En las "cuevas " del desierto, los solitarios meditaban el Evangelio de las tentaciones que tuvo Jesús en el desierto.
El anacoreta comentó:
- La Iglesia sigue sufriendo las mismas tentaciones: Olvidarse de buscar el Reino de Dios y buscar la satisfacción de sus intereses. Poner a Dios a su servicio y estar más preocupada por su imagen y su gloria que por anunciar a Jesús. Intentar dominar, buscar poder en la sociedad, en vez de repartir amor y anunciar la Buena Nueva...
. Guardo un momento de silencio.
- Pero para nosotros, hoy hay tres tentaciones más peligrosas: Pensar en los obispos y curas cuando hablamos en la iglesia y olvidar que NOSOTROS somos iglesia. Confundir jerarquía con Iglesia. Utilizar la jerarquía y la historia, a veces mediatizada, como excusa para mantenernos a un lado y no hacer nada. El otro día ya os decía que no despreciemos el agua cristalina, por que el vaso está sucio. No ver a los cristianos anónimos que viven calladamente el Evangelio. No ver a las viejecitas que depositan en la urna todo lo que tienen...
. Volvió a guardar silencio y añadió:
- Ser cristiano no es fácil. Por eso, consciente o inconscientemente, siempre buscamos excusas para desentendernos. Tenemos muchos días por delante para aprender a ser auténticos cristianos....si no lo conseguimos, pues a seguir intentándolo. ...
YOEL.