No tengáis miedo. No está aquí: ha resucitado tal como había dicho
Mt 28, 1-10
Jesús resucitado y lleno de vida,
vencedor de la muerte
y Salvador nuestro.
Yo te alabo y confieso
que por el poder de Dios
tienes vida resucitada para siempre.
Gracias porque yo también
puedo participar de la vida
que tú has inaugurado.
Feliz Pascua ¡Aleluya, Aleluya!