- Dios nos visita cuando como Abraham, ofrecemos pan, agua y descanso al que va de camino buscando sustento pata su familia.
- Ni tengo miedo, ni me escondo. Soy Católico y Gay.
- La mano de Dios no golpea ni castiga, tampoco nos señala con el dedo. Es una mano misericordiosa, tendida hacia nosotros para que nos agarremos a ella.