En el monasterio, tenían la costumbre de comentar el Evangelio del día tras su meditación.
. El Abad dijo:
- Fíjate. Hoy Jesús exige todavía más. Ayer nos pedía devolver bien por mal. Hoy nos pide que amemos a nuestros enemigos.
El joven respondió:
-Sí, pero esto es muy difícil.
El abad sonrió y añadió:
- Sí, pero no hay cosa alguna, por difícil que sea que el amor no pueda vencer.
Ayer vimos que la violencia engendra más violencia y que el odio engendra más odio. Solo el amor puede cambiar al enemigo en amigo. Porque que cuando se ama de verdad a una persona, ese amor despierta amor a su alrededor. No hay medio más que el amor para atraer el amor.
Pero para amar de verdad hemos de olvidar nuestro EGO.
YOEL
---------------------------Los Cristianos Gays, mantenemos la FE contra corriente--------------
. La denuncia profética, busca conversión.
josepmaria