Aquí estoy Señor, un día más, Tu eres quien le da sentido a mi vida, tú me conoces desde siempre, sabes mi nombre, sabes de mis defectos de mis cualidades, de mis miedos, de mis prejuicios, y de que me gusta etiquetar, juzgar, muchas veces pienso que lo sé todo, o eso creo, incluso creo que lo sé todo de Dios, y no me dejo sorprender por Ti.

Tú me llamas una y otra vez, yo huidizo me alejo, nuevamente pronuncias mi nombre y me indicas el camino, te saco vuelta, creyendo que es lo mejor para mí.

Solo tú Jesús, me conoces, sabes de mis flaquezas, de mis dones, de mis debilidades y cualidades, incluso cuanto tiempo me queda de vida, sabes lo que es mejor para mí, me envías nuevamente pese a que me resisto sé que el mundo necesita de mi aportación.

Jesús tú me ofreces una vida nueva y en ella encuentro la novedad de Dios, ayúdame a quitar mis prejuicios, y las etiquetas que pongo, dame la gracia de vivir el día a día, sobre todo, que me deje sorprender por Dios.

Jesús, tú tienes vida ya la das en abundancia, sé que seguirte me da seguridad, confianza, y me lleva al Padre, Ese Dios que libera que camina a mi lado, que rompe con la cadenas que me esclavizan me libra de mis angustias temores, me da seguridad, y me hace afianzar mi fe, en ese Dios único verdadero y amoroso.

En este día, me pongo delante de Ti, veo, todo lo que has hecho en el trascurso de mi vida por mi persona y mis seres más queridos, agradezco, te alabo, te doy gracias de todo corazón.

Quiero, seguirte Jesús, que no sea de los que me eche para atrás, a quien iré sí solo, Tú tienes palabras de vida eterna.

Señor, te alabo te bendigo te doy gracias por tu bondad, por tu inmenso amor, por esta comunidad de hermanos, que oramos todos en este oratorio, Padre a cada uno de los integrantes de esta comunidad bendícelos, llénalos de paz, de tranquilidad, de armonía, que el amor reine en cada corazón y nada falte en sus hogares. Que nadie se sienta solo, marginado, olvidado, danos a cada uno la sencillez la humildad de María, y un sí, incondicional a tu voluntad, aceptando todo, con tranquilidad y en silencio, que la Madre de tu hijo Jesús, sea nuestro ejemplo de sencillez y humildad, así sea.

Oremos por nuestra hermana Tamara Domínguez de 32 años, atropellada repetidas veces hasta la muerte en un aparcamiento…

Me pongo en silencio, delante de ti, Señor, consciente de que no estoy solo, de que Tú estás conmigo me ves, y me susurras lo que quieres , hoy junto con toda la comunidad pongo en mi oración , a todos los migrantes, que ha dejado su casa, su patria su continente, en busca de pan, de paz, de una vida mejor.

Sé que la integración en otra cultura no es fácil, por las barreras sociales y culturales de cada país, que en mi patria, pueblo, y demás lugares no damos una buen acogida a los que migran, los trataos como ciudadanos de tercera, y no damos el trato digno.

Se también que en la misma familia, grupo de amigos, y comunidad gay, hay estos mismos sentimientos de rechazo, hoy te pido, Padre de bondad para que tenga sentimientos de misericordia, y de acogida digna a todos los necesitados, amén .

Hoy escucho tu palabra, me invitas a la fiesta de bodas a esa gran celebración, hoy me veo entre los invitados, que somos muchos, estamos todos los de esta comunidad, celebrando gozosos, el banquete del novio en sus esponsales.
Señor, ahora con esa alegría festiva que nos da el estar en contacto contigo, danos la inspiración de salir a los caminos, a los campos a las ciudades por mas invitados, para que entren en al banquete de bodas, para estar todos juntos en ese gozo eterno de tu presencia, así sea.

Hoy me uno en oración, a todos los que oran en esta comunidad, a todos los necesitados, los enfermos los olvidados, a los dolientes, todo esto lo pongo delante de Dios.

Señor, tu Reino, no es de este mundo, no funciona con los criterios y juicios humanos, está fuera de toda lógica, donde quiero cambiar lo bueno lo justo, por aquello que a mí me parece correcto o lo creo con sentido común.

Jesús hoy me llamas a transformarme por la nueva justicia, la misericordia, cosa que se me olvida, ¿qué hago yo, por el pobre, los marginados, los indigentes, por los que son maltratados, y mal pagados?

En este mundo, Señor, donde la globalización, pone la etiqueta, los modos y modas de vivir, donde los gobiernos dicen que la economía va bien, y estaos sufriendo hambre y marginación, cuando poco alcanza el salario para comprar lo básico. Yo me atrevo, a regatear, el costo de las verduras al vendedor ambulante, a entrar en una discusión, de paga por un servicio prestado en los trabajos domésticos, si hablo de los pobres, pero son un signo de contradicción, ya que no solo me toca hablar, sino actuar, y a denunciar la injusticia, en un pueblo sufriente por la pobreza en muchos y la riqueza en pocos.

Jesús, te acojo tu eres bondad y perdón dame un corazón bondadoso, y lleno de justicia, aun cuando para muchos sea signo de contradicción amen.

Hago silencio, me pongo ante tu mirada bondadosa, Señor, te escucho, ¿Qué me dices hoy? “Si por mi dejas tus cosas, y me sigues en la fe, una cosa te aseguro cien por uno te daré.”

Hoy me veo, y veo mi entorno, mi casa, mi familia, mi pueblo, me hago consiente, de aquello que me hace falta dejar por amor del reino, que riquezas tengo aún que no he dejado, comodidad, mis ratos de ocio, mi zona de confort, que me impide ir al encuentro de los últimos.

Tu Señor, me conoces, y sabes el deseo que hay en mí de servirte mejor, de seguirte de ser un discípulo fiel, sabes lo que me ata, lo que no deja dar el cien. Se tu Jesús, mi compañero de viaje, quien me acompañe en este caminar, se mi timón, mi brújula, quien me esté guiando, a ser cada día mejor. “Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.”

Señor, un día más ante Ti, en silencio que es como escucho mejor tu palabra, acalla mi miedo, mis angustia, mi pereza y comodidad.
Me cuestiono ante Ti, ¿Qué debo hacer para seguirte, si todo lo que he hecho hasta ahora es suficiente? Me conoces, sabes de mi enfermedad, y ahora mis hernias, lo he dejado todo, me he dedicado en cuerpo y alma a cuidar de mi madre, que cada día necesita de cuidados y depende más de quien está a su lado, lo que recibo de dinero se va en medicamentos pañales, medico, no salgo no tengo vacaciones ni amigos, vivo en este monacato que es mi casa, sin embargo estoy inquieto. Entre a los talleres de oración y vida, y ahora me toca la práctica, en esa colonia marginal, que sé que Tú me has enviado allí por algo.
¿Es esto suficiente y bueno, o que me falta? Me he desapegado de personas, de cosas materiales, ¿Qué más puedo hacer? Solo me falta confiar totalmente en Ti, Señor, y lanzarme a evangelizar a donde me estás enviando, tu pondrás los remedios necesarios, para poder cumplirlo y llevarte a quien lo necesite.
Por favor ayúdame, Jesús, con lo que aún me aferro y no soy libre, quiero seguirte, hacer tu voluntad, espero y sea suficiente, me pongo en tus manos, amén

Aquí me tienes, Señor, tal como soy, tal como estoy, a veces con mi rutina mis cansancios, circunstancias de mi vida que a veces creo me alejan de Ti , este soy yo, aquí estoy un día más con todo, para agradecerte , para estar en contacto contigo, con esto y tal cual soy.

Hoy es un día para alabar, ya sea un día dulce o amargo, si es dulce me es más fácil el contacto contigo, si es amargo me cuesta un poco, sea como sea, Señor, me tomas en tus brazos, y calmas mis temores y angustias, recibes mis alegrías, tomas todo mi ser, que te alaba y bendice en cada momento.

Me dices: “Quien me alaba tiene todo de mí no le falta nada” hoy me planteo, que es lo que quiero para, mi, los míos, y para el mundo, ya basta de mis caprichos, de mis gustos, de mis niñerías, de aquello que me resulta fácil o es cómodo, Te valoro en todo Señor, en mis momentos de felicidad y en mis cruces, en los que sufren, pasan injusticias, están solos o son marginados. Hoy despierto a la Fe de adulto, que me pide lucha, esfuérzate, se valiente, denuncia lo injusto. Sé que Tu estas siempre conmigo.

Ayúdame a obrar el bien, la paz, en todos y para con todos, para ir a tu encuentro Dios de la paz.

Que en cada caricia en cada encuentro con el hermano necesitado, te vea a Ti, mi amado Señor,

Te presento mi pensamiento, que obre el bien y busque la paz.

Señor, hoy delante de ti, en silencio, quiero que me ayudes a dar mi sí, mi entrega total como el de María quien callada humilde , solamente dijo: Si, “Hágase en mi tu voluntad” acepto, toda su vida tu voluntad , Señor, permíteme ser un fiel imitador suyo, que en MARIA encuentre a la madre que diste a Jesús, y me la das a mí, hoy rugo a tan gran Señora que interceda por mí ante su amado hijo Jesús, al igual que por cada uno de los miembros de esta comunidad. Así sea.

Señor, el día de hoy, me pongo delante de ti, concédeme la gracia de ser guiado por Ti, me fio y confió en Ti.
El amor supone una donación, la entrega al otro, libre e incondicional, mi realidad es que he buscado realizarme en amor unido a otro, por alguna razón, no se ha dado, lo he buscado sin encontrar, Tu, Señor eres mi amor, a ti entrego mi corazón incondicional, acepto mi realidad, mi donación ahora es mi familia, mi servicio, mi trabajo a donde se necesite. Me entrego al amor que solo Dios sabe dar, me armo de nueva certeza, de nueva ternura me entrego a Dios.

Abro mi corazón, te doy mi si, mis manos extendidas, dándome al otro, dejo de lado las falsas ilusiones, y esperanzas y e uno a Jesús, en servicio de los últimos, marginados y olvidados.

¿Cuantas veces debo de perdonar? Hoy también hago esta pregunta a Ti, Señor, que en momentos que siento que me llega, mi límite, o que estoy cansado de tantas cosas, tanto agobio, tanta dificultad en la relación con los otros, en cada relación, en cada situación, ya sea familiar, o de los hermanos,. Tu respuesta es clara Jesús: “Más de setenta veces siete”.

Entiendo siempre, y de donde me vendrá esta fuerza, para hacerlo, y veo la respuesta en el amor infinito de Dios, que siempre me perdona, que siempre está dispuesto, que siempre me ama, que siempre esta con los brazos abiertos esperando a que llegue, que no me cuestiona, no me juzga, jamás me rechaza, no supone nada, está atento a mí, y aun cuando le he fallado, siempre lo encuentro feliz de recibirme.

Comprendo, que el perdón me libera, me hace estar más feliz, primeramente me perdono a mí mismo, por lo severo y duro que he sido, y en este momento pongo delante de mi corazón, acompañado de Jesús, a todas las personas, que en el trascurso de mi vida, se han relacionado conmigo, las perdono, a quien ofendí directa o indirectamente, perdono de todo corazón. Gracias Jesús, ya que sin no podría llevar esta acción liberadora de perdón.

Me pongo delante de ti Padre, y a tus pies, te pido me perdones, así sea.

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