En muchos momentos de su historia, el pueblo de Israel padeció un etnocentrismo rancio, similar al de muchos trasnochados nacionalismos actuales. Al colocarse en el centro exclusivo de las bendiciones de Dios, le impedía apreciar la nobleza, bondad y verdad que estaba operando en las culturas de su alrededor, predominante paganas e idólatras.
El peso de esto es determinante en las actitudes que encontramos en las páginas bíblicas.
Lo que San Lucas en el discurso de Nazaret, es que el Evangelio de Dios está destinado también a los extranjeros, no sólo a los judíos.
La palabra de Dios, por su propia naturaleza, es una palabra inmersa en la cultura en la que habla. En cualquier caso, los efectos de esa palabra deberá notarse en el pan y la salud para los hambrientos y los enfermos.
Por cierto, ayer disfrute leyendo y pensando el poema que colgó Mudejarillo del blog Pays de Zabulón titulado: ¿Qué importa?. Muchas gracias por tu constancia y sabiduría.
YOEL.
------------------TE RECUERDO QUE....
. Si no tengo a quien amar no puedo desplegar el amor, y sin amor que vida puedo tener?
. Podemos pasarnos la vida huyendo, si no nos reencontramos con nosotros mismos.
. A los Cristianos Gays no falta valentía para ir contracorriente
josepmaría