Dios de misericordia y Dios de consuelo así lo de define la comunidad cristiana que en su día fundo Pablo, ayudado por Aquila y Priscila, en los arrabales de la ciudad griega de Corinto.
Dios actúa en tu historia y nos ofrece a su hijo Cristo. Pablo es consciente de los sufrimientos que nos esperan su nos declaramos cristianos y nos infunde esperanza, ilusión y coraje para salir del armario, de todos los armarios y vivir la FE en Cristo Jesús (1 Cor 1, 1-7).
Las bienaventuranzas son para todos (también a los que no tienen papeles) pobres y ricos, altos y bajos, jóvenes y adultos, ancianos y enfermos, también a ti si eres gay o tienes otras tendencias.
No olvides que la dicha, la Fe, la Dignidad...no se adquiere se conquista.
YOEL. España