Jesús sigue considerando que el dinerito nos ata a la tierra y nos impide volar.
El que no tiene nada, lo tiene todo. Ese es el ciento por uno. El que para la sociedad del dinero es el último, es el primero para Dios. Seguir a Jesús es dejarlo todo, para tenerlo todo.
Pero para frenar el interés de Pedro, Jesús añade con persecuciones. En nuestro corazón ¡mandan tantas cosas! si no te atrae el dinerito, te atrae el sexo, si no nos sentimos estimados nos invade la tristeza.
Seguir a Jesús nos hace más libres, pero no nos evita los problemas. No creáis que es tan fácil como coser y cantar. Yo estoy toda la vida en ese empeño y no lo he logrado pero confío en el Señor.
YOEL