La iglesia se ha petrificado y no acepta algo tan evidente como la evolución dogmática, que no significa anulación, sino su relectura a la luz del pensamiento actual. En la actualidad esta postura esta cambiando pese a la reticencia de algunos obispos.
Ritos, sacramentos, normas...se han tomado como algo fundamental en su forma, aunque pierdan su espíritu y los fieles ya no las comprendan. El mismo cambio se tacha de error y el respeto al pensamiento diverso se le tacha de relativismo.
Busquemos ese núcleo común que todos podemos aceptar y eliminemos todo lo artificial que se ha ido añadiendo al Evangelio. Es tiempo de olvidar rencillas seculares.
Algunos se empeñan en hacer el cristianismo un pensamiento único.
yoel.