La Llamada.
Dios nos llama a través de muchas realidades, desde la Palabra, desde la experiencia con Él, el testimonio de un creyente, mediante un hecho insignificante, un encuentro de alguien que nos habla de Él,
El hombre del Evangelio es un ser libre que siente en sus venas hervir la sangre de Dios, la llamada de los demás y el grito esperanzador de la Buena Noticia.
El nombre es lo que identifica a la persona y mediante el nombre conocemos a los demás.
Jesús insiste en que seremos odiados por causa de su nombre. En la actualidad decir que soy cristiano, no es garantía de nada, deja indiferente y entre los gays puede resultar un tanto despreciable y rechazado por todo lo que significa el nombre "cristiano".
En la sociedad actual en la que estamos inmerso existe cerrazón y incredulidad frente a todo lo que significa "Dios, religión, sea la que sea".
Nuestra sociedad busca otras realidades y está recreando otros dioses y otros señores que no son los del Dios de Jesucristo (Jn 15, 18 - 21).
YOEL. España