Lo dice S. Juan evangelista y lo decimos muchos.
Nadie a visto jamás a Dios;
el Hijo único, que estaba al lado del Padre, lo ha explicado.
La Palabra se hizo hombre, y los suyos no la acogieron.
Con mucha frecuencia vivimos una vida llena de leyes, de mandamientos que tenemos que cumplir. Muchas veces son difíciles, otras casi imposible, esto hace que tiremos la toalla y no busquemos a Dios, no tengamos espacios para Él. Pensamos que nos espera para reprochar lo que sea.
La lógica del Evangelio es Buena Noticia. No tengamos miedo a dejar habitar a Dios en nuestra vida y llenémonos de la vida de Jesús el Profeta de Nazaret, de su amor y su luz.
YOEL