El Abad le dijo al novicio mientras limpiaban los platos de la cena:
- Por que desgracias, nuestra entrega busca siempre una recompensa. Ni San Pedro se libró de ello. Por eso le pregunta a Jesús, que premio tendrían por haberlo dejado todo.
Guardo silencio y luego prosiguió:
- Esto es muy humano y lo hacemos consciente o inconscientemente.
Aunque sólo sea el reconocimiento de la gente, esperamos algo. Pero debemos esforzarnos en dar sin esperar recibir nada a cambio.
El joven monje objetó:
- Sí, pero esto es muy difícil. Sonrió el Abad y concluyó:
- No digo que sea fácil; ni siquiera que lleguemos a conseguirlo. Pero hemos de luchar para purificar nuestras intenciones... Eso le basta a Dios.
YOEL
-------------------------------Recordad que...----------------------------
. Si vivimos vacíos por dentro, somos vulnerables a todo.
. Con frecuencia, olvidamos cuidar nuestra vida interior.
. Quien no sirve para servir, no sirve para vivir ni mandar.
josepmaría