Caifas sin pretenderlo, dice la verdad. Jesús muere por salvar, no al pueblo, sino a toda la humanidad.
Cuando el que detenta el poder, habla del bien común, suele hablar de lo que más le conviene a él. Demasiadas veces escondemos nuestro egoísmo con argumentos de altruismo. Pero en este caso Caifas acierta. Jesús muere para el bien de todos, para unirnos a todos los hombres. La Cruz es un signo de amor y a su sombra debemos unirnos todos. No hay mayor amor que el de entregar la vida por los demás.
YOEL. Vedat de Torrent. Cojeando camino hacia la Pascua.