Jesús nunca cierra su generosidad para que seamos capaces de salir de la rutina y ser una higuera fértil. Que el fruto de los cristianos gays sea generoso del amor entre todos los hermanos, haciendo visible a Dios en la tierra. No escondamos el fruto de nuestro amor. Seamos buenos testigos de la dulzura en las parejas del mismo sexo.
yoel