Todos conocemos gente buena, está en todas partes. Nadie tiene la exclusividad de la bondad. Y todos estamos llamados a luchar contra el mal, contra la injusticia.
Jesús con sus palabras declara que o hay que tener un título, ser parte de un grupo o ser socio y pertenecer a un club con el objetivo de hacer el bien. El Profeta de Nazaret sabe que no es Él el único que hace frente al mal del mundo, que hay otros que han decidido valientemente hacer esa misma tarea. Para enfrentar el mal de esta sociedad es necesario abonar el esfuerzo de todas las personas de buena voluntad. Se necesitan muchas manos para luchar por el Reino en la historia.
BERNARDO YOEL. Valencia.España