El Abad le decía al novicio: hemos de ser agua para el que nos pida de beber.
Respondió el novicio; he conocido a una mujer que decía había encontrado a Dios a orillas de Ganges; pero que no creía en la iglesia.
El Abad Ferran le preguntó:
- Que dios te dijo que había encontrado?
- Un Dios que era amor, que la envolvía, que le hablaba al corazón...
no lo dudes le dijo el abad...Él usa caminos insospechados para encontrarnos.
YOEL