Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Jn 1, 45-51
El Señor se revela precisamente donde no lo esperamos. Nuestras conversaciones siguen llenas de alusiones que a veces rayan el desprecio e incluso la blasfemia: “con la vida que llevan aquellos…”; “…y estos qué se creen”, “habrase visto…”. Escuchemos al Jesús que siempre se ha adelantado a nosotros. Callemos un poco. Hablamos demasiado. Dejemos que sea Dios quien hable. Y que, como casi siempre, nos sorprenda y desinstale.
https://comunidadfronterasabiertaszaragoza.wordpress.com/2018/08/24/24-de-agosto-bartolome-apostol/
Un saludo