. Créete que es Jesús el que nos llama y te acompaña cuando andamos desorientados y indecisos.
. La invitación es para todos, todos, todos como nos dice Francisco, no solo para unos pocos privilegiados que se lo pueden permitir (a veces a costa de otros. Cansancio y agobios cotidianos
o aquellos otros exacerbados por mil situaciones distintas: en mi es la enfermedad, otros rupturas sentimentales, muertes, soledades, limitaciones.... Pero no es nada mágico, Jesús no nos oculta que hay yugos y cargas, que no nos evita todo como la adormidera... Hay yugos y cargas, pero llevaderos y ligeras, en esta dulce contradicción.
. Por otro lado, todo nace de la humildad de Jesús, que no es un barniz ni una pose, sino una manera de afrontar la vida que no evita los conflictos o la defensa de los frágiles que también crea enfrentamientos con poderosos y "mandarines" que mandar, aunque sea mal. Es el móvil de su vida.
fray Bernardo Yoel. Valencia