Trabajad no tanto por la comida que perece,
sino por el alimento que dura hasta la vida eterna
y que el Hijo del Hombre os dará.
Jn 6, 22-29
Jesús, te necesito con urgencia y de manera irrenunciable.
Cuando te acojo, presente en el Pan, tú cambias mi cansancio en fuerza.
En ti, en la vida abundante que ofreces, es donde mi vida se consolida y puedo saborear la vida feliz que prometes.
https://comunidadfronterasabiertaszaragoza.wordpress.com/2018/04/16/lunes-iii-de-pascua/
Buen día