La Ley de Moisés constituía un sistema un sistema que atravesaba todas las dimensiones de la vida de los Israelitas. Todo era medido a través de la ley, por que solo por medio de su cumplimiento la persona podía hacerse justa ante Dios.
La observancia de ella otorga el mérito de la justificación por las obras, como premio, o todo lo contrario, el castigo y la condenación cuando se la transgredía.
Los fariseos, maestros de la ley, tienen una gran dificultad para comprender la inmensa misericordia de Dios que ama, perdona y llama a los pecadores.
Tampoco aceptan que por la FE los pecadores sean restituidos a la justicias y a la Salvación.
La Ley así entendida es incapaz de llevarnos al encuentro con Dios por muchas rogativas que se hagan desde los tejados de las iglesia y se saquen las vírgenes a las puertas de los templos.
También hoy, vivimos inmersos en un sistema de normativas que de tanto repetirlas y son tan cuantiosas que pierden el sentido para el que son hechas.
YOEL. España.