Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Jn 6, 52-59
Jesús, con un corazón agradecido y confiado, te pido: entra en mi casa y en mi vida.
Hazlo de forma permanente, no como visita de compromiso.
Quédate conmigo y socórreme en mis cansancios.
Guía mis pasos en el camino del bien.
Dame el gusto de una vida en plenitud.
https://comunidadfronterasabiertaszaragoza.wordpress.com/2018/04/20/viernes-iii-de-pascua/
Un saludo