La festividad de S.Juan Bautista coincide, más o menos, con el solsticio de verano. Muchas tradiciones y muchos ritos anteriores al cristianismo parecen darse cita para celebrar en este día de gozo de la luz y la fuerza exhuberante de la vida.
La fe cristiana ha sustituido esas celebraciones paganas con el recuerdo de aquel que preparó el camino del Profeta de Nazaret. Jesús.
Los Católicos Romanos recordamos a un hombre del desierto, el último de todos los profetas antiguos.
El hombre que pretende desinstalar al pueblo, llevarlo al desierto, lugar simbólico de encuentro con Dios.
Juan es un hombre fiel, sensible y exigente.
Como todos los profetas muere con violencia.
YOEL