Hermano mío: comparto el dolor desgarrador que vives. porque yo, años atrás, lo viví.
Verás pasar los años y siempre está presente la ausencia de la MADRE. ¡Canta la misericordia del Señor que ha permitido poder abrazarla y besarla.
Nuestras Madres, son sabias y Santas. Encomendémonos a ellas.
YOEL. (Josemaría- Valencia)