. Cuando se toca un tema, resuenan muchos acordes, sonidos y evocaciones.

02.- Una boda.

        Una boda es de los momentos más intensos y felices de la vida. Los que os habéis casado tenéis experiencia de ello: La boda es encuentro, amor, alegría, fiesta, ilusión, proyectos, esperanzas…

        Quizás por esto la boda es figura de los tiempos mesiánicos. El banquete de bodas es un signo muy utilizado por Jesús: el Reino de Dios es como un banquete de bodas al que estamos invitados todos. (Mt 22,1-14).

El amor humano es el mejor símbolo que encontramos para expresar lo que Dios siente por nosotros, un Dios que nos quiere, un Dios Padre que nos mira siempre con ternura.

Y por esta razón las relaciones entre Dios y el pueblo (la humanidad) se expresan en la Biblia como unas relaciones de amor, de encuentro. En la mentalidad biblia se llama Alianza. Dios hace una alianza, un pacto y un encuentro de amor con su pueblo, con la humanidad.

Había, hay, pues una boda, Dios amaba y ama a su pueblo, a “su gente” tanto en Caná como en toda la historia de la humanidad.

03.- Vino.

        Quizás porque Israel y Jesús eran mediterráneos, vieron en el vino (y en el trigo) un signo de abundancia y alegría. Esto está muy presente en la Biblia y también en la vida cotidiana.

El vino es un símbolo muy empleado en la Biblia y también por  Jesús para hablar de la nueva situación del Reino: a vino nuevo, odres nuevos, (Mt 9,17). Esta es mi sangre…

La vida de Jesús transcurrirá entre comidas y encuentros, banquetes y bodas, multiplicación de los panes, la fiesta por la vuelta del hijo pródigo, etc.

El vino significa el espíritu de Jesús, su propia sangre entregada por nosotros.

Sin forzar las cosas podemos apreciar cómo San Juan prácticamente comienza su evangelio con el símbolo del amor, del vino y es el único evangelista que dice que en la cruz del costado brotó agua y sangre de redención.

        No es muy complicado entender que el cristianismo es alimento, vida y alegría en todos los sentidos de la palabra.

04.- Una boda sin vino.

        El relato que hemos escuchado es una boda en la que se han quedado sin vino. Es decir, se ha terminado la alegría y el amor y se han quedado en el más puro legalismo, nosotros diríamos que se han quedado solamente con los “papeles”, con el certificado jurídico… pero sin amor.

        Los “papeles” en el evangelio de hoy (bodas de Caná) son las tinajas de piedra, que evocan las piedras de la ley del Sinaí.

        Israel sustituyó el amor por las leyes.

        Dios se había hecho ilusiones con su pueblo, con la humanidad, pero perdimos el amor y nos quedamos con los “papeles” en la mano, como tantos matrimonios. La religión se ha convertido en papel mojado: en piedra, en tinajas de piedra de agua para los ritos…

        Y solamente tienen seis tinajas de piedra y agua.

  • Seis: número que significa imperfección (frente al 7 que es la plenitud. / El anticristo de es el 666).
  • Tinajas de piedra: que son una alusión a la ley de piedra del Sinaí.
  • Agua es el puro rito vacío, sin contenido.

            ¿No nos habrá pasado algo de esto también a nosotros en la Iglesia? ¿Nuestro cristianismo no se habrá quedado también exhausto, sin vida? Tenemos ritos, liturgias esclerotizadas, pero sin amor, sin espíritu.

        Ya casi, como el maestresala, ni sabemos de dónde nos viene la alegría y la serenidad.

La alegría y viveza del cristianismo (y de la Iglesia) no vendrá por la mayor rigidez o permisividad de la ley, sino que la evangelización vendrá por el amor y el servicio.

¿No será el momento de volver al amor inicial?

05.- Nuevo vino. (Nueva Alianza): el maestresala y los sirvientes.

        El segundo vino es mejor. La Alianza de JesuCristo es plenitud y Evangelio. El Sinaí y el Derecho Canónico dejan paso al Evangelio de JesuCristo.

        Pero el maestre-sala (el sistema religioso) no sabía (¿No sabe?) de dónde viene la bondad, la alegría, el vino bueno… (S Juan suele emplear la ironía con frecuencia).

        ¿No tenemos siempre la tendencia judaizante, legalista -en el fondo miedosa- de volver una y otra vez al cumplimiento de la ley.

06.- La madre del Señor, la mujer, la iglesia y la hora

El evangelista S Juan nos ofrece un mosaico de luces que resultan de gran hondura e iluminación cristiana.

La madre

Resulta llamativo cómo el evangelio de Juan solamente menciona en dos ocasiones a la madre del Señor (sin decir nunca que se llamaba María) [1]. Las dos ocasiones son:

  • En las bodas de Caná
  • El Calvario: la cruz, (Jn 19,25)

Mujer

En los dos momentos Jesús llama a su madre (¿un tanto fríamente?): “mujer”:

  • Mujer, no ha llegado mi hora.
  • Mujer, ahí tienes a tu hijo, (Jn 19,26).

        Es evidente la alusión al Génesis, a Eva: su nombre será mujer por ser la  madre de los vivientes, (Gn 2,23). La madre de Jesús es la madre de la iglesia naciente y de los cristianos.

Agua y sangre

Otro universo simbólico es que en los dos momentos hay agua y vino-sangre: vida y espíritu. En Caná surge una nueva alianza, un nuevo vino. Del costado de Cristo en la cruz mana agua y sangre.

La hora

Finalmente, en Caná Jesús dice: todavía no ha llegado mi hora. Poco antes de llegar a la cruz: Jesús, sabiendo que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, (Jn 13,1).

La hora  en San Juan es una dinámica que cruza todo su evangelio, aparece más de veinte veces en este evangelio y en un movimiento ascendente y un tanto dramático,

2.4: Todavía no ha llegado mi hora.

4,21: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre aquí o allá.

4,23: Se acerca la hora, o mejor dicho, está aquí.

5,25: Se acerca la hora, o mejor ya ha llegado, en que los muertos escucharán su voz.

5,28; Se acerca la hora en la que escucharán su voz los que están en el sepulcro.

7,30: El arresto de Jesús fracasa, porque todavía no había llegado su hora.

8,20: Nuevamente fracasa el arresto de Jesús porque no ha llegado su hora 12,23: Ha llegado la hora en que el Hilo del hombre sea glorificado.

12,27: No te pido que me libres de esta hora.

13,1: Sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre,

16,21: La mujer cuando da a luz.,. ha llegado su hora.

16,32: Se acerca la hora, o ya ha llegado, de que os disperséis.

17,1: Padre, ha llegado la hora, muestra la gloria de tu Hij0.

19,27: Desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Los símbolos tienen valor por lo que apuntan, no por lo que son. El estilo del evangelio de Juan es un universo simbólico.

        Los símbolos no son históricos, son reflejo de la verdad.

Sintámonos discípulos amados y desde ese momento en que nos sintamos queridos como el Discípulo amado.

Hagamos lo que él nos diga y

Desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

[1] Si únicamente tuviésemos la versión de San Juan, no sabríamos que la madre de Jesús se llamaba María

“En Caná, comienzan los signos del reino rebosando de abundancia”, por Consuelo Vélez

Domingo, 19 de enero de 2025

Cana-comienzan-signos-rebosando-abundancia_2740835909_17494505_660x371De su blog Fe y Vida:

Comentario al evangelio del II Domingo del TO 19-01-2025

Las bodas de Caná servirá para hablar de los “signos” que realiza Jesús, a partir de los cuales quien le escucha creerá en él o no creerá

El evangelio de hoy nos invita a ponernos en camino de discipulado, reconociendo los signos de Dios en nuestra vida, en la historia que vivimos

Muchas realidades presentes de injusticia y dolor nos hacen difícil ver los signos del reino, pero al mismo tiempo, precisamente allí, donde hay tanta dificultad, no deja de brotar la esperanza, la solidaridad, la misericordia, haciendo real la presencia de Jesús en medio de su pueblo

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea; allí estaba la madre de Jesús.  También Jesús y sus discípulos estaban invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice:

–No tienen vino. 

Jesús le responde:

–¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora.

La madre dice a los que servían:

–Hagan lo que él les diga. 

Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, con una capacidad de setenta a cien litros cada una.

Jesús les dice:

–Llenen de agua las tinajas. Las llenaron hasta el borde.

Les dice:

–Ahora saquen un poco y llévenle al encargado del banquete para que lo pruebe.

Se lo llevaron. Cuando el encargado del banquete probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde procedía, aunque los servidores que habían sacado el agua lo sabían, se dirige al novio y le dice:

–Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú, en cambio has guardado hasta ahora el vino mejor.

En Caná de Galilea hizo Jesús esta primera señal, manifestó su gloria y creyeron en él los discípulos.

(Jn 2, 1-11)

El evangelio de Juan solamente tiene el texto que consideramos el domingo pasado sobre “el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, para hacer alguna mención de los orígenes de Jesús. Inmediatamente entra a considerar su ministerio. Después de llamar a los primeros discípulos, nos encontramos con este texto de las bodas de Caná que servirá para hablar de los “signos” que realiza Jesús, a partir de los cuales quien le escucha creerá en él -o no creerá- y de “su hora” que en este texto queda claro que aún no ha llegado, pero que llegará en Jn 12, 23 cuando está terminando su ministerio público y comience su persecución.

Por tanto, este relato de unas bodas sirve para mostrar los “signos” realizados por Jesús. En este caso, la que provoca que se realice este primer signo es María. Notemos el trato que tiene Jesús con su madre: la llama “mujer, dando a entender que la relación que se manifiesta en este texto con ella, es la de discípula, antes que de madre. Lo que María constata es la carencia de vino que están teniendo en la boda y las palabras que dirige a los que servían de hacer lo que Él les diga” muestra la confianza absoluta de ella como discípula frente a Jesús, al cual ha reconocido como Mesías.

Este primer signo nos habla de los tiempos mesiánicos que llegan con Jesús y la abundancia que ellos significan. De ahí, las tinajas “llenas hasta el borde y el vino mejor guardado para el final de la fiesta. El hecho de ser una boda también nos remite al signo del banquete mesiánico, signo de los tiempos definitivos. El texto termina afirmando que los discípulos reconocieron la gloria manifestada en Jesús y creyeron en él. La segunda parte del evangelio de Juan ya no hablará tanto de signos sino de Jesús mismo hecho signo, con la entrega de su vida, gesto en el que sus discípulos podrán reconocer la manifestación de Dios en Jesús.

Por tanto, el evangelio de hoy nos invita a ponernos en camino de discipulado, reconociendo los signos de Dios en nuestra vida, en la historia que vivimos, y creyendo en Jesús y en su predicación como la buena noticia de los tiempos de abundancia que Él nos trae. Es verdad que muchas realidades presentes de injusticia y dolor nos hacen difícil ver los signos del reino, pero al mismo tiempo, precisamente allí, donde hay tanta dificultad, no deja de brotar la esperanza, la solidaridad, la misericordia, haciendo real la presencia de Jesús en medio de su pueblo. Nuestro discipulado se concreta en reconocer en esos signos la presencia actuante de Dios en la historia y con nuestra fidelidad hacer posible que la gracia sea abundante y muchas tinajas de agua se conviertan en vino y, no cualquier vino, sino el mejor: el de la gracia de Dios hecha historia entre nosotros.

Para ver el comentario en video: Comentario al evangelio del II Domingo TO 19 01 2025

(Foto tomada de: https://boosco.org/www/2021/05/23/juan-2-1-11-y-la-madre-de-jesus-estaba-alli/)

“Las Bodas en Caná de Galilea: un esbozo contemplativo de mariología”, por Joseba Kamiruaga Mieza CMF.

Domingo, 19 de enero de 2025

IMG_9460El relato está lleno de misterio, basta pensar en su comienzo: “El tercer día“, que tiene una profunda resonancia en el Nuevo Testamento. El tercer día es, en efecto, el día de la Resurrección, de la plena manifestación de la gloria. En este caso es también el tercer día de una gran semana, la de la primera manifestación de Jesús.

Hubo una boda“. El hecho, así destacado, debe hacernos reflexionar. Es bueno señalar cómo todo el Evangelio es una invitación de boda: “El Reino de los cielos es como un rey que anuncia una gran fiesta para las bodas de su Hijo” (Mt 22, 2).

La encarnación misma es celebrada por la Iglesia como el banquete de bodas de Dios con toda la naturaleza. Y para Israel las mismas relaciones con Yahvé fueron cantadas por el pueblo como el matrimonio más elevado, la síntesis de todo otro amor humano. Incluso la escatología del mundo es narrada por Cristo en forma de congreso nupcial… El novio es el mismo Jesús; y toda la Iglesia, por tanto, esposa que espera a su amado en el camino de regreso.

Estas imágenes nos hacen comprender qué evocaciones suscita el lenguaje misterioso de Juan al situar una boda como primer episodio, haciendo emerger así el misterio de Cristo en esta realidad tan humana.

«Y estaba allí la madre de Jesús». El centro de la historia es María. Incluso Jesús y sus discípulos aparecen bajo una luz más matizada: “Jesús también fue invitado a la boda“. Para el evangelista la figura de la madre es sin duda central y es desde ella que la atención se proyectará luego sobre Jesús. El milagro, la manifestación de la gloria de Cristo, pasa por la madre.

El significado y la profundidad de los símbolos que contiene el relato impiden, en cierto sentido, expresarlo en palabras. Es un relato para ser disfrutado en la contemplación, dejándoos conmover interiormente por la fuerza del Espíritu. Contempla estos tres aspectos: María ve el todo en su conjunto; María siente empatía; María es intrépida.

1.- María ve el todo en su conjunto

En la historia del Evangelio, todos tienen algo que hacer, algunos en la cocina, otros en el servicio,… Sólo María ve el todo en su conjunto, tiene una visión general y comprende lo esencial que está sucediendo y lo esencial que falta. Éste es el espíritu contemplativo de María, su don de síntesis, la capacidad de atender a las cosas particulares. Ciertamente también ella debía tener algún compromiso… pero, sin embargo, presta atención a las cosas individuales y con una mirada atenta, contemplativa, profunda… capta la situación.

El don de la síntesis es típicamente femenino: saber ver el punto focal con la inteligencia del corazón, no mediante el razonamiento ni el análisis inmediato y preciso de todos los elementos.

María percibe el gemido inexpresado del mundo y lo expresa hasta con simplicidad: “Ya no tienen vino“. Ella es la única que dice esta palabra. Es probable que los demás lo hayan notado pero como en un sueño: ven que algo falla y al no saber qué hacer prefieren seguir fingiendo que no pasa nada.

La gracia de la fe cristiana es precisamente la de cultivar, incluso en las mil y una tareas, una visión de conjunto de las situaciones de la comunidad, de los grupos, de la Iglesia, de la sociedad, para poder captar con amor las dificultades , momentos delicados y darle voz, atenderlas con discreción y eficacia.

La fe cristiana tiene en sí misma este maravilloso don contemplativo: no es la pericia, la destreza para hacer esto o aquello, la especialización de las capacidades humanas, sino una percepción global, que sabe preservar el sentido de todo. Quizás sea difícil de expresar, pero es importante, incluso necesario, para la vida de la Iglesia.

En ese don está, de hecho, el don de gobierno, de eficacia, de planificación cuidadosa. El don contemplativo es algo más sutil, indefinible, que da unidad, gusto, sabor, consistencia. Es un don de María y, si faltara, la Iglesia correría el riesgo de convertirse en una sociedad de expertos, de personas competentes, de especialistas, donde cada uno lleva adelante su visión particular, quizás discutiendo con los demás y precisamente en nombre de su propia visión, capacidad, pericia…

El carisma de María es la mirada consoladora, que la hace estar atenta a todos los puntos dolorosos y dispuesta a expresarlos, a ayudar alertando a los responsables, pidiendo a los demás que intervengan. En Caná, de hecho, María no atiende directamente la necesidad del vino, sino que lo resalta, lo realza y lo confía a su Hijo.

Por eso pedimos a la Virgen que mire nuestros banquetes, el banquete que son nuestras comunidades, nuestras iglesias locales, nuestra Iglesia universal; y también mirar este banquete que es nuestra sociedad y prestar atención a lo que falta, poner en nosotros la mirada contemplativa benévola y sincera con la que Ella miró el banquete de bodas de Caná. 

Pidamos a María que no permita que nuestros corazones se entristezcan por las pequeñas mezquindades privadas, sino que nos haga vibrar al unísono con el gran banquete de la humanidad, captando e interpretando la situación de todos aquellos que no tienen vino, pan, alegría, que no están involucrados en el banquete.

Cada uno de vosotros puede entonces preguntarse: ¿estoy tan preocupado por mi papel personal, por mi trabajo, que ya no tengo gusto por toda la vida de la comunidad, de la Iglesia, de la sociedad? ¿Soy tan tenaz e insistente en la realización de mi tarea particular que ya no comprendo cómo debe encajar en el conjunto de una mesa bien puesta en la que todos participan con amor y alegría? ¿Soy tan poco contemplativo que miro el árbol y me olvido del bosque? 

2.- María empatiza 

María, una vez completado su gesto contemplativo, pudo quedar satisfecha. Sin embargo, si lo hubiera hecho, no habría expresado su identificación con la situación. Habría hecho un análisis sociológico, estadístico,…, sin entrar en el problema. María, en cambio, entró en ello hasta casi merecer una reprimenda de Jesús.

«¿Qué tengo yo que ver contigo, mujer?». Ciertamente no es una expresión alentadora, sea cual sea el significado que se le intente dar. María la acoge porque se ha identificado con la situación como si fuera suya: “No tienen más vino” significa que no tenemos más vino. Significa hacerse uno con esos pobres cuyos nombres ni siquiera conocemos y de los que el relato evangélico no dice nada más.

En última instancia, el hecho de que a un banquete le falte vino no es tan sustancial. La gente podría haberse ido a casa igualmente satisfecha. La carencia que María nota, por tanto, no es esencial, no es una cuestión de vida o muerte: es una falta de bienestar, ese “no sé qué” que hace que las cosas vayan bien, y es precisamente lo que más a menudo nos falta. Muchas veces nos falta ese “no sé qué” de alegría, entusiasmo,…, que se necesitan para que las cosas vayan por el buen camino. ¡Cuántas veces echamos de menos este vino! La esencia de nuestra vida, los compromisos se desempeñan con atención y seriedad, los trabajos se realizan con eficacia,… ¡Sin embargo, falta “eso no sé qué” representado por el vino!

Descubrirlo es una gracia que debemos pedir a María porque no surge solo de los análisis sociológicos que realizamos. María puede ayudarnos a descubrir lo que falta, no para acusar ni recriminar, sino para sufrir y amar. Y ante todo puede ayudarnos a descubrir lo que nos falta, que no sabemos qué es: tal vez sean pequeñas cosas que extrañamos; pequeños perdones, pequeños sacrificios que vivir, pequeñas tensiones que tapar o pequeñas palabras que contener. Quizás nos falta un poco… para que el buen vino se manifieste.

El evangelista repite tres veces el adjetivo “bueno“: «Cada uno sirve el buen vino desde el principio… el menos bueno… el buen vino lo has guardado hasta ahora».

Puede haber un vino genuino y no bueno, tanto por la calidad de la uva como por la ingenuidad de quien lo elaboró. Jesús quiere el bueno, hecho de la riqueza que proviene de todo el complejo de la uva, del sol, del calor, de la tierra, de la preparación, del trasiego. Lo quiere tanto para nuestra vida, como para la plenitud de nuestra Iglesia, y para la alegría de nuestra sociedad.

El buen vino que Jesús quiere es sin medida, abundante: “Seis tinajas de piedra… cada una con dos o tres toneles” llenas hasta el borde. Nuestra vida espiritual, marcada quizás por la aridez o el cansancio, en su interior debe ser vino espumoso, sobreabundancia de Espíritu que nos nutre día y noche, sin abandonarnos jamás: no puede ser el fondo de un vaso que apenas sirve para saciar la sed.

3.- María es intrépida

Jesús no dice que Él proveerá, pero María dice a los sirvientes: “Haced lo que él os diga“. Sus palabras tienen, por así decirlo, un sentido bíblico probado desde hace mucho tiempo. Son, en efecto, las pronunciadas por el Faraón durante la hambruna en Egipto, cuando el pueblo carecía de todo: “Ve a José y haz lo que él te diga. El hambre dominó toda la tierra. Entonces José abrió todos los almacenes donde había grano” (Gen 41,55-56).

La figura de María se sitúa a la luz del hombre que sacia el hambre de un país entero: María es aquella a través de quien el poder de Jesús se manifiesta en la tierra para toda la humanidad. Está segura de su hijo porque es el Hijo de Dios.

Esta es quizás la certeza que más fácilmente no logramos mantener. Quizás notamos la falta de vino, quizás nos identificamos un poco tristemente con la sequedad de nuestras vidas, de nuestra comunidad, de nuestras iglesias locales… Sin embargo, al no cruzar el “vado de la fe“, nos detenemos en una amarga consideración de la situación o buscamos soluciones inadecuadas.

¡Cuántas veces tenemos la impresión, escuchando ciertos análisis y valoraciones, por ejemplo de la falta de vocaciones,…, de que los remedios se proponen sin convicción! Se necesitan remedios, es necesario planificar, hay que hacer algo y, sin embargo, no tenemos esa certeza que es la única que da fuerza a todas nuestras acciones: la certeza en Jesús. No creemos lo suficiente, nos falta ese salto de calidad que no consiste en buscar la llave del tesoro escondido sino en la seguridad en Jesús incluso en las cosas más simples, incluso en las expresiones más inmediatas de la vida.

Este esbozo para una mariología no quiere pasar por alto sino dar espacio a la contemplación. Podemos acercarnos a María a través de la lectura orante de la Palabra de Dios, la lectura de la Escritura en el Espíritu Santo.

No basta con aprender teóricamente esta lectura: es necesario desarrollarla. Aprenderla cordialmente significa practicar resaltando algunos aspectos o palabras del pasaje del Evangelio. Pero luego hay que releer las palabras, comparándolas entre sí, como hizo María, que “guardaba todas estas palabras en su corazón” (cf. Lc 2, 19.51). María es modelo de identificación e intrepidez porque es modelo de contemplación. Aquí reside uno de los secretos de la fe: ser fuente contemplativa.

P. Joseba Kamiruaga Mieza CMF

De su blog Beste aldera joan zen Jesus / Jesús se fue a la otra orilla

(Remitido por el autor)

Empezando a comprender.

Sábado, 18 de enero de 2025

Del blog Amigos de Thomas Merton:

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“Antes de hacer mi profesión solemne, y cuando empezaba mi retiro, me planteé por un momento si los votos conllevaban alguna condición propia. Si estaba llamado a ser un contemplativo y no me ayudaban a serlo, sino que acaso me lo impedirían, ¿entonces qué?

Pero tuve que dejar esas disquisiciones antes de que pudiera siquiera empezar a rezar.

Hice, pues, mis votos a su debido tiempo y vi que ya no estaba seguro de lo que significaba ser un contemplativo, o lo que era la vocación contemplativa, o cuál era mi vocación y cuál era nuestra vocación cisterciense. En realidad, no podía estar seguro de si sabía o comprendía mucho de nada, excepto que creía que Tú deseabas que yo emitiera aquellos votos concretos en este monasterio particular, precisamente en ese día por razones mejor conocidas por Ti; y que lo que yo tenía que hacer después de eso era seguir con los demás y hacer lo que me dijeran. Así empezarían a aclararse las cosas.

Aquella mañana, cuando tenía mi rostro sobre el suelo en medio de la iglesia, con el padre abad rezando por mí, empecé a reír, con mi boca en el polvo, porque sin saber cómo ni por qué había hecho realmente la cosa justa y hasta una cosa asombrosa. Pero lo asombroso no era mi obra, sino la obra que Tú realizaste en mí.

Han pasado los meses, y Tú me has dado la paz, y estoy empezando a entender de qué se trata. Estoy empezando a comprender“.

*

Thomas Merton
La montaña de los siete círculos

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***

“El tiempo y lo Eterno en el ser humano”, por Leonardo Boff

Sábado, 18 de enero de 2025

De su blog Las fuerza de los pequeños:

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Kronos, Kairós, lo eterno y el ‘es’

“En cada cambio de año, hablamos del tiempo que pasó y del nuevo que comienza. ¿Pero qué es el tiempo? Nadie lo sabe. Ni san Agustín supo dar una respuesta en sus Confesiones”

“Ni Martin Heidegger, el filósofo más eminente del siglo XX. Escribió su famoso libro Ser y Tiempo. Dedicó un voluminoso libro al Ser. Hasta el final de su vida quedamos esperando un tratado sobre el tiempo”

“Creo que el abordaje más adecuado es conectar el tiempo a la vida humana. Como decía un conocido escritor brasileño Antonio Candido: ‘El tiempo es el tejido de la vida'”

En cada cambio de año, hablamos del tiempo que pasó y del nuevo que comienza. ¿Pero qué es el tiempo? Nadie lo sabe. Ni san Agustín supo dar una respuesta en sus Confesiones en las que hace una de las reflexiones más profundas. Ni Martin Heidegger, el filósofo más eminente del siglo XX. Escribió su famoso libro Ser y Tiempo. Dedicó un voluminoso libro al Ser. Hasta el final de su vida quedamos esperando un tratado sobre el tiempo. Y no llegó, porque él tampoco sabía lo que era el tiempo. Además, es curioso: el tiempo es el requisito para hablar del tiempo. Necesitamos tiempo para reflexionar sobre el tiempo. Es un círculo vicioso.

Creo que el abordaje más adecuado es conectar el tiempo a la vida humana. Como decía un conocido escritor brasileño Antonio Candido: ”El tiempo es el tejido de la vida”. Consideramos la vida como el valor supremo por encima del cual solo está el Ser que hace ser a todos los seres.

El sentido de la vida en el tiempo es vivir, simplemente vivir, incluso en la condición más humilde. Vivir es una especie de celebración del existir y de habernos escapado de la nada.  Podríamos no existir. Y sin embargo aquí estamos. Vivir es un don. Nadie ha pedido existir.

La vida es siempre un con y un para. Vida con otras vidas de la naturaleza, con vidas humanas y vida con otras vidas que acaso existan en el universo. La vida es para expandirse y para darse a otras vidas sin lo cual la vida no se perpetúa.

Sin embargo, la vida está habitada por una pulsión interior que no puede ser frenada. La vida quiere encontrarse con otras vidas pues para eso existe el con y el para. Sin eso la vida dejaría de existir.

9.5La pulsión irrefrenable de la vida hace que ella no quiera sólo esto y aquello. Lo quiere todo. Quiere perpetuarse lo más posible, en el fondo no quiere acabar nunca, quiere eternizarse.

Ella porta dentro de sí un proyecto infinito. Ese proyecto infinito la hace feliz e infeliz. Feliz porque encuentra, ama y celebra el encuentro con otras vidas y con todo lo que tiene que ver con la vida a su alrededor. Pero es infeliz porque todo lo que encuentra y ama es finito, lentamente se desgasta y cae bajo el poder de la entropía, en definitiva, bajo el imperio de la muerte.

A pesar de esa finitud en nada se debilita la pulsión por lo Infinito. Cuando encuentra ese Infinito reposa. Experimenta una plenitud que nadie le puede dar ni quitar. Sólo él la puede construir, disfrutar y celebrar.

La vida es entera pero incompleta. Es entera porque dentro de ella están juntos lo real y lo potencial. Pero es incompleta porque lo potencial todavía no se hace real. Como lo potencial no conoce límites, la vida siente un vacío que nunca consigue llenar totalmente. Por eso nunca está completa para siempre. Permanece en la antesala de su propia realización.

En este contexto surge el tiempo. El tiempo es la tardanza de lo potencial que quiere irrumpir desde dentro y dejar de ser potencial para ser real. Esa tardanza podríamos llamarla tiempo. Sería nuestra apertura esperanzada, capaz de acoger lo que podrá venir. Lo potencial realizado nos permite pasar de incompletos a enteros sin, por ello, hacernos plenamente enteros. El vacío continúa. Es nuestra condición de finitos habitados por un Infinito. ¿Quién lo llenará?

No puede ser el pasado porque ya no existe y pasó. No puede ser el futuro porque no existe todavía, pues no ha venido aún. Sólo queda el presente. Pero el presente no puede ser aprehendido, aprisionado y apropiado. Cuando intentamos retenerlo, ya se ha vuelto pasado.

Pero puede ser vivido. Cuando es intenso ni percibimos que ha pasado. Parece que el tiempo no ha existido. Es el tiempo denso e intenso de dos ardientemente apasionados. Es el tiempo llamado kairós, diferente de kronos, siempre igual como el tiempo del reloj.

¿Es posible hacer una representación del presente? Sí, con la eternidad, porque solamente la eternidad es un es. Cada presente tiene algo de eterno, porque sólo él es. Un día fue y un día será. Pero solamente él es un es. Por eso el esdel tiempo representa la presencia posible de la eternidad. De nosotros depende vivirlo con la mayor intensidad posible, pues pronto se desvanece en el pasado.

De todos modos constatamos que estamos inmersos en la eternidad deles. No se trata de una cantidad de tiempo congelada. Es una cualidad nueva, que nunca para, siempre viene y pasa: viene del futuro y luego pasa por nosotros en dirección al pasado. Es la pura presencia inasible del es.

Nosotros que estamos en el tiempo podemos vivir ese “es” como si fuese el primero y el último. De esta forma participamos fugazmente de la eternidad del es. Y eternizándonos, participamos de Aquel que siempre es sin pasado ni futuro.

Ese es viene bajo mil nombres: Tao, Shiva, Alá, Olorum, Javé. Este, Javé, se reveló como “Yo Soy el que Soy”, mejor dicho: “Soy el es que siempre es”.

¿Quién sabe si uno de los sentidos, entre otros, de nuestro existir en el tiempo, no sea participar de ese es? Y en el decir del místico san Juan de la Cruz, por un momento, “ser Dios, por participación”. Y aquí solo es posible el noble silencio porque ya no caben más palabras.

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Traducción de MªJosé Gavito Milano

“¿Crees esto?”: Semana de oración por la unidad de los cristianos 2025,

Sábado, 18 de enero de 2025

IMG_9410La Semana de oración por la unidad cristiana comienza hoy y tiene lugar del 18 al 25 de enero, y se invita a las iglesias y comunidades cristianas de todo el mundo a utilizar los recursos de la Semana de oración por la unidad cristiana 2025, que están disponibles en siete idiomas e incluyen una versión para niños.

El periodo en el que se suele celebrar la Semana de oración por la unidad cristiana en el hemisferio norte es del 18 al 25 de enero. En el hemisferio sur, las iglesias suelen encontrar otros días para celebrar la Semana de oración, por ejemplo, coincidiendo con Pentecostés, que también es una fecha simbólica para la unidad de la iglesia.

Se ha seleccionado el pasaje de Juan 11:17-27 como texto bíblico de referencia para articular las reflexiones de la Semana de oración por la unidad cristiana 2025. El tema de la Semana de oración, “¿Crees esto?” (v. 26), está basado en el diálogo entre Jesús y Marta cuando Jesús visitó la casa de Marta y María en Betania tras la muerte de su hermano Lázaro.

En 2025 se conmemora el 1700 aniversario del primer Concilio Ecuménico cristiano, celebrado en Nicea, cerca de la antigua Constantinopla, en el año 325 d.C. Esta conmemoración constituye una oportunidad única para reflexionar y celebrar la fe cristiana común, expresada en el Credo de Nicea, cuyos orígenes se remontan al Concilio de Nicea. El Concilio de Nicea condujo a la adopción del Credo Niceno como expresión de la fe cristiana común.

El Concilio de Nicea supuso un hito en la historia de la Iglesia porque configuró una herencia dogmática y litúrgica común en el credo que recitamos en la liturgia y en la oración personal, texto de convergencia de todas las Iglesias y comunidades eclesiales, cuya mejor comprensión y explicación catequética se ha convertido en un objetivo fundamental del Consejo Ecuménico de las Iglesias y de la Iglesia Católica en fraterna colaboración y empeño.

Por ello, hoy como siempre necesitamos un lenguaje común de la fe, sin el que será muy difícil salvar la unidad de fe de las Iglesias y la reconstrucción de la unidad visible de la una, santa y católica Iglesia.

En España, la reciente constitución de la Mesa de Diálogo Interconfesional, que quedó formalizada el pasado 16 de septiembre, es manifestación de la fraterna relación de las confesiones cristianas en nuestro país; y es sin duda un signo del espíritu de sinodalidad y ayudará a consolidar la colaboración entre las Iglesias y las diversas comunidades eclesiales.

La Semana de oración por la unidad cristiana 2025 nos invita a inspirarnos en este legado común y a profundizar en la fe que une a todas las personas cristianas.

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Los recursos de la Semana de oración por la unidad cristiana están disponibles en inglés, alemán, francés, español, italiano, portugués y árabe. Para la conmemoración que tendrá lugar en 2025, se ha preparado una versión adaptada a los niños del recurso titulado “Praying for Togetherness to a God of Togetherness” (“Orar por la unidad a un Dios de unidad”) para su uso en las familias, las escuelas y los servicios religiosos en los que estén presentes personas de todas las edades.

Las oraciones y reflexiones de la Semana de oración por la unidad cristiana para el año 2025 han sido elaboradas por los hermanos y hermanas de la comunidad monástica de Bose, en el norte de Italia, y han sido pensadas para poder orar juntos por la unidad entre las Iglesias durante todo el año.

Los recursos son publicados conjuntamente por el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Mundial de Iglesias. El conjunto de recursos definitivo se envía a las iglesias miembros del CMI y a las conferencias episcopales católicas romanas de todo el mundo, y se invita a las comunidades a traducir el texto y adaptarlo para su propio uso.

Recursos para la Semana de oración por la unidad cristiana 2025(español)

Semana de oración por la unidad cristiana 2025: “Praying for Togetherness to a God of Togetherness(en inglés)

Más información sobre la Semana de oración por la unidad cristiana

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Los recursos para 2025 ya están disponibles en alemán, español, francés, inglés, alemán, árabe, italiano y portugués.

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Subcomisión Episcopal para las relaciones interconfesionales y diálogo interreligioso

Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos

Consejo Ecuménico de Iglesias

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Fuente Consejo Mundial de las Iglesias/Religión Digital 

Petición lanzada por concejal insta a las autoridades públicas a suspender su presencia en X

Sábado, 18 de enero de 2025

IMG_942410 de enero. Escrito por Sophie Perry

Una concejala de una parroquia ha lanzado una petición instando a las autoridades públicas a que se retiren de X dada la naturaleza cada vez más hostil de la plataforma hacia las minorías, afirmando que la participación continua es la “antítesis de la estrategia DEI de todos los ayuntamientos y de todas las autoridades públicas“.

Tania Stevenson, concejala elegida de forma independiente del Ayuntamiento de Ockbrook y Borrowash en Derbyshire, lanzó la petición el 4 de enero en respuesta al creciente odio y la desinformación en X, así como al comportamiento desquiciado de su propietario Elon Musk y al sistema de moderación endeble de la plataforma, que ciertamente no apoya a las personas trans ni a las personas LGBTQ+ en general.

X, antes conocida como Twitter, fue comprada por el multimillonario tecnológico Elon Musk en abril de 2022 por aproximadamente 44.000 millones de dólares (34.750 millones de libras esterlinas) y desde entonces la plataforma se ha visto cada vez más plagada de desinformación, teorías conspirativas y discursos de odio, particularmente en términos de contenido antisemita y anti-LGBTQ+.

El aumento de contenido de odio provocó que varias marcas importantes retiraran sus anuncios de la plataforma, que la organización sin fines de lucro GLAAD determinara que X era la plataforma más peligrosa para las personas queer y que millones de usuarios abandonaran X en favor de otras plataformas, como Bluesky.

La petición, y un memorando vinculado a ella, pide a todas las autoridades públicas, como departamentos gubernamentales, ayuntamientos, fuerzas policiales y el NHS, que interrumpan su presencia oficial en X debido a sus políticas y acciones. Stevenson afirma que quienes eliminen sus cuentas estarían afirmando “el compromiso de salvaguardar la igualdad, promover la diversidad y garantizar la inclusión en todos los aspectos de su trabajo“.

Hablando exclusivamente con PinkNews sobre la petición, Stevenson dijo que ella y otras personas que enfrentan abusos en X debido a sus características protegidas no deberían tener que usar la plataforma para encontrar información sobre servicios públicos básicos.

Cuando tienes miembros de grupos comunitarios marginados, ya sean grupos BME, grupos LGBTQ+ o mujeres y niñas, cuando te sientes amenazado en esa plataforma, no quieres participar, no tendrás una cuenta. Por lo tanto, estás excluido de participar”, explicó Stevenson. “Entonces, si [las autoridades públicas] publican en esa plataforma, no van a llegar a todos los que quieren porque no quiero ser parte de eso. No tengo que entrar allí. No [quiero] ir a la boca del lobo para averiguar cuándo se vaciarán mis contenedores esta semana”.

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Stevenson dijo que muchas autoridades públicas podrían no estar dispuestas a abandonar X porque han estado en la plataforma durante muchos años y han hecho una gran “inversión en tiempo, esfuerzo y energía”, pero en algún momento “se vuelve tan tóxico que es perjudicial para ellos y para la reputación de su ayuntamiento, su autoridad sanitaria, su servicio de bomberos”.

Señaló que la policía de Derbyshire, que tiene 125.000 seguidores en X, anunció el lunes (6 de enero) que reduciría su uso de la plataforma. Un portavoz le dijo a la BBC que la decisión se basó “en la calidad y cantidad de interacciones con nuestras publicaciones”.

Stevenson espera que otras autoridades públicas vean esto y piensen: “Si la policía ha dejado de hacerlo, ¿no deberíamos hacer lo mismo? Con suerte, podría servir para reflexionar un poco”.

“La velocidad y el ritmo del cambio en la política a este nivel es más lento de lo que nos gustaría y eso es lo frustrante. Creo que habrá mucho daño repetitivo, será demasiado tarde cuando dejen de hacerlo, será un pozo negro y ese es el punto en el que estoy con ellos”, dijo.

“No se entretengan con esto. No se hundan con ese barco. Hagan lo correcto y que se vea que lo están haciendo”.

“Me involucro mucho con los ayuntamientos y los ayudo a redactar algunas de sus políticas de EDI y eso me irrita. Creo que pasé todo este tiempo por ustedes, gratis, ayudándolos a redactar políticas de recursos humanos para personas trans, así que hablan bien de EDI y luego lo arruinan todo con lo que hacen en Twitter”.

En referencia al reciente escándalo de X, en el que Musk acusó al primer ministro Keir Starmer de ser “cómplice” de los delitos de las bandas de secuestradores, Stevenson se preguntó “¿hasta dónde tiene que llegar esto?”.

¿Hasta dónde va a llegar esto y, de otra manera extraña, no quiero mirar? ¿Hasta dónde tiene que llegar esa tubería de alcantarillado antes de que [las autoridades públicas] se den cuenta de que se están ahogando?”, preguntó. “Me intriga y me horroriza al mismo tiempo”.

Fuente PinkNews

El obispo de Cuenca convoca a sus curas a un encuentro de ‘Courage International’, un movimiento ‘católico’ para “tratar la homosexualidad”

Sábado, 18 de enero de 2025

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La organización, vetada en Madrid, está presente en Toledo, Getafe, Alcalá o Canarias

Courage International, un movimiento ‘católico’ fundado en EEUU en 1978, avalado por el cardenal López Trujillo en tiempos de Juan Pablo II, con una fuerte presencia en el mundo anglosajón y, al menos, en cuatro diócesis españolas: Toledo (donde se puso en marcha hace cuatro años), Canarias, Getafe y Alcalá de Henares, estas dos últimas implicadas en la investigación abierta por el Ministerio de Igualdad tras la denuncia de la Asociación No Es Terapia

Distintos expertos en Psiquiatría y Psicología han alertado, desde hace años, de la peligrosidad de esta organización y de sus métodos, que abordan la homosexualidad como un problema terapéutico que debe ser tratado

“Hoy, el movimiento LGTBI, por ejemplo, ha adquirido dimensiones insospechadas”, apunta el escrito, que insiste en que “la difusión de ciertas actitudes, comportamientos y decisiones con respecto al matrimonio, a los hijos, a las relaciones sexuales en general, obliga a ocuparnos pastoralmente de estos asuntos”

Forman parte del movimiento ‘cultural’ que considera que la homosexualidad es una enfermedad y que, por lo tanto, puede (y debe) ser curada. Han recibido críticas por promover terapias psicológicas para cambiar la orientación sexual. Han llegado a comparar la homosexualidad con el alcoholismo.

Se trata de Courage International, un movimiento ‘católico’ fundado en EEUU en 1978, avalado por el cardenal López Trujillo en tiempos de Juan Pablo II, con una fuerte presencia en el mundo anglosajón y, al menos, en cuatro diócesis españolas: Toledo (donde se puso en marcha hace cuatro años), Canarias, Getafe y Alcalá de Henares, estas dos últimas implicadas en la investigación abierta por el Ministerio de Igualdad tras la denuncia de la Asociación No Es Terapia.

O en cinco, pues el obispo de Cuenca, José María Yanguas, les ha abierto las puertas, organizando una presentación, el próximo 21 de enero, a la que pide acudir a todos los párrocos. Además de en EEUU y España, Courage está presente en Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Panamá y República Dominicana.

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Presencia en España de Courage International

Atender” y “tratar” a los gays

En la carta, a la que ha tenido acceso RD, con el membrete del ‘Obispo de Cuenca’ y fechada el 8 de enero, el delegado para el Clero, Felipe García Espejo avala el trabajo de Courage International, al que define como “un apostolado de la iglesia católica que busca atender a las personas con atracciones al mismo sexo y ayudarles a vivir la virtud de la castidad”, y especialmente a un servicio, llamado Encourage y dirigido a familiares y amigos, con el fin de ver cómo tratar y acompañar a las personas con atracción por otras del mismo sexo”.

Hoy, el movimiento LGTBI, por ejemplo, ha adquirido dimensiones insospechadas”, apunta el escrito, que insiste en que “la difusión de ciertas actitudes, comportamientos y decisiones con respecto al matrimonio, a los hijos, a las relaciones sexuales en general, obliga a ocuparnos pastoralmente de estos asuntos”.

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Hace unas semanas, revela la diócesis, el coordinador de Courage España visitó a monseñor Yanguas para “presentarle de manera formal esta pastoral para personas con atracción por el mismo sexo (AMS)”. Pocos días antes, lo había hecho “de manera privada” con un grupo de personas vinculadas al Obispado. Tras la reunión, el obispo concedió espacio para “esta iniciativa pastoral de indudable y creciente interés”, cediendo los salones de la parroquia de San Fernando el próximo 21 de enero, de 10,30 a 11,30, para que los responsables de Courage “expongan detenidamente la naturaleza de la iniciativa, sus objetivos, procesos y desarrollo”.

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Vetados en Madrid 

En España, Courage International lleva tiempo intentando penetrar. Hace cuatro años, lo consiguió en Toledo, y en los últimos meses lo ha hecho en las diócesis de Getafe y Alcalá de Henares. Según ha podido saber RD, también lo intentó, esta vez sin éxito, en la diócesis de Madrid, donde el cardenal Cobo no quiso aceptar un apostolado ‘antigay’ como parte de la pastoral de la diócesis. Distintos expertos en Psiquiatría y Psicología han alertado, desde hace años, de la peligrosidad de esta organización y de sus métodos, que abordan la homosexualidad como un problema terapéutico que debe ser tratado. Algo que no parece molestar en Cuenca.

Carta a los sacerdotes by Jesús Bastante

Fuente Religión Digital

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