Vio el Abad Ferran que un postulante rezaba la oración del hermano Carlos y le dijo:
- El el hermano Carlos nos precedió en el desierto y escribió esa preciosa oración.
Y miró al postulante profundamente:
- Cada vez que la rezo me entra miedo. "Haz de mi lo que quieras" Casi siempre no paso de ahí. ¿ Es que realmente estoy dispuesto hacer lo que Él quiera? No puedo continuar hasta que, un buen rato de meditación, me doy cuenta de que Él no puede querer nada malo de mi. No puede pedir nada imposible. Cuando digo nada es nada, esta claro?
Se detuvo y luego añadió:
- Es una Oración demasiado seria, para tomarla a la ligera....
Yoel