Lo que tiene el Padre es mío.
El Espíritu recibirá y tomará lo de mío y os lo anunciará
Jn 16, 12-15
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿Tres formas de ver una sola realidad? No. Hay algo más. Porque algo nos dice que ese misterio que es Dios es misterio de amor, de relación, de diversidad, de comunidad. Y que, cuando experimentamos la presencia de Dios, nos sentimos llamados a participar de ese amor y a compartirlo con los que nos rodean. Vivir como Dios –ésa es nuestra vocación– es vivir amando.
Feliz domingo