Satanás está perdido
Mc 3, 20-35
El pecado mayor de que habla Jesús en el Evangelio no es otro que la renuncia a la libertad. La libertad es el don mayor que Dios nos ha regalado. Renunciar a él significa renunciar a ser hijos, renunciar a ser personas. Hoy el Evangelio nos invita a seguir nuestro camino. Seguir a Jesús no es otra cosa que vivir a fondo nuestra libertad y tomar nuestras decisiones conscientes de que no hay más que una realidad: que todos somos hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre. Y asumir la responsabilidad de nuestras acciones que deben orientarse a construir fraternidad y no a destruirla. Porque la gloria de Dios no es sino el bien del hombre. Esa es la voluntad de Dios. Ese es el mensaje que Pablo predicó siempre: liberarnos de todas las opresiones para vivir en la libertad de los hijos. ¡Que nunca pequemos contra el Espíritu de la libertad!´
https://comunidadfronterasabiertaszaragoza.wordpress.com/2018/06/10/x-domingo-del-tiempo-ordinario/
Feliz domingo