Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Mc 8, 27-35
Cualquier día, en cualquier momento, a tiempo o a destiempo, sin previo aviso,
lanzas tu pregunta: Y tú, ¿quién dices que soy yo?
Y yo me quedo a medio camino entre lo correcto y lo que siento, porque no me atrevo a correr riesgos cuando Tú me preguntas así.
Nuevamente me equivoco, y me impones silencio para que escuche tu latir y siga tu camino. Y al poco, vuelves a la carga: Y tú, ¿quién dices que soy yo?
Enséñame como Tú sabes.
Llévame a tu ritmo por los caminos del Padre y por esas sendas marginales que tanto te atraen.
Corrígeme, cánsame y vuelve a explicarme tus proyectos y quereres, y quién eres.
Cuando en tu vida toda encuentre el sentido para los trozos de mi vida rota; cuando en tu sufrimiento y en tu cruz descubra el valor de todas las cruces; cuando haga de tu causa mi causa; cuando ya no busque salvarme, sino perderme en tus quereres…
Entonces, Jesús, vuelve a preguntarme: Y tú, ¿quién dices que soy yo?
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2018/09/16/domingo-xxiv-del-tiempo-ordinario-3/
Feliz domingo