Nadie tiene amor mas grande
que el que da la vida por sus amigos.
Jn 15, 9-17
El Evangelio de hoy va al centro de la vida cristiana. Nos habla del mandamiento, del único mandamiento: “amaos unos a otros como yo os he amado”. Pero, ¿puede ser el amor un mandamiento, una ley, una orden? ¿Nos pueden ordenar que amemos? En realidad, el amor es algo que brota de adentro de la persona pero no de una orden recibida de otro. En el ejército se dan órdenes y se obedecen. En el trabajo sucede lo mismo. Pero nadie nos puede ordenar lo que tenemos que sentir hacia los que nos rodean. Eso es algo diferente.
Jesús ha experimentado el amor de Dios. Es más, ha experimentado que Dios es amor. Su presencia en nuestro mundo es signo concreto, real, de ese amor de Dios por cada uno de nosotros. Ese amor es el que nos da la vida. El amor de Dios es el que creó este mundo y el que lo mantiene en su existencia, a pesar de lo mal que lo tratamos y que nos tratamos unos a otros. Ahí está la razón por la que Jesús habla del “mandamiento del amor”. Porque Dios nos ha amado primero. Porque somos criaturas de su amor. El amor no es algo que nace de nosotros sino que nace en Dios. Él es el origen del amor, de esa corriente vital sin la que no podemos vivir.
https://comunidadanawinzaragoza.wordpress.com/2018/05/06/vi-domingo-de-pascua/
Feliz domingo de Pascua