Vi un insecto que se había caído al agua en una acequia del Vedat. El pobre se debatía para no hundirse en la corriente. Cuando todo hacía creer que no se salvaría, una pequeña hoja llegó a su lado, arrastrada por la corriente, y, el insecto, pudo encaramase en ella y salvarse.
No te desesperes ante el peligro. Sólo cuando estamos perdidos podemos aprender algo sobre Dios. Entonces descubriremos su sencillez. Que se nos presenta como una simple hoja.
YOEL Valencia.