Muchos de los que queremos ser cristianos nos esforzamos por tratar de convivir con las reglas que regulan el comportamiento de nuestra sociedad a la vez que tratamos de movernos con las reglas del cielo. Y una y otra vez nos encontramos con que tenemos que elegir si quedar bien a los ojos de los hombres o quedar bien a los ojos de Dios.
Es muy frecuente la tendencia a vivir con nuestro YO delante, Yo el primero, Yo mando, y Yo y Yo y Yo...El Evangelio del Profeta de Nazaret nos invita a dar. No simplemente a dar, no. Nos invita a darlo y dejar el YO.
YOEL.Valencia.España