Jueves de la quinta semana de Pascua.
El primer concilio de historia de la iglesia llega a una conclusión definitiva:
la permanencia en el amor y la unidad de todos sus miembros sin entrar en discusiones que alteren la armonía y la vida de cada persona que configura la comunidad.
La iglesia no es una institución de leyes, sino que se rige por la única ley posible, la del amor. Las demás cargas tienen sentido en la medida en que son hijos del amor (Hch 15, 7 - 21).
La primitiva comunidad cristiana se servía del vínculo del amor para expresar el mandato nuevo, como la verdadera realización de la vida del cristiano.
YOEL. ESPAÑA