Dejémonos de amarnos tantísimo y amemos un poco más allá de nuestro YO. Son muchas las personas que pasan a nuestro lado, no son pedigüeños, son personas con muchas carencias que no deberían dejarnos indiferentes.
El amor no debe buscar remuneración. Su recompensa ha de ser, ver al otro atendido.
YOEL. Valencia.España.