Depende de nosotros mismos permanecer cerrados o abrirnos a los demás; si es nuestro deseo aún con una poca fe tambaleándonos pasamos a ser luz y que se nos entienda...
Recibido el Espíritu S comienzan hablar lenguas diferentes. Algunos, he leído que han querido indicar con esa expresión que se trata de ruidos extraños; poco importa ni los ruidos,ni las lenguas de fuego. Lo que si importa es saber que el movimiento de Jesús nace abierto a TODOS; que hemos de proclamar que todos podemos ser hermanos aunque tengamos diferencias, que es posible entenderse superando todo tipo de barreras.
El Espíritu de Dios no es Espíritu de monotonía y menos aún de uniformidad; es poliglota también para los cristianos de España.
Con el Espíritu S. nos ponemos de acuerdo personas que tenemos puntos de vista distintas o modos de ser diferentes, y entender las maravillas de Dios. Dios hace posible el milagro de entendernos.
Se estrena así la nueva Babel, la pretendida por Dios, lejos de uniformidades mal sanas y impuestas, un mundo plural, pero acorde.
Ojala no sigamos levantando muros entre unos y otros.
YOEL.