Quienes aspiramos a ser cristianos, tenemos la idea clara de que el cristiano es amor. El amor hemos de traducirlo en servicio: en vivir hacia los demás y para los demás.
Sin embargo, por alguna razón que a mi se me escapa, sentimos con menos intensidad la idea de la paternidad de Dios. No sentimos, la necesidad de relacionarnos con
Jesús buscaba espacios en los que estar con su Padre.
yoel