Descansará sobre ellos vuestra paz
Lc 10, 1-20
Hoy la Palabra nos habla de la alegría que provoca el ser portadores o receptores de la Buena Nueva de la salvación.
Somos nosotros, en primer lugar, los receptores de ese mensaje. Dios nos sigue ofreciendo la vida y la paz. “El Reino de Dios está cerca” y su palabra nos sigue deseando la paz. Como se lee en el Evangelio, en nosotros está la opción de acoger esa paz que nos viene de Dios o de rechazarla. Pero incluso en el caso de que la rechacemos, hemos de saber que de todas maneras el reino de Dios está viniendo.
Pero también somos los transmisores del mensaje. Es el tesoro que Dios ha puesto en nuestras manos. Por eso nos gloriamos en Jesús y hacemos de él el centro de nuestra vida. Y, con nuestra propia vida, anunciamos la paz y la confianza en que Dios es capaz de recrear la vida allá donde nosotros no hemos creado más que muerte.
Feliz domingo